Capítulo 8

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— ¿¡ De qué estás hablando !? - pregunta frunciendo ambas cejas sintiéndose enfadado.

— No pienso estar con un hombre que actúa de forma cariñosa en público con otra chica en mi presencia.

— E-eso... ¡ No es así ! - trata de defenderse.

— Si lo es Sir Rass no soy tonta debido a sus acciones justo ahora seré el as me reír de los nobles lo cual no pienso pasar por alto.

— Se que no nos amamos pero existen reglas que debemos cumplir las cuales he seguido al pie de la letra desde que llegué a Castina a comparación de usted.

—  No soy una mala persona lo dejaré libre para que pueda estar con quien quiere en realidad - sin más toma su pequeño abanico dorado con decoraciones rojas entre sus manos para después marcharse dándole la espalda.

— Le informaré a los duques sobre ello no se preocupe no haré nada que lo perjudique - antes de hacerlo le sonríe de lado de forma amable sin ninguna mala intención y de forma genuina.

— Y también le informaré a la emperatriz de Tanalar - habla refiriéndose a la mujer que usurpa el puesto que por derecho le corresponde.

Antes de poder empezar a alejarse es tomada por la muñeca por una mano fuerte y firme sin darle tiempo de reaccionar haciéndola girar sobre sí misma.

Encontrándose con la mirada azulada del chico el cual permanece en silencio tratando de buscar las palabras adecuadas.

— No iré a ningún lado Sir Rass ya puede soltarme - sin darse cuenta aún la tenía sujetada de la muñeca.

— Ah lo siento - de forma suave la soltó.

— Lamento si te di una mala impresión sobre mi no soy el tipo de persona que crees y Lady Aristia no es mi amante solo somos amigos desde la infancia nunca ha pasado nada inapropiado entre nosotros.

— Lo que has escuchado en parte es verdad no mentiré eres mi prometida y mereces saberlo no puedo ofrecerte amor porque tengo sentimientos por ella.

— Aunque sea un matrimonio por convenecia no te faltare al respeto y no te seré infiel no soy ese tipo de hombre si te conviertes en mi esposa te tratare como tal aunque no te pueda amar.

— Siempre cuidare de ti y velare por tu bienestar incluso por encima del mio.

— Así que piénsalo si aún deseas romper el compromiso no te detendré.

Ya habían pasado dos días desde el incidente en el palacio imperial Adelaida se había convertido en el tema principal de los noble todo el mundo hablaba sobre ella.

Muchas señoritas estaban encantadas con ella y la halagaban diciendo lo valiente, fuerte y elegante que era.

Así que la princesa no iba a desaprovechar tal oportunidad y conseguir aliados así que las invito a una fiesta de té en la mansión Rass.

Después de todo era consciente de que no podía romper su compromiso así que al menos se volvería poderosa y tendría aliados fieles para que la ayudarán con su propósito de acabar con su hermana y madrastra de una vez por todas.

— Termine mi lady - la de cabellos morados se aparta orgullosa para observar el increíble peinado que le había echo a su señorita.

— Me gusta - sonrió para después terminar de retocar por última vez su maquillaje.

— ¿ Mi lady esta segura de esto ?

— Claro que si Mily si quiero lograr mi objetivo necesito aliados.

Levantándose de la pequeña silla que estaba frente a su espejo se coloco unos dedicados guantes de encaje de color blanco antes de salir a recibir a sus invitadas.








Pequeño Tulipán / EADonde viven las historias. Descúbrelo ahora