Capítulo 3

64 7 0
                                    

La princesa del reino Tanalar Adelaida Raissa se encuentra sentada frente al enorme espejo de su tocador mientras su sirvienta Mily peina su larga cabellera.

– Sin duda mi lady cada día es más hermosa - dice con una sonrisa orgullosa.

– ¿ Eso crees ? - pregunta viéndose al espejo dudosa.

Al terminar de observarse baja la mirada con aburrimiento lo cual es malinterpretado por la joven sirvienta a su lado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Al terminar de observarse baja la mirada con aburrimiento lo cual es malinterpretado por la joven sirvienta a su lado.

– No este triste estoy segura de que Sir Rass se enamorara de usted cuando la conozca y su matrimonio no será tan malo.

La princesa sonríe de lado - Eso nunca ha sido mi prioridad lo único que necesito es tener una buena relación con el no importa si existe amor de por medio o no.

– Pero princesa de pequeña siempre soñaba con casarse por amor.

– Esos solo eran sueños de una niña pequeña la vida real no es un cuento de hadas Mily.

La pelimorada se queda en silencio observándola con lástima, su señorita había sufrido tanto que ya no buscaba ningún tipo de amor de parte de nadie y mucho menos lo esperaba.

– Mi lady ¿ qué le parece este vestido ? Se verá hermosa en el.

– Me gusta lo usaré - la chica lo deja sobre la cama para después salir de la habitación.

La pelifuscia procede a cambiarse para después salir de la habitación junto a su sirvienta y Sir Conrad en dirección hacia el jardín llevando un libro entre sus manos dispuesta a distraerse un poco.

Al llegar toma asiento sobre una pequeña manta bajo la sombra de uno de los árboles mientras a lo lejos su caballero y sirvienta personal la cuidan.

Abre el libro para continuar en la página en donde se había quedado la última vez el libro era su favorito contaba la historia de una joven campesina que había sido secuestrada y por azar del destino llegó al palacio del rey en donde con trabajo y esfuerzo logró convertirse en una mujer poderosa y respetada por todos.

Estaba tan entretenida en su lectura que no se dio cuenta cuando madre e hijo de la familia Rass daban un paseo por el jardín.

Al hacerlo de inmediato le ordenó a sir Conrand y Mily que se escondieran y al percatarse de que aún no había sido descubierta se escondió detrás de unos arbustos.

Ambos parecían hablar de algo importante y si ella quería conseguir información era esencial escuchar su conversación.

– Pero madre ya la viste ¡ No habla y parece que no parpadea ! ... ¡ Es como una estatua ! No quiero casarme con alguien así - se queja el pelirrojo antes de ser golpeado por el abanico de la peliceleste.

– Carsein de Rass baja la voz - lo regaño de forma seria y amenazadora.

– Además todo el mundo dice que es una mujer malvada estoy seguro que solo esta detrás del poder de nuestra familia.

Pequeño Tulipán / EADonde viven las historias. Descúbrelo ahora