Gracias al cinturón de seguridad no sufren ningún daño.
Antes de que la boca impertinente de Cassie haga preguntas, dice:
—Una llanta, estoy seguro que está desinflada.
Baja del automóvil y con la lluvia haciéndose más fuerte, patea la llanta, se agacha y nota que está pinchada.
—¿Qué tiene?
La voz de Cassie hace que sus hombros se eleven asustados.
—Seguramente fue alguna botella rota, necesito cambiarla —se pone la capucha de la chaqueta y va hacía la parte de atrás del automóvil para buscar la llanta de repuesto. Cassie lo sigue.
Saca lo necesario mientras empieza a sentir que la tela de su chaqueta se empapa. Ve a Cassie y le entrega un paraguas.
—Sostén esto.
Regresa a la llanta inservible, hace uso del gato y mientras pone la nueva, la lluvia comienza a incrementar; de pronto un trueno hace que las ventanas del automóvil tiemblen. Le toma unos minutos y cuando la nueva esta lista; se pone de pie y va a guardar los objetos que utilizó; Cassie lo sigue como un cachorrito. Regresa a la parte del conductor con ella detrás suyo, escucha un patinazo, rápidamente gira y antes de que caiga de espaldas la sostiene de los hombros y se quedan mirándo.
Su chaqueta no tenía capucha por lo que su cabello oscuro escapaba, sus labios se ven pálidos y nota que sus pupilas se dilatan.
Estaba esperando que ella se aleje, o lo empuje pero siente su nariz gotear y busca un pañuelo, entonces se separan.
—Gracias —dice ella.
—Ten más cuidado.
Cassie va hacia su lado del auto y sube.
Cuando se posiciona en el asiento del conductor, no se mueve pensando en como decirle lo siguiente.
—Tenemos que esperar que la lluvia cese, es peligros conducir así.
—De acuerdo.
No creía que una persona pudiera agotarlo de esa manera, hace algo que pensaba nunca volvería a hacer.
Para evitar la incomodidad que los embargaba, enciende la radio. Mira por la ventana, dándose cuenta de lo terrible del clima.
—No parece que vaya a detenerse pronto —entonces cierra los ojos y dormita unos segundos.
El sonido de un celular lo despierta, rápidamente busca el suyo pero ve a Cassie ponerse el celular en la oreja.
—Hola? Si, mamá? si, aún estoy con mis amigos, ..... no se, un poco más tarde, si, prometo explicarte cuando llegue, adios.
—¿Por qué no le dijiste que ya estabas de camino a casa?
—Aún es temprano, si le digo aquello va a preguntar porque fuí y regrese tan rápido.
—Por el clima —dice asumiendo que esa es la respuesta. Vuelve a cerrar los ojos y apoya la cabeza sobre el respaldar de su asiento —Me parece exagerado, eres una mujer adulta, no tienes que dar ese tipo de explicaciones.
—Mamá solo se preocupa.
—¿Y que harás cuando tengas novio y pases la noche con él? —abre uno de sus ojos, curioso por su respuesta.
—Eso no va a pasar pronto —dice mirando por la ventana.
—¿Por qué?
—No es el momento.
—No se puede escoger el momento, solo sucede.
—Tal vez, pero no va a ocurrir pronto.
Lo que decía no tenía sentido.
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Mi Pequeña Desventura
ChickLitRyan no cree que sea una mala persona o un mal hijo, su madre exagera, y tener que convivir con una mujercita tan desesperante como Cassie no es algo que le guste. Cassie solo quiere llegar a fin de mes, si tiene que tratar con alguien como Ryan a...