Cap. 2. No salgas de casa con el móvil sin batería

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Todo el mundo alguna vez se ha parado a pensar en sus acciones y reflexionar en como hubiera sido de diferente su vida si hubiera cambiado una pequeñísima milésima de segundo de su vida. Es decir, tu te llenas un vaso de agua, lo dejas en la mesa y te vas. Pero cierras la puerta tan de golpe y el vaso lo dejaste tan al borde de esa mesa, que cae. Entonces te viene a la cabeza, ¿Y si hubieras dejado ese vaso en el centro de la mesa? ¿Y si hubieras cerrado la puerta con mas delicadeza?. Esas acciones que desencadenan el desastre son las que te martirizan de por vida. 

Cayden era un hombre muy puntual, muy serio, era el típico que te soltaba la frase de 'Mi tiempo es oro y no hago que los demás desperdicien el suyo, porque entiendo el valor de este'. Por eso sus amigos se extrañaban de que esa noche llegará a las copas del viernes tarde. De repente entró por la puerta. Media hora más tarde. Sus amigos alzaron las copas al verle.


-Lo siento chicos, tuve que ayudar a mi vecino con la puerta de su garaje. Dijo Cayden.

 
Cayden era un hombre muy atractivo, era un hombre alto, tenia con unos bonitos ojos azules que te hipnotizaban con solo mirarlos, era una persona que destacaba en cualquier sala y no solo por su físico,  sino por su elegancia. Siempre iba bien vestido. Cuidaba mucho la impresión que causaba en los demás. 

-Voy a pedir una copa, ¿Vais a querer algo?.

-Estamos servidos-. Dijo su amigo Tony. -Pero no tardes mucho que te entretienes muy fácilmente con las chicas guapas.

 Cayden no entendió a que se refería su amigo. Pero en ese momento plantó su mirada en la barra. Y ahí estaba. Una chica impresionante, completamente su tipo de chica, morena con el pelo largo y negro como la más profunda oscuridad, un poco ondulado y con unas piernas de "infarto" como él decía.

-Lleva rato aquí, creo que sus amigas la han dejado tirada-. Replicó Mark, otro de los amigos de Cayden y el que siempre le asesoraba en todos los temas jurídicos, ya que era el abogado del grupo.

 - Estamos barajando quién se atreve a ir a hablarle e invitarle a una copa, pero no nos decidimos-. Dijo Tony.

Y Tony nunca lo haría porque era de los hombres más tímidos del planeta. Él prefería las citas de Tinder. Según él ya te habías ganado a la chica antes de verla en persona.

 -Bueno yo tengo que ir a por mi copa-. Dijo Cayden.

 -Lo siento, pero yo llevo más rato aquí, si alguien habla con ella seré yo-. Mark se levantó de su silla. Cayden lo miró y sacó esa media sonrisa mientras miraba a su amigo.

-¿Seguro? Te recuerdo que la última vez que intentaste ligar le vomitaste literalmente en los zapatos-. Cayden hizo una sonrisita. 

-Eso no cuenta Cayden ese día estaba malo-. Mark se sonrojó. 

-Hagamos algo, apostamos. Si consigo llevármela a casa me debéis 10 pavos cada uno. Si pierdo, yo pago las siguientes rondas de la noche-. Cayden parecía muy seguro de si mismo. 

Mark se sentó en su silla. -Trato hecho-.

 Cayden se acercó a la barra. -Una cerveza por favor-. Y se quedó ahí de pie  justo al lado de Abby mientras que de reojo empezó a fijarse en ella.  Realmente estaba impresionado de su belleza. Pensaba en que esos eran los ojos más bonitos que había visto nunca. Pero no iba a entrar con eso. Sería un topicazo.

-Oye-. Le dijo Abby al camarero.- Dime que tienes un cargador por ahí, necesito cargar mi móvil estoy casi sin batería.

 -Si, por supuesto-. El camarero cogió el teléfono de Abby y lo puso a cargar.

 -No es buena idea salir sin batería de casa-. Le dijo Cayden.

Abby le miró. Ella era difícil de impresionar, pero realmente ese chico la había dejado sin palabras. Esos ojos la dejaron completamente atrapada.

-En teoría salía con mis amigas así que no me preocupaba mucho. En cuanto tenga algo de batería cargada llamaré a un Uber-. Abby miró a Cayden de arriba a abajo. 

-¿Y qué vas a hacer mientras tanto para matar el tiempo? Este lugar no te da muchas opciones, ¿Cómo has acabado aquí?-. Cayden se sentó en el taburete de al lado de Abby.

-¿Me estás interrogando? Si esta es tu forma de ligar te diré que los policías y yo no somos muy buenos amigos-. Abby acercó su mirada a él.

 Cayden se quedó por un instante en silencio. 

Abby era una persona muy segura de sí misma y a veces demasiado directa. Su personalidad solía chocar mucho a los hombres que la conocían, pero a Cayden eso solo le hizo tener más ganas de quedarse hablando con ella. 

-¿Tan malo sería que estuviera ligando contigo?-. Cayden se acercó mas a Abby. -Eres una chica atractiva que está sola en un bar un viernes por la noche, lo raro es que no tengas a 20 como yo haciendo cola.

 -Ya eso puede ser porque esto está muerto-. Abby dirigió su mirada por todo el local.

-¿Qué edad tienes?.

-¿Cuántos me echas?.

-Oh vale, eres de esas a las que le gustan este tipo de juegos-. Dijo Cayden con una pequeña sonrrisa.- Pues creo que eres joven, pero teniendo en cuenta mis 37 años espero que al menos tengas más de 28-.

-29, para ser exactos-. Abby sabía mentir muy bien, además le salía completamente natural, no tenía que pensarlo mucho. Además siempre aparentó tener más años de los que en realidad tenía, sumado a su fuerte personalidad a Cayden no le hizo dudar.

-No los aparentas. Realmente pensaba que eras más joven. ¿Qué haces aquí sola?-. Cayden le dio un sorbo a su copa de cerveza. 

-Digamos que tengo unas amigas de mierda... Saben perfectamente que una de las cosas que más odio en este mundo es estar sola-. Abby procedió a beber también. 

-Bueno ahora ya no lo estás. Cayden giró su cabeza hacia el billar.- ¿Quieres jugar?-.

-Depende del tipo de masculinidad que tengas... -. Dijo Abby poniendo una de sus manos en su barbilla y la otra en el brazo de Cayden.- Si no es una masculinidad frágil que va a sufrir cuando esta mujer de aquí te pegue una paliza, entonces encantada.

-Tengo mi masculinidad bien proporcionada, por cierto soy Cayden-. Dijo extendiendo su mano hacía Abby.

-Abby, encantada-.Ella le devolvió el gesto. 

-Un placer Abby-. Cayden sonrió mientras que con su mirada recorría hasta el último centímetro del cuerpo de Abby. 

A veces pienso en como empezó todo, Abby brillaba con luz propia. Cayden es algo que siempre resalta de ella. Siempre dice que lo que más le gustó de ella ese día, era lo directa y segura de si misma que Abby parecía. Que desde el momento en el que Abby abrió la boca por primera vez sabía que iba a ser alguien especial.

Keeping It In The Dark (Dejémoslo En La Oscuridad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora