10. Inundacion en las mazmorras.

219 23 0
                                    

Había pasado apenas un día, las serpientes estaban inquietas, la información que conseguía Lily era medianamente útil, por no decir inútil, algunos detalles que conocían y otros que no, como que Peter solo conoció a su mamá y esta no hablaba de su padre jamás.
Y algo que era más que sabido era su timidez y la forma en la que anteponía a sus amigos antes que a sí mismo, algo que no apreciaban los merodeadores pues gracias a eso su autoestima estaba olvidada en algún lugar de Hogwarts.
Aún no tenían como acercarse, ultimamente Remus había pasado más tiempo con Peter pero vamos... Podrían distraerlo y debían hacerlo, aunque solo había pasado un día, no había mucho que hacer con tan poco tiempo.

Por otro lado los leones tenían todo preparado, con el hechizo de casco burbuja en mente que suponían se rompería en cuanto lanzaran las bombardas, habían decidido hacerlo ese mismo domingo en la mañana, algo muy apresurado si le preguntaban a Remus, pero la adolecencia pega fuerte y como cualquier muggle los magos también eran inquietos, imprudentes, hormonales y estúpidos.
—Vamos.
Habló James junto a sus amigos que en traje de baño y casco burbuja se hundieron en el lago negro, debían nadar mucho o no mucho unos cincuenta metros tal vez más, o tal vez menos, sabían que las serpientes la mayoría estarían en la sala común o en sus dormitorios así que no les preocupó mucho en qué habitación terminar para lanzar el hechizo.
Nadaron treinta metros y se podían ver las ventanas del salón de pociones de primer año, un poco más abajo de los cursos avanzados y bingo, lograron distinguir la recamara de algunas serpientes, eso debía ser, no por nada habían camas ahí.
Sirius nadó un poco más cerca para ver mejor junto a Peter, se miraron y sonrieron maliciosos llamando a sus amigos, la vista era perfecta, podían ver como sus cinco enemigos estaban en una habitación aún en pijama, Severus estaba frente a ellos hablando de algo con sus amigos.
Nadie debía verlos pero eso fue cosa del pasado, de todas formas sabrían que fueron ellos, Severus vio sobre la cabeza de sus amigos y la sonrisa que tenía hace segundos desapareció cambiando a una expresión de horror.
—No... ¡Salgan de aquí, que todos salgan de las mazmorras, RÁPIDO!
Alertó Severus empujando a sus amigos a la salida teniendo especial cuidado con Regulus pues no sabía nadar.
Los merodeadores tomaron sus varitas y amablemente Sirius decidió guiñarle a Severus antes de que este saliera de la habitación.
—¡Bobarda!— dijeron los cuatro, la idea era solo quebrar un par de ventanas pero con la magia concentrada hicieron volar la mitad del muro siendo arrastrados por el agua hacia la habitación de las serpientes.
Presas del pánico todo el mundo intentó salir despavorido entre empujones, aquellos más afortunados pudieron crear un impedimenta otros un casco burbuja, pero la presión del agua era demasiada en cuestión de segundos la sala común estaba bajo agua.
Podrían llamar loco al profesor Slughorn pero podía ver como el agua salía del suelo filtrándose por las rocas del dormitorio, no tenía que pensarlo dos veces para saber lo que ocurría.
Con un hechizo pudo controlar el agua lo suficiente para vencer la fuerza de la misma y dejar salir a sus estudiantes.
Habían muchos gimoteos, muchos expulsaban el agua de su cuerpo al salir, Lucius Malfoy se encontraba inconsciente, Regulus, Aiden, Narcisa, Gideon, Dylan, Severus y muchos de los primeros cursos no dejaban de toser; los afortunados que habían conjurado el hechizo casco burbuja solo se encontraban mojados al igual que los que habían usado un impedimenta para poder aguantar la respiración.
Luego estaban los merodeadores que ni menos salieron empezaron a reír burlándose de la cara que habían puesto todas las serpientes, Sirius ignorando por completo que su hermano casi moría y que Severus se encargaba de cuidarlo.
No tuvieron que explicarle nada al profesor, las palabras estaban demás, cuatro Gryffindor entre serpientes luego de que por alguna razón un muro estallara, explicar eso sería estúpido puesto que los muros no explotan solo así y en la habitación de la persona que tanto molestaban, eso no se quedaría así.
—Todos vayan a la enfermería lleven con prisa al señor Malfoy, en cuanto a ustedes...—señalo al cuarteto de bromistas—. Están castigados y no solo estarán obligados a reparar los daños y de eso me voy a asegurar.
Amenazó llevándose al cuarteto también a la enfermería, al dejarlos ahí fue al despacho del director donde afortunadamente estaba Minerva, no tendría que volver a explicar los hechos.

MaleficioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora