Mi Pequeña Desventura

Capítulo 12

Capítulo 12

Debido a la mala noche, despierta tarde, cansada y del mal humor.

Cuando se preocupaba demasiado, su estómago dolía y esa mañana se hizo presente, dejándola sin apetito.

Mamá ya se había ido al trabajo, y Arthur estaba desayunando con cara de pocos amigos, eso terminó por desanimarla, asi que se despidió y fue hacía la parada de autobuses.

Mientras estaba de pie en el interior del bus, nota horrorizada que era un tipo de dolor de diferente.

¿Cómo podía ser tan estúpida?

Recuerda que siempre llevaba un tampón de emergencia en su mochila; ruega mentalmente porque este ahí.

Baja en la parada cerca de la mansión y se dispone a buscarla, pero Pam llega detrás de ella, y la empuja suavemente.

—¡Vamos Cassie! Es tarde!

Sin opción, corre detrás de ella.

Llegan a las puertas, los guardias abren e intenta no hacer mucha conversación, ingresa al baño y revisa su mochila.

"Por favor, por favor, ....

El tampón estaba ahí, por fin algo de suerte.

Respira profundamente, intentando tranquilizarse, ahora se sentía bien, con dolor, pero un dolor soportable, esperaba que no se incrementara.

Esa jornada, debía limpiar el segundo piso.

Sube con la aspiradora cargando y ve a Ryan terminando de ponerse una sudadera.

Comienza tendiendo las camas y en todo momento desea sentarse y frotar su espalda baja, pero con Ryan ahí, era imposible. Ya en la habitación de Ana, le pide que vaya por unos implementos que se le olvidaron.

En cuanto abandona la habitación toma asiento y masajea el lugar.

"¿Por qué siempre le pasaban estas cosas?"

—¿Estás bien? —pregunta Ryan, llegando.

—Si —responde rápidamente, poniéndose de pie.

El dolor empeora y se inclina un poco cuando pasa la aspiradora por la habitación del señor Collins.

—Oye en serio ¿Qué tienes? —pregunta Ryan otra vez.

—Nada —responde un poco cortante.

—Si te duele algo pide el día libre, no es tan difícil.

—Estoy bien —intenta sonar calmada.

Ryan la mira un segundo y desconecta la aspiradora.

—Puedo hacerlo no es tan complicado, sientate —toma la aspiradora y vuelve a encenderla.

No tenía ánimos de discutir, y deja que haga lo que puede.

En el almuerzo usa el tiempo para correr a la farmacia más cercana y comprar alguna pastilla que alivie su malestar.

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—¿Dónde está Cassie? —pregunta a la hora del almuerzo, sentado en la pequeña mesa.

Solo Pam estaba con él.

—Creo que fue a comprar algo—responde como si no fuera nada.

Mira la puerta y come preocupado.

Más tarde Cassie llega y la ve tomar un vaso de agua.

Pam termina antes y se retira, Cassie toma asiento con su plato en mano, mueve la comida desganada como si no quisiera probarla; entiende que desea estar sola y se pone de pie, disculpándose.