Capítulo VII: Cloaca

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-Sakura-

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-Sakura-

El olor asqueaba, todos estábamos fatigados por ello. Nadie dijo que las cloacas olieran a rosa, pero...Santa mierda...Daba asco y arcadas. El suelo estaba recubierto por una especie de sustancia negruzca, sabrá Dios que es.

Menos mal que portábamos un par de linternas, si no estaríamos a oscuras. Akira estaba de la mano de Dante que, a su vez, cargaba en brazos a su hermanita. El silencio era interrumpido por el movimiento del agua estancada a nuestros pies.


—¡Qué asco!- Susurró Karin detrás de su novio. ¿Ya dije que esta chica no me caía bien?­- ¿No estamos andando en círculos?-­ Preguntó asqueada.


Paré en seco al notar un chapoteo que no pertenecía a ninguno de nosotros. Me adelanté unos centímetros para mirar por la esquina izquierda de la ruta que debíamos tomar, no había nadie. Giré para decirle al grupo que era una falsa alarma, pero...


...entonces lo vi.


Una de esas criaturas infernales estaba detrás de mi mejor amiga, Hinata. Tenía un ojo salido y el lado izquierdo de la mandíbula mordido. Se podría deducir por su ropa y aspecto que en vida fue un vagabundo.


—¡Cuidado, agachaos!-Grité horrorizada cogiendo mi francotirador y apuntando hacia el Zombi. Ellos inmediatamente y asustados obedecieron mi orden.


Con las manos temblorosas apunté a su cabeza y...disparé. Su sangre coagulada salpicó a mis compañeros, que veían asustados como el sujeto se desplomaba. Bajé el rifle y regularicé mi respiración volviéndola pausada.


—¡Dios mío, Sakura!- Exclamó mi amiga asustada.- Me has...salvado la vida.- Dijo con la voz quebrada y lágrimas en sus ojos perlas.


Suspiré tranquila mientras le regalaba una sonrisa de esas que pocas veces dedicaba. Naruto corrió a abrazar a su chica y le acarició un par de veces la espalda para tranquilizarla. Akira apretó a su perrito Akamaru contra su pecho y soltó un mudo sollozó, pero inmediatamente fue reconfortada por Dante.


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