↬𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨: Mariposa

479 58 36
                                    

La alegría en casa Madrigal desbordaba hasta la casita parecía unirse a celebrar, música y olor agradable a comida, personas de aquí allá celebrando en la ahora nueva habitación del más joven de los madrigal.

Todo era alegría, magia, diversión y amor, una preciosa escena familiar unida, celebrando al más pequeño de ellos quien ahora era un gran aporte al pueblo, Pedro alegre celebraba a su nieto más joven y junto a sus preciosas niñas de oro, Pepa y Felix tan enamorados como siempre bailando al son de la animada canción todos se veían felices incluso Agustín quien tocaba animadamente el Piano aportando a la música. . .

El tío Agustín nunca fue el mismo desde que Julieta desapareció, el tío Agustín no dormía como antes y se preocupaba por sus hijas más de lo usual, su amor a julieta nunca se desvaneció y el no se fue. Allí estaba aun tocando el piano junto a Mirabel, a Camilo siempre le pareció lindo que el dejaba un plato con comida nunca entendió porque o para quien pero si bajabsa a media noche con cautela podías ver a Agustín dejar un plato de comida y contarle al mural pintado de la cocina lo que había echo en el día. . .

Siempre le pareció una escena muy triste al joven de cabellos rizados y ahora lo veía tan alegre con el resto de su familia, tsnto que una sonrisa sincera se escapo al notarlo, Camilo amaba a su familia, amaba ser parte de esta, verlos felices era algo que le gustaba, como por un día desaparecía todo lo malo. . .

. . .

Fue que su abuelo con alegría y con su nieto más joven entre sus brazos levantó el puño al aire con gran orgullo hablando del amor a su dependencia y legado no demoro la familia en unirse. . . Casi instintivo acabaron posando para la foto. En la cual el flash fue lo que aviso a Camilo quien estaba entre la multitud

─ ¡La familia Madrigal!─ Exclamaron al unísono todos mientras el flash iluminaba sus rostros

Pero si esta noche debía ser alegría. . . ¿Porque el joven Madrigal de amarillo se sentía tan triste? Las lágrimas comenzaban a escurrirse de sus ojos grisáceos mientras solo contemplaba la imagen donde todos se veían tan alegres, alegres sin el, sin Julieta. ¿Acaso el no podía estar en aquel lugar?

Era como si todo por un segundo hubiera parado. . . Camilo no estaba en la foto, el también era un Madrigal ¿o no?. . .

Un afectado chico de cabello rizado como pudo se escabullo entre las personas para lograr salir. . . Lograr tener un momento para si mismo donde desahogarse.

El chico huyo, huyo hasta donde creyo estar tranquilo.

. . .

Un suspiro salió de los labios del muchacho mientras miraba el cielo estrellado. Se sentó en el techo de la casita mirando al cielo donde los fuegos artificiales se hacían presentes.

─Li fimilia midriguil ─ Arremedo mientras balanceaba sus pies en borde del techo ─ Agh casita, ¿Sabes lo extraño que es sentir que no eres parte de tu propia familia? ¿Que están mejor sin ti? Tal vez eso pensaba la tía julieta y por eso se fue. . . Podría cambiar mi nombre e irme lejos. . . Nah seguro Dolores le diría a todos. . . A menos que para ella fuera mejor que me vaya. . .

Dijo divagando más para si mismo que otra cosa, uno de los movimientos de sus pies fue quizá demasiado fuerte que termino por lanzar una de sus sandalias al piso.

─Yy hasta mis zapatos se aleján ¿¡PORQUE ME PERSIGUE LA DESGRACIA?!─ Grito cin un exagerado dramatismo mientras bajaba por su sandalia.

Aun si ni sus palabras o no haya expresado tanto ante nadie su sentir, era infinitamente doloroso saber que el no estaba en el mismo escalón de importancia que sus primas o hermanos, una pared con las fotos de todos menos la suya, un retrato familiar donde no estaba, y podía seguir y seguir nombrando cosas donde había aquel favoritismo por el resto de su familia, mientras más lo pensaba peor se sentía en realidad. . .

Apenas bajar por su zapato perdido y ver el cuadro de su abuela nuevamente, las lágrimas cayeron de sus ojos.

─ ¿Que puedo hacer yo para demostrar que tengo el mismo valor? Abuela. . . Estoy dispuesto a todo por hacerles ver que no soy solo una carga, que yo puedo ser útil y ayudar tanto como ellos. . . Solo necesito saber como demostr-─ su pequeño monologo con el cuadro se vio interrumpido, cuando el sonido de una de las tejas cayendo al suelo y estrellándose contra este se hizo presente.

El muchacho en silencio se acerco a la teja tomándola entre sus manos.

─¡Agh!─ Se quejo y solto rápidamente la teja al notar como esta causó un corte en su piel. Por un momento se pregunto si fue por su estancia en el techo cuando una segunda teja cayó llamando su atención hacia arriba. . .

La vela flaqueaba parpadeaba y comenzaba a derretirse, las grietas comenzaban en el cuarto de su abuelo y iban haciéndose más y más grandes el joven muchacho tembló al notarlo y sus ojos asustados miraban como su hogar mágico parecía estar agonizando y tratando de comunicarle algo. . .

. . .

Un alterado Camilo entró gritando con aquella teja entre sus manos alertando a su familia de lo que estaba sucediendo y todos los madrigal fueron los primeros en salir.

. . .

Pero apenas salir todo estaba como si nada y los ojos asustados y confundidos de Camilo fueron directo a su abuelo quien lo miraba con una mirada severa. . .

Recordaba esa mirada. . . La misma que brindo a julieta aquel horrible día. . . Exactamente la misma. . .

Bruno y Pepa tras Pedro mirando la escena en silencio no ayudaban a poner más tranquilo al niño.

─Y-yo. . . Lo juro, no mentiría con algo asi..─ Dijo el menor sintiéndose atrapado al notar que no había nada.

─Bromas así son de un muy mal gusto Camilo.─ Dijo Bruno al fin pues este tampoco noto aquellas marcas.

─No puedes estar jugando con eso, entiendo que es un día difícil para ti pero por favor se considerado con tu hermano.─ Sentenció Pedro, nunca gritaba, nunca era realmente grosero pero esa mirada tajante era como la peor puñalada. . . No habían creído sus palabras. ─Lamento mucho esto. . . podemos seguir con la fiesta, ¡nosotros estamos bien! ¡Nuestro legado y nuestro pueblo estan como nunca!─ Dijo Pedro antra de llevar a la gente consigo de vuelta a la fiesta.

Dolores miro desde el balcón a su hermano menor y solo se dio la vuelta con total frialdad a ojos del menor.

La única que se quedo allí fue Pepa, su madre la cual le brindo una leve sonrisa y lo despeino.

─¿Quieres un té de manzanilla?─ ofreció de forma amorosa la peliroja mientras se dirigía a la cocina a atender la crisis de su hijo quien la siguió en silencio.

↬ - - - - -
»»----- - -----««
NOTAS DEL AUTOR:

HOLA, BONITA SEMANA espero la hayan pasado bonito:D soy Mad acá otra vez, la actualización demoro debido a que me enferme lamento también si el capitulo va a un poco rápido igual espero les guste y haya sido de su agrado♡

Espero el lunes volver a actualizar con regularidad

[🦋];;-𝔼𝕗𝕖𝕔𝕥𝕠 𝕄𝕒𝕣𝕚𝕡𝕠𝕤𝕒 •Encanto AU• CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora