Ella me guía hacia el exterior, al callejón más cercano a la empresa y en el que sólo hay basura, agua sucia y olor a vómito. Me detengo en el sitio y ella, al ver que no la sigo, gira rápidamente hacia mí y me mira con una especie de súplica en la mirada.
-No planeo ir más adentro de este pestilente sitio...-ella junta sus manos frente a su rostro y me hace cara de súplica. Su actitud empieza a ponerme los nervios de punta.-Eda...-al ver que no me muevo, ella se acerca corriendo hacia mí y me arrastra hasta que quedamos junto a la caja metálica de basura.-espero que haya una gran escusa para que esté pisando esta mierda...-se aleja unos pasos y alza el documento que lleva en la mano hasta que queda frente a mi rostro.-¿y esto que es?...-pregunto observando el objeto frente a mí. Sé que es sobre mí, pero necesito explicaciones.
-Samuel me contó que usted andaba buscando algo de información que le fue robada de su archivo...-eso me saca de órbita por unos segundos. No puede ser posible que ella haya conseguido esto.
-¿Esta todo aquí?...-digo antes de tomar el documento de sus manos. Es imposible que esté todo aquí.
-También esta la de Valeria Rowell...-todo en mi sistema se detiene de golpe e incluso mi acción de abrir el documento para comprobar lo que ha dicho.
-¿Estás diciendo que los documentos que fueron robados del archivo de Valeria y del mío están aquí en mis manos?...-sé que eso es exactamente lo que ha dicho, pero no puedo creerlo.Un asentimiento de cabeza responde a mi repentina duda y el pánico invade mi sistema de golpe. No entiendo una mierda de nada y menos como mierda ha conseguido ella esto.
-Y eso no es todo...-ella observa la entrada del callejón con cautela e inseguridad antes de posar su mirada nuevamente en mí.-ahí dentro hay una orden de captura contra usted por el asesinato de una mujer llamada Victoria...-mi sangre se hiela en menos de un segundo, mi cabeza comienza a dar vueltas y mis piernas parecen querer dejarme caer en este nido de suciedad.-¿sabe quién es?...-asiento con la cabeza mientras me sostengo de la caja de metal frente a mí.
-¿Sabe que documentos hay aquí sobre Valeria?...-asiente con la cabeza rápidamente y se acerca para susurrar la respuesta. Me quedo de piedra cuando ella responde lo que ya suponía: todo lo que deseaba ocultar de Valeria está en este documento que tengo en mi mano.-esto se está yendo a la mierda...-no tengo más opción que decirle a Valeria toda la verdad o quien sea que haya tenido este documento le dirá en cuanto se le presente la ocasión.
-Debe saber quien tenía esto bajo su poder era un abogado que vino del extranjero...-alzo la cabeza lentamente y clavo la mirada en ella. Rio sin pizca de humor cuando todos los hilos se entrelazan.
-Déjame adivinar...-digo apretando los puños con fuerza. Suelto el aire antes de continuar.-¿es un abogado con un profundo odio hacia mí?...-ella me mira con el ceño fruncido y asiente lentamente con la cabeza.Una ola de rabia, fastidio, odio y deseo de venganza invade mi sistema rápidamente. Se acabó el papel de buen hermano, le voy a reventar la puta cabeza a ese imbécil en cuanto tenga la oportunidad.
-Estoy segura de que él sabe que le he robado los documentos, pero no podía quedarme de brazos cruzados cuando sé que son suyos...-eso me pone alerta de golpe. Ahora entiendo porque llegó tan nerviosa a la empresa y porque esta vigilando la entrada del callejón.
-Se lo agradezco mucho, esto es muy importante para mí...-coloco una mano en su hombro y le regalo una pequeña sonrisa.-le aseguro que no le sucederá nada, me voy a encargar de que esté a salvo...-ella asiente con la cabeza y me regala una pequeña sonrisa. Sin embargo, esa promesa fue algo que no pude cumplir.En cámara lenta vi como la mirada calmada de ella se dirigió hacia la salida del callejón y en un segundo la tranquilidad se evaporó de ella. Sigo la línea que siguió su mirada hace unos segundos y de inmediato capto lo que le ha robado la paz.
Un auto negro se ha detenido en la pura entrada del callejón, no hay ningún vidrio abajo y por lo que se puede notar están blindados. Ella gira su rostro hacia mí y puedo notar que el pánico ha invadido su sistema.
Las palabras "Ha venido a matarme" salen de sus labios en un susurro apenas audible. Niego con la cabeza en respuesta y poso la mirada en el auto nuevamente.
-Gabriel...-dice un poco más duro. No puedo despegar la mirada del auto por miedo a que abra la ventana y le hagan daño a ella.-yo sé que eres inocente...-giro mi rostro lentamente hacia ella. Hay tanta sinceridad en su mirada.-sé que podrás ser libre...-la respuesta venía subiendo por mi garganta cuando el sonido de vidrio del auto bajando me interrumpió.
Ambos posamos la mirada en el y ella de inmediato se coloca frente a mí. Entiendo rápidamente lo que pretende hacer cuando extiende sus brazos hacia ambos lados para darle el mensaje a quien sea que está en el auto que ella será el escudo ante cualquier ataque.
-Eda...-digo en un susurro. El cañón de una pistola sale por la ventana y el ruido sordo del silenciador me indica que ha enviado un ataque. La bala se adentra en el escudo humano que tengo frente a mí y la hace retroceder hasta que pega con mi cuerpo.-oye...-la sostengo con ambos brazos para evitar que caiga en este sucio suelo y clavo la mirada en el auto. Por si ese primer ataque no sirve, el pistolero envía un segundo golpe que le da en el lado derecho del pecho.
El sujeto que ha disparado me deja ver su rostro y de inmediato lo reconozco. Esa maldita sonrisa orgullosa por haber arrebatado una vida y esa puntería que jamás falla.
Por un instante todo a mi alrededor se oscurece y lo único que veo es al bastardo hijo de puta alejarse triunfante. Quizá su diversión es asesinar de forma cruel y despiadada, pero la mía será arrancarle la puta cabeza.
-Gabriel...-su voz me hace volver a la realidad. Bajo la mirada hacia ella y de inmediato me percato de la sangre que sale desbocada de su abdomen.
-Tranquila Eda, estarás bien...-la tomo en mis brazos y la alzo para llevarla a la empresa. La sangre que sale del lado derecho de su pecho mancha mi traje conforme avanzo con ella por la acera y por alguna extraña razón trae los recuerdos de ese día.*Latido* *Latido* *Latido*
-Tranquila Victoria, estarás bien...-digo mientras presiono la herida de su pecho con mi mano. Sale tanta sangre que me aterra estar haciéndole daño en lugar de controlarla.
-Gabriel...-dice entre gemidos mientras sujeta mi mano. Me rehúso a rendirme con salvarla, pero su mirada me da a entender que no hay salvación.*Latido*
Entro a la empresa y coloco el cuerpo de Eda sobre el piso para presionar la herida de su abdomen. No deja de salir sangre y su rostro está pálido ha más no poder.
-Señor...-la voz de la recepcionista se escucha en eco en mi mente por la falta de aire o quizá por el miedo que siento ahora mismo.
-Resiste...-digo mirándola a los ojos. Alzo la cabeza y de inmediato me percato de que hay mucha gente a mi alrededor.-dejen de mirar y llamen a la puta ambulancia...-digo con rabia. Me quito el saco y lo coloco sobre la herida en su abdomen.
-Gabriel...-alzo la mirada rápidamente en cuanto escucho la voz de Valeria. Si ella supiera que ya he pasado por esto.
-Yo...-la mano de Eda se coloca sobre la que tengo en su abdomen y me hace bajar la mirada hacia ella.-no te duermas...-su cuerpo tiembla ligeramente y la sangre que brota de la herida sigue saliendo desbocada. La bala tuvo que haber perforado algo.-resiste por favor...-le pido, a pesar de la sangre que sigue saliendo y del dolor que sé que esta sintiendo.-te lo pido...-mi corazón se detiene por unos segundos y reanuda su marcha a un ritmo más acelerado cuando ella me regala una sonrisa antes de cerrar sus ojos lentamente para no volverlos a abrir más.-no...no, no, no, no...espera espera, no...te...te lo...te lo pi...te lo pido...abre los...abre los ojos...no...¡VICTORIA NO!...-digo en un grito mientras lágrimas desbocadas bajan por mis mejillas.
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Condena Prometida. ♧ [Completa]
RomanceSegunda parte de: Tentación prohibida. ♤ La condena que ella le envío ese día en su oficina parecía cumplirse día a día durante dos largos años desde que la vio por última vez, cada día se sentía peor la soledad y su infierno tomaba más fuerza. Ya...