12.♧

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Mi reflejo en el espejo que sustituye la pared frente a mí me enseña a un cabrón hijo de puta que esta hundido en el maldito infierno. Giro la venda blanca alrededor de mi mano una y otra vez para evitar lastimar mi piel cuando le dé varios golpes a mi objetivo.

La camisa azul de botones que yace sobre mis hombros cubre la parte de mi espalda que siempre evito mostrar. Es tan asqueroso ver las letras marcadas en mi piel, tan asqueroso su significado y tan malditamente grotesco como sucedió. Todo es malditamente asqueroso en esta puta historia.

*Latido*        *Latido*         *Latido*

-Lou...-estoy casi sin aliento por haber corrido todo el camino de entrada para poder llegar hacia él.-¿a dónde irás?...-un abrigo beige que le llega hasta la tobillos me impide mirar lo que llevaba en su mano.-eso que dijiste ahí no es...-detengo mis palabras de golpe en cuanto gira en su sitio y clava su mirada en mí. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al darme cuenta que esa ropa que llevaba era ropa de salida.-tú.....¿realmente nos dejarás?...-digo sin aliento y con una extraña sensación recorriendo mi sistema.

*Latido*

Quito la tela azul de mi espalda y me pongo de pie. Inhalo y exhalo un par de veces para prepararme correctamente. Alguien me dijo, mientras le rogaba al cielo que me eliminara de la tierra de una buena vez, que siempre debo visualiza mi objetivo y pelear hasta conseguirlo. Como siempre, mi padre tenía razón.

Cierro los puños con fuerza y comienzo a acercarme al saco de boxeo que cuelga en la esquina. Maldito hijo de puta. Me robó mi vida. Me robó mi libertad. Y ahora, con el puto descaro de los huevos, se atreve a decir que le robé. Que yo le robé a su....a su.....

-¡HIJO DE PUTA!...-grito con rabia mientras tiro el primer golpe al saco que comienza a tomar la forma del hijo de puta de mi hermano.

*Latido*           *Latido*        *Latido*

-Debo irme ahora o no tendré la oportunidad de...-le corto las palabras de golpe en cuanto me agacho deprisa y tomo un poco de barro que se ha hecho a mis pies debido a la lluvia que cae desenfrenada sobre nosotros, para tirarlo directamente a su rostro.
-¿Así que lo que quieres es una oportunidad de ser libre? ¿Tú?...-rio sin pizca de humor en cuanto veo esa mirada de borrego a medio morir.
-Eres solamente un niño, no entenderías una mierda...-dice girando en su sitio. Entendía su deseo de ser libre, más no su egoísmo ni su maldita cobardía.

*Latido*

La lista de reproducción que hice hace unos días casi interrumpe mis pensamientos de odio hacia ese imbécil. Golpeo una y otra y otra vez el maldito saco para sacar todo lo que llevo en mi pecho desde que lo vi ese día en la mansión.

Haberle tirado a Valeria las fotos en las que sale junto a Louis en los pies era mi última jugada hacia ella, deseaba alejarme y no volver a verla, pero esos dos tenían otra cosa en mente. Es que yo me cago en la mierda de plan que tenían esos dos.

*Latido*         *Latido*          *Latido*

-¿Que yo no entiendo una mierda?...-le digo con rabia. Este imbécil no sabe una mierda.-¿tienes idea de cómo me siento cada vez que esa mujer esta cerca mío?...-se detiene en su sitio, pero no gira ni un poco para mirarme. Mi deseo era irme con él lo más lejos posible.

*Latido*

-Golpea abajo también, Stoker...-dice mi entrenador con voz firme. Me ha sacado de mis pensamientos de golpe.
-Mi objetivo no es el estómago, es la puta cabeza...-paso el dorso de mi mano por mi nariz para limpiar el sudor y giro en mi sitio para mirarlo.
-¿Y crees que el bastardo aceptará tus golpes gustoso o que se dejará golpear la cara más de una vez de la misma forma mediocre en la que lo estás haciendo? Piensa con cabeza fría, maldición...-se termina de colocar las vendas en las manos y se acerca lentamente hacia mí. El espejo me muestra el tatuaje del águila que tiene en su espalda.-¿este mal humor se debe a alguien que ronda alrededor de esa mujer a la que amas o a uno de esos monstruos del pasado?...-evito contestar a eso, pero él parece saber la respuesta con solo mirar mis ojos.
-Creí que ya había superado el enojo hacia él, pero sigue intacto en mi sistema...-digo golpeando con fuerza el saco. Todo sigue en mi cabeza, desde los putos recuerdos, hasta mis sentimientos. Todo.
-A ver niño, enséñame ese gancho...-se pone en posición de pelea y yo lo imito. Bastardo hijo de puta, por su culpa estoy en la ruina.

*Latido*       *Latido*            *Latido*

-Siempre habías deseado que te miraran, no entiendo cual es el problema ahora...-todavía sigue sin mirarme, pero puedo imaginar su expresión de indiferencia mientras dice esa basura.
-Llévame contigo hermano...-le pido en tono suplicante. Sé que soy débil, pero pedir ayuda no es un pecado.-estoy sofocado y no tengo fuerza para seguir luchan...-su mano golpea mi mejilla con tanta fuerza que mi cerebro queda vibrando.
-¿Acaso no entiendes que si dejas a Julieta sola esa mujer le hará lo que le venga en gana? Sé un hombre y toma fuerza para continuar luchando...-alzo la vista lentamente del suelo y la clavo directamente en sus ojos.
-¿Acaso me....estas diciendo que...-no pude decir nada porque no entendía una mierda de lo que me estaba diciendo.

*Latido*

Tiro un golpe directamente a su mejilla y él me lo devuelve al instante. No es cualquier persona a la que estoy golpeando, es a mi entrenador y él conoce a la perfección mis movimientos.

Me muevo hacia atrás, con la guardia en alto y sin despegar los ojos de los suyos. Visualizar el objetivo. Atacar al objetivo. Derrotar al objetivo. Pero....¿Que pasa si mi objetivo es alguien de mi propia sangre? Maldita sea.

*Latido*         *Latido*          *Latido*

-Te estoy diciendo que la dejes mirarte...-me agacho en cuanto él tira un golpe hacia mí y yo, desde el suelo, tiro un golpe a su estómago. La voz de Louis resuena en mi cabeza con eco.-déjala soñar contigo, abrazarte, besarte e incluso tocarte...-pateo sus piernas con fuerza y él cae al suelo. Me pongo a horcadas sobre él y comienzo a golpearlo una y otra y otra y otra vez en el rostro.-sé su zorra, su juguete y su prostituta...-tiro el último golpe al suelo y, sin la mínima delicadeza, pego mi frente a la suya. Mi respiración está agitada, mi corazón late con fuerza en mi pecho y siento el odio en las palmas de mis manos.-harás tu sueño de ser amado por todos realidad, Gabriel, deberías estar feliz...-me quito de encima suyo y me acuesto boca arriba en el suelo. Me dejó tirado como un juguete viejo. Me abandonó para salvar su trasero y me puso el peso de todos encima. Me arruinó la puta vida y se atreve a decir que fui yo quien he jodido.

*Latido*

Condena Prometida. ♧ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora