Ella mantiene su mirada fija en mí, mirada cargada de confusión, de ideas que van en todas direcciones, de dolor y quizá odio. No estaba listo para esto, pero ahora deberé estarlo si quiero que ella siga a mi lado.
En el instante en el que quería decir algo, Samuel deja salir una risa sin pizca de humor. Siento su enojo, su frustración y la comparto, pero no puedo darme el lujo de perder los estribos.
-¿Sabes lo que es tocar una puerta?...-le dice Samuel a Valeria con los dientes apretados. Arrastro la mirada hacia el suelo para evitar por unos segundos la mirada de Valeria.
-¿Tocar para perder la oportunidad de escuchar tan dichosa conversación?...-el ambiente se ha puesto muy pesado y no solo por los secretos ocultos, también por el odio entre ellos dos.-ustedes dos no paran de sacan secretos que de alguna manera me involucran y ya estoy bastante cansada de ello, así que les sugiero que dejen de ocultar cosas y digan todo de una buena vez...-dice ella con furia. En eso tiene toda la razón y no hace falta añadir que esta en su derecho.
-¿Y eso de que serviría?...-la voz de Samuel ha bajado de tono y ahora se escucha un poco triste.-seguirás sin recordar y él seguirá luchando contra eso, seguirá luchando por mantenerse en pie mientras se muere internamente cada vez que te ve...-alzo la mirada lentamente y la clavo en él. Siempre creí que sabía perfectamente como me sentía, pero parece que Samuel ve más allá de lo que yo veo en mí mismo.
-Deja de decir que no recuerdo algo porque me desespera y me aterra pensar que algo ha pasado, que he...-ella corta sus palabras de golpe y yo desvío la mirada de Samuel para posarla sobre Valeria.-que he perdido el recuerdo de algo importante...-deseo responderle que así ha sido, pero no sé por dónde podría comenzar a decirle todo.Desvío la mirada nuevamente y la clavo en el exterior. No sé en qué punto de mi vida me volví un maldito cobarde, una maldita rata que se oculta ante cualquier ruido o presencia de alguien.
Es frustrante sentir inutilidad en situaciones como esta, en situaciones como las que he tenido que pasar con Hope y esas mujeres; la impotencia y la rabia han consumido hasta el último rastro de valor para enfrentar las cosas y me ha hecho bajar la cabeza con sumisión.
Pero ahora, al ver la mirada de Valeria cargada de confusión y tristeza, de impotencia y rabia, me veo reflejado en ella y puedo sentir la necesidad de ayudarla, de abrirle el camino hacia la verdad y bloquear el camino que he seguido por años, un camino cargado de odio, miedo, asco y depresión.
-Lo has hecho...-siento la mirada de ambos sobre mí después de que esas palabras han salido de mi boca.
-Gabriel...-dice Samuel con advertencia y quizá una pequeña cantidad de miedo.
-Busca en los rincones de tu mente algún rastro de mí y te aseguro que no encontrarás nada...-digo en un susurro antes de finalmente desvío la mirada del exterior y clavarla directamente en ella.-te diré todo a cambio de que me ayudes...-Samuel deja salir un suspiro frustrado ante mi estúpida y quizás alocada idea.
-Como si ella fuera a hacer una cosa así después de todo lo que le dirás...-poso la mirada sobre él y le ruego en silencio que ponga de su parte para brindar algo de paz a mi desquiciada mente.-busca otra salida, te lo ruego Gabriel...-se acerca unos pasos hacia mí y coloca una mano sobre mi hombro. Sé que sabe tan bien como yo que no existe un segundo camino.
-Lo haré...-dice ella de repente atrayendo la atención de ambos. Se ve tan segura de esto que casi me convence de que lo hará.
-No digas eso si aún no sabes nada...-le dice Samuel mientras se acerca unos pasos a ella. Creí que debía acercarme para apartarlo de ella, pero en su lugar, ella baja los escalones y se acerca lentamente a él, sin quitarle la mirada.
-Si he dicho que lo haré, es porque así será, así que quítate de enfrente y déjame acercarme a Gabriel...-por primera vez desde que volvió a mi vida, veo como Samuel da su brazo a torcer y se hace a un lado para dejarla acercarse a mí.Ella avanza lentamente hacia mí, sin dejar de mirarme y se detiene a un paso de distancia. Hay tanto que decir, tanto por sacar, tantos sentimientos que revelar y tanto dolor por exponer qué no sé cómo se lo tomará.
-¿Estás segura de que deseas saber todo?...-pregunto en un susurro. Esta es su última oportunidad para negarse y quizá también la mía.
-Muy segura...-suelto el aire que tengo en mi cuerpo y asiento lentamente con la cabeza. Entonces se hará su voluntad.
-Muy bien...-giro la cabeza hacia Samuel y él, para mi sorpresa, sigue en el mismo lugar en el que lo dejó Valeria luego de que lo enfrentó.-dejo la empresa un rato en tus manos, no hagas un desastre o te mataré...-entrecierra los ojos y suelta un pesado suspiro en respuesta. Por más que odie esto, él sabe que es la única forma.Le hago una seña a Valeria para que avance y cuando lo hace, yo la sigo. Tengo en mente el sitio para revelarle todo lo que debo decir y aunque no signifique nada para ella, para mí si lo hace y eso es suficiente.
Presiono el botón del ascensor y este cierra las puertas para bajar al primer piso. Me siento endemoniadamente sofocado y terriblemente cansado por la falta de sueño y quizá en parte por la falta de comida en mi cuerpo.
-Debemos pasar a comprar algo en el supermercado...-sus palabras me sacan de órbita por unos segundos y ella al notarlo me aclara la duda.-¿crees que no sé que has vomitado la comida?...-pregunta con fastidio. Suelta un suspiro y vuelve su mirada hacia las puertas del ascensor.-me aterra lo poco que comes, lo poco que duermes y la imagen de sanidad que intentas darle a todos...-creo que se refiere a la imagen del seductor más grande de la ciudad o al mentiroso más grande de la historia.-te estás matando Gabriel y no sé cómo detenerte...-no sé cómo podría explicarle a ella y todos que esa es mi meta principal. Ya estoy lo suficientemente cansado de luchar contra todo. Quiero morir y ser libre de una buena vez.
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Condena Prometida. ♧ [Completa]
RomanceSegunda parte de: Tentación prohibida. ♤ La condena que ella le envío ese día en su oficina parecía cumplirse día a día durante dos largos años desde que la vio por última vez, cada día se sentía peor la soledad y su infierno tomaba más fuerza. Ya...