Maleficio

5. Matrimonio Prince Black.

—Rapido, Rápido, ya va a venir.
Apresuró Sirius alertando a sus compañeros, estaban en el gran comedor antes del almuerzo dejando acomodado un platillo con melaza de moras, era el único y sabían que solo Crouch tomaría ese plato pues era su favorito en postres, pensaron en un pastel de vainilla tal vez pero era un sabor y aroma que todos querrian probar, antes de que inicie el almuerzo se fueron corriendo a su mesa y se sentaron disimulando.
Sabían que funcionaria habían observado a Crouch de forma discreta por dos semanas para saber en que lugar se sentaba, de qué lado, con quien, aunque no era necesario tanto pues sabían con quien se sentaban aunque no sabían de qué lado.
La prueba iniciaría pronto, más pronto de lo que pensaron pues en menos de siete minutos las serpientes ingresaron charlando con ese porte tan elegante que siempre tenían y como había sido calculado Crouch se sentó frente a la melaza, y tomo ese postre para afirmar que era suyo y de nadie más.
Tuvieron que esperar veinte minutos a que comiera al fin la melaza y no notaron ningún cambio, no se veía tan bobo y loco como habían visto a Severus hace dos semanas pero si notaron que volteaba a ver demasiado a Peter y que este se sonrojaba cada vez que la serpiente sonreía hacia él, solo bastó eso para saber que la poción de su amigo había sido realizada correctamente.

Regulus hablaba del campeonato de quidditch de ese año, el capitán del equipo aún no había dicho nada, de hecho nadie decía nada al respecto cuando notó que Barty sonreía demasiado a la mesa de Gryffindor, no dijo nada, no tenía por qué juzgarlo pero su actitud tan repentina era algo sospechoso, y si antes había mirado con anhelo hacia esa mesa había sido más discreto en ese entonces.
—¿Puedo probar de tu melaza? Quiero saber por qué es tu favorita— preguntó Dylan tratando de meter su cuchara en la melaza de Barty recibiendo un manotazo de este retirando con velocidad su plato.
—No, es muy poco y quiero disfrutarlo todo— dijo con el ceño fruncido comiendo receloso—. Puedes pedir en las cocinas, o tal vez se apiaden y mañana o en la cena lo tendrás de postre también— dijo ante la mirada triste de su compañero terminando su postre con una sonrisa y la imagen de Peter sonrojado invadiendo sus pensamientos cada segundo.

—Funciona eso es más que claro, ahora como lo usaremos en las ser...
—Ahora que lo pienso no tiene nada de broma usar las pociones, claro que el Crouch enamorado será gracioso... Pero no nos beneficia en nada— dijo al fin Lupin pensando seriamente en quien usarlo y con que fin—. A no ser que de verdad queramos enamorar a las serpientes.
Cada uno había decidido ya a quien darle la poción aunque ahora que lo ponían así no tenía sentido, si quisieran enamorarlos para romperles el corazón luego, sería comprensible pero lo harían sin poción alguna, y definitivamente sería un martirio para ellos soportar a las serpientes encima todo el tiempo.
—Lunático tiene razón, es decir desde su punto de vista no querría tener a Malfoyado detrás de mi todo el tiempo, y con lo ostentoso que es... No gracias— habló James dándole la razón a Lupin—. Por mi lado, por más gracioso que me parezca aparte de soportar al mocoso Slughorn también tendría que soportar a su padre, porque los padres son celosos.
Alegó algo que por supuesto había sido mentira porque si bien le había dicho a sus amigos que iba a usar la poción con Slughorn hijo, en realidad iba a usarlo con el pequeño Black alegando alguna confusión para que Sirius no lo matara.
—Eso quiere decir que le di la poción a Crounch en vano porque mis amigos se están echando atrás y se están acobardado, bien, pero en cambio tengo que soportar a Crouch detrás de mi.
—Tranquilo Colagusano, no todo es tan malo para ti, puede comprarte los dulces que quieras— trató de tranquilizar Sirius a su amigo—. Lunático a ti podrían comprarte la fabrica de chocolates más grande del mundo si se lo pides a Malfoy, y tu Cornamenta... Bueno no se me ocurre ningún beneficio para ti, en cambio en mi caso si sería un desastre porque tendría que soportar al grasiento, aburrido, mala cara, y casi muerto Quejicus, ¿saben qué? si es una mala idea, además Peter solo será una semana, solo una semana y se le pasará el efecto, puedes sobrevivir a eso.
Animó al final, trató de convencer a sus amigos terminando al contrario retractándose él mismo.
—Una semana— repitió Pettigrew dándose fuerza comiendo un ratón de gelatina y terminando así su comida, ese día les tocaba transformaciones con Ravenclaw, tres horas que parecerían días pues no eran muy divertidos.