Keeping It In The Dark (Dejémoslo En La Oscuridad)

Cap. 6 Nunca nada es lo que parece.

Al día siguiente Abby se levantó mientras Cayden aún dormía y se fue a la ducha. Cuando  Cayden se despertó y oyó la ducha decidió apuntarse también. Abby estaba de espaldas a la puerta cuando Cayden entró. Abby se percató de su presencia y se giró sonrrió y se puso de rodillas. Cayden cogió la cabeza de Abby con su mano para acompañarla con el movimiento. Cayden no podía dejar de pensar que era la mejor mamada que le habían hecho en toda su vida. Abby controlaba muy bien su boca. Pero no dejo de mirar a Cayden mientras lo hacía. Eso a el aún le volvía más loco. 

-Me voy a correr-. Dijo Cayden. -¿Vas a apartarte?-.

Entonces Abby continuó con más fuerza. 

-¡Estoy apunto!-. 

Cayden se corrió en su boca. A diferencia de las chicas con las que el había estado. Abby tragó hasta última gota y sonrió. Cayden estaba perplejo y seguía demasiado excitado por esa escena.

 Abby se estaba acabado de vestir tuvo que pedirle una camiseta grande a Cayden porque su vestido estaba completamente roto cuando se acabo de vestir  bajo las escaleras para ir a la cocina, Cayden estaba haciendo el desayuno.

-Que bien huele-. Dijo Abby.

 -Gracias. Desayuno made in USA-. Bromeó Cayden. 

 -No tengo mucho tiempo, tengo que volver corriendo a casa. He llamado a un Uber no quiero molestarte más-. Abby parecía inquieta. 

-No lo haces-. Replicó Cayden un poco molesto. 

-No te cabrees, en serio tengo prisa-. Dijo Abby intentando aclarar sus palabras. 

-¿Nos volveremos a ver?-. Soltó Cayden.

 -Eso ni se pregunta-. Abby se acercó a Cayden y le besó. -Me voy, hablamos por teléfono ahora-.

 Abby salió por la puerta mientras Cayden contemplaba como se iba. 

Abby llegó a su casa. Abrió la puerta y grito: 

 -¿Abuela? He llegado.

 -¡En el salón!-. Dijo una voz pequeña y dulce.

 Abby vivía con su abuela, ya que sus padres fallecieron cuando ella era una niña. Y el resto de la familia les había dado de lado por completo. Así que las cosas para Abby no eran nada fáciles. La abuela de Abby estaba enferma. Esta era la razón por la que Abby no podía hacer todas las asignaturas en la universidad de una. Ella solo salía el finde un rato porque entre semana tenía que hacerse cargo de su abuela. La vecina era quién cuidaba de la abuela de Abby para que esta pudiera desconectar un poco. Pero a Abby no le importaba su situación, quería mucho a su abuela, era su consejera, era toda la familia que Abby tenía.

 -¿Dónde has estado? ¿Qué has hecho?-. Le preguntó la abuela.

 -Abuela, he conocido a un chico que...-. Abby estaba nerviosa, realmente había pasado una de las mejores noches de su vida. 

-¡Por dios cuenta, cuenta! ¿Has dormido con él? Tendrás que limpiar tus pecados-. Dijo la abuela con tono burlesco. 

 La abuela de Abby era muy abierta de mente, le encantaba que Abby le contará sus aventuras. Le recordaba mucho a su juventud. De su amigas, la abuela de Abby era la única que había estado con más de un hombre. Ella siempre decía que había nacido en la época equivocada. 

 -Ay abuela no sé... es muy guapo y me ha tratado muy bien. Quién sabe-. Abby suspiro.

-Pero ha estado a la altura-. La abuela de Abby cruzó sus brazos.

-¡Abuela! De verdad que cotilla eres-. Abby se sentó a su lado.

-Cariño a mi edad ya solo me queda escuchar lo bien que lo pasan los demás-. La abuela de Abby se rio. -Cada cosa tiene su tiempo, y el mío ya ha pasado...-

-Abuela no digas eso, ¡sigues estando muy bien!-. Abby le tocó la barbilla. 

 Las dos se rieron mientras Abby se acurrucaba en los hombros de su abuela. -Es una gran suerte tenerte abuela-.

Abby subió a su habitación a descansar un poco. En su habitación tenía una cama enorme de matrimonio, un escritorio y un mural bien grande con todas las fotos de ella y sus amigos. Nada más entrar en la habitación se tumbó en su cama. Aún seguía impactada por lo de anoche. Pensó que Cayden sería más soso cuando lo conoció en el bar. Sinceramente se llevó una gran sorpresa al descubrir lo dominante y apasionado que fue.