¡TÚ ERES MI OMEGA! (MYUNGBIN)

V. 🥀

MJ:

Ya habían pasado tres días desde que empezó mi celo, y los primeros dos fueron los más difíciles, ya que como era la primera vez que pasaba mi celo sin mi alfa cerca, yo sé, soy virgen aún, pero mi omega extraña a Jinnie ya que su viaje se alargó y regresará después, incluso esos días no quería comer y Moonbin me traía la comida pero yo no quería que entrara porque por alguna extraña razón, mi omega a pesar de que extrañaba a Jinjin, le encantaba el aroma de Bin, era muy peculiar su aroma, ya que olía como a tierra mojada, ese olor rico que se crea cuando llueve, por alguna razón ese aroma le encantaba a mi omega, nos tranquiliza, pero también estoy conciente de que mi omega no se puede controlar cuando Bin está cerca, entonces no quiero que pasé lo que pasó hace unos días, por eso no dejo que entre.

Sanha vino a verme ayer, dijo que Moonbin lo había llamado preocupado ya que nunca me había visto así, incluso hoy falté a la escuela, yo sé que Jinnie no estará muy contento con esto, pero como mi omega está ahora, esto es lo mejor, y lo bueno es que mi celo está por terminar, hoy es el último día de mi celo y ya mañana iré a la escuela.

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Me desperté, ví el reloj, 11:45, ya era tarde, sin embargo, se escuchó el sonido de alguien tocando la puerta.

—¿Quién es?

—Traigo su desayuno jóven Kim.

Era una voz desconocida para mí, probablemente era un chico nuevo, y también puede que Moonbin o Jisoo lo hayan mandado.

—Espere un momento.

Me levanté de la cama que estaba hecha un desastre, porque a falta de mi alfa, había hecho un nido con su ropa, de alguna manera eso reconforta a mi omega, al igual que usar su ropa, justo ahora traía una sudadera de él puesta que me quedaba como vestido, era lo único que traía, junto con mis bóxers. Me dirigí a la puerta y abrí dejando ver a un chico beta un poco más grande que yo.

—¿Dónde lo pongo?— preguntó entrando completamente a la habitación, yo cerré la puerta detrás de él.

—Mmm... Ponlo ahí por favor— dije señalando la mesa que estaba a lado de la cama mientras entraba al baño. —Gracias— dije antes de cerrar la puerta del baño, me dirigí al gran espejo de este y comencé a lavar mi cara.

Cuando terminé, la sequé con una toalla y al subir mi mirada al espejo ví que el chico estaba pegado a la pared viéndome, por obvias razones me asusté y grité.

—¡Me espantaste!— reclamé, sin embargo no recibí respuesta de su parte, pero se empezó a acercar a mi y yo retrocedí hasta que choqué con el lavabo. Me tomó de la cintura y me acercó a él.

—Hueles delicioso— susurró en mi oído, por lo que me espanté. —¿Te han dicho que eres un omega muy bonito y bastante sexy?— dijo para después besarme, sin embargo yo no correspondí.

Me sentí muy asustado, quería gritar y pedir ayuda, quería apartarlo de mí, sentía sus manos recorrer mi cuerpo, y yo simplemente me quedé inmóvil, no reaccioné.

Sus manos apretaron mi trasero bastante fuerte haciendo que mis ojos se pusieran llorosos y reprimí el gemido.

—Te voy a hacer mío precioso.

Me volteó y recargó mi pecho en el lavabo con una de sus manos, sin quitarla de mi espalda dejándome más inmóvil de lo que estaba, y con la otra mano bajó mis bóxers.

Comencé a llorar, esto no podía estarme pasando ¿Por qué yo?

—P-por favor, no lo hagas, te-te daré lo que quieras, pero no me lastimes.— supliqué.