Cap.3 Un buen día para fallar al billar

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Se hacían las 11 de la noche. Cayden se disponía a sacar una moneda de su pantalón para elegir quién empezaría. Hace unos años hubiera dicho la frase de 'Las damas primero', pero hace tiempo que entendió que esa frase ya no era del todo aceptable. Abby por su parte se disponía a hacerse un moño alto para que su pelo no la molestara, se tomaba esto muy en serio. 

 -¿Cara o cruz?. Dijo Cayden acercándose a ella. 

 -Cara. Dijo Abby y con su mano apartó a Cayden un poco de ella, se agachó con sus ojos mirando al suelo y se recogió el pelo en un tiempo récord.

 Cayden la miraba impresionado. Miraba cada detalle de sus manos entrelazarse con su pelo mientras se lo recogía y ponía su coletero.

Entonces se dispuso a lanzar la moneda.

 -Cara. Dijo Cayden. -Empiezas-. Y colocó las bolas en su posición.  

 -¿Te gusta apostar, Cayden?-. Dijo Abby. -He pensado en hacer esto un poco más interesante para ambos-. Abby se apoyo con los dos brazos sobre la mesa de billar. 

 -¿Qué propones?-. Murmuraba Cayden mientras le pasaba la tiza a la punta de su taco. 

 -Fácil, yo necesito volver a casa así que necesito alguien que me lleve a ella. Si gano, me llevas a casa-. Abby le dio su último trago a su copa. 

 -¿Y yo que gano? ¿Qué pasa si pierdes?-. Cayden se acercó a Abby mientras soltaba una pequeña sonrisa. 

 -Me llevas en coche también-. Dijo Abby mientras se disponía a lanzar la bola blanca hacia el bloque de bolas de colores.

 -¿Y en qué me beneficia?-. Dijo Cayden en un tono de humor mientras  rodeaba la mesa de billar.

 - En que si pierdo en vez de llevarme a mi casa me llevaras a la tuya-. Abby lo miró fijamente y sonrió ligeramente.

 Cayden se quedó en silencio parado delante de Abby mientras con su mirada la miraba fijamente. 

Abby apartó su mirada se agachó y con un toque le dio a las bolas y metió dos seguidas del mismo estilo. Cayden sonrió.

 -Voy con las lisas. Dijo Abby mientras se levantaba lentamente. 

Entonces con su cadera desplazó a Cayden ligeramente a un lado y arqueó su espalda para volver a lanzar a pelota. Cayden no podía dejar de mirarla. Le fascinaba su seguridad y su manera de hablar. Se empezó a fijar en sus largas piernas. También se fijó en su culo no podía parar de pensar en lo jodidamente perfecto que se veía mientras ella estaba con su espalda agachada y su torso pegado a la mesa de billar, estaba completamente arqueada. No podía evitar imaginársela de esa manera en su cama, no podía apartar sus pensamientos de eso. 

La partida avanzaba y Abbyiba ganando, pero no estaban todas las cartas echadas. A Cayden le quedaba una pelota normal para pasar a la negra. En cambio, Abby ya le tocaba intentarlo con la negra. 

-Lo tienes jodido chofer-. Abby miró a Cayden.

-Mi esperanza sigue intacta Abby-. Cayden miró a las bolas fijamente mientras se mordía el labio inferior. 

Abby lo tenía muy fácil, el tiro era recto, fallar eso sería de muy de novato. Se dispuso a tirar la pelota y al darle pero le dio demasiado flojo. Se levantó miró a Cayden e hizo una mueca de pena. Cayden se percató de que Abby se estaba claramente dejando ganar. Él no era tonto. Estaba entendiendo el juego de Abby. Pero si es eso lo que ella quería él no se iba a negar. Entonces Cayden entró su bola, solo le quedaba la bola negra. Era un tiro fácil, ya lo tenía ganado. Se concentró y apuntó. Abby se puso delante del hoyo dónde la bola de Cayden tenía que entrar. Y abrió ligeramente sus piernas. El hoyo de la bola le quedaba a la altura de su pelvis. Cayden le dio a la pelota y consiguió ese hoyo. Se levantó con su media sonrisa picarona y se acercó a Abby. 

-He ganado-. Espero que seas una buena perdedora y cumplas tus palabras-. Cayden acarició la mejilla de Abby. 

 -¿Dónde tienes el coche?-. Abby metió las manos en los bolsillos de Cayden para coger las llaves de su coche. -Te espero fuera, supongo que te tendrás que despedir de tus amigos-. 

-Es el coche azul aparcado justo delante-. Respondió Cayden.

 Abby cogió su móvil y salió fuera del antro. Cayden se dirigió a sus amigos y extendió la mano para qué le soltarán el dinero de la apuesta. 

-No has ganado nada, quién me dice a mi que esta tía no va a llegar a tu casa y se va aquedar frita en la cama-. Mark miró a Cayden mientras se reía.

-Es verdad, te pagaremos mañana si eso-. Tony cruzó sus brazos.

-Hasta mañana perdedores, tened el dinero en efectivo-. Cayden les sonrió y salió por la puerta. 


Keeping It In The Dark (Dejémoslo En La Oscuridad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora