15. Veintiséis de diciembre.

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Había escándalo, mucho escándalo, después de una noche tan activa, no quería levantarse, nadie quería levantarse pero el dolor de espalda de algunos los obligo a levantarse por ejemplo Lucius que estaba en un sofá con una frazada muy pesada, tenía un dolor en el cuello que ya no soportaría y el brazo adormesido.
Abrió los ojos y lo primero que vio fue una cabellera castaño claro, tenía que empujar a Barty para que se levantara de una vez, estaba por botarlo el piso cuando volteó su rostro, esa cicatriz que casi no se notaba en el rostro, Lupin estaba durmiendo más que plácido sobre él, sin camisa, ambos estaban sin camisa, prefirió no levantarse pues así evitaría por más tiempo el dolor de cabeza pero la emocion y esa sonrisa en el rostro no se iba, Remus había dormido con él.
Sintió una mano en la pierna, eso lo asustó demás, sabía que no estaba en su habitación pero alguien le estaba tomando la pierna.
Era la mano de Dylan que se apoyaba en su pierna y él brazo del sofá, estaba con los ojos cerrados tratando de que el dolor pasara. Sin camisa igual que Lucius pareciera que en lugar de jugar por shot jugaron por prenda.
—Necesito un café —dijo Dylan antes de seguir el camino a su habitación, pensando en que no servían café en el gran comedor.
Al entrar a su habitación no se sorprendió de ver la cama de Barty con las persianas cerradas y un camino de ropa, recordatorio que a medio juego se había llevado a Peter a la habitación, lo que si le sorprendió fue ver un par de colchones en el suelo y cuatro cuerpos dormidos, estaban Regulus y Severus durmiendo abrazados en medio de dos Gryffindor, Sirius abrazaba la cintura de Severus y Potter la cintura de Regulus una vista para nada agradable, los dos extremos sobraban ahí y fue mucho peor ver los chupetones que tenían los dos del medio, de ellos no recordaba nada en la noche, fue hacia su cama y tomó un poco de agua antes de buscar su ropa en el baúl, algo simple de todas formas solo iba a desayunar, y esperaba que su padre no hubiera llegado.
Antes de irse y aprovechando que seguían dormidos decidió tomar el tintero y una pluma y dibujar una imagen vulgar en el rostro de los leones, así se veían mucho mejor y emprendió un lento camino al gran comedor, parecía un zombie.
La noche había sido más que divertida para todos los asistentes, Lily había decidido irse a dormir después de beber un Shot en el ombligo de James, estaba demasiado ebria para eso.
Las otras serpientes se fueron a dormir paulatinamente, cada quien a su habitación y sin camisa, hacia calor y no querian asfixiarse en la sala común, otros se fueron con nauseas al baño debían desechar todo ese liquido combinado con frituras, no se levantarían ni a la hora del almuerzo y estaban bien con eso.
Remus sintió frio en la espalda y hambre, ya era la hora del almuerzo y no había comido ningún chocolate, quería chocolate.
Se levantó sin fijarse de nada tropezando con una remera de lana café, se parecía a su remera, la tomó del suelo y se la colocó al revés ignorando al rubio que se sentaba en el sofá frotando su brazo y buscando sus pantalones, fue entonces que Remus recordó todo con dolor de cabeza. No tenía la cara para enfrentar lo sucedido asi que solo se despidió y hecho a correr a la torre de Gryffindor.
Peter tenía dolor de espalda, sentía que no podría levantarse y tampoco quería hacerlo, tenía el cuerpo entumecido y el aroma de Barty tan cerca de su rostro.
«Mierda es hermoso».
Fue lo único que pudo pensar Peter viendo al menor con el cabello cubriéndole la cara.
—Buenos días, amore mio.
Saludó Barty, eso no era buena señal ¿o si? Peter estaba sonrojado y solo respondió con un inaudible "Buenos días", aunque no era lo que la serpiente esperaba estaba feliz, solo quería despertar de ese modo con Peter, todos los días.
—Tengo hambre— susurro Peter, no quería despertar a los demás seguro tendrían dolor de cabeza y no quería enfrentar regaños por eso.
—Nadie nos escucha, puedes hablar normal, o gritar como anoche.
Debía ser una broma, Pettigrew no recordaba nada al respeto solo que le habían quitado la parte superior de la ropa y algunos besos de Barty, no recordaba en qué momento habían ido a la habitación del menor o en qué momento había quedado solo en ropa interior.
—¿Estas jugando verdad?
Fue lo único que podía preguntar, no quería pensar en que había perdido la virginidad esa noche, y sin protección pues no había nada en el suelo que indicara lo contrario.
—No, de verdad gritaste mucho anoche, te caíste de la cama un par de veces y caíste de senton en una perdida de equilibrio —explicó Barty, esas imagenes llegaron de golpe al escucharlo—. En qué pensabas mi Ratoncito, no iba a aprovecharme de ti de esa forma, cuando lo haga quiero que lo disfrutes y recuerdes.
Era un alivio escuchar esas palabras pero no lo suficiente, había logrado un sonrojo en su Ratoncito, estaba más rojo que un ciruelo y era una vista hermosa, se quedaron un rato más en la cama hasta que se armaron de valor para salir.
No era mentira lo que había dicho Barty pero si tenía intenciones de hacerlo, estaba a punto de hacerlo pero recordó que Peter estaba demasiado ebrio al igual que él y a pesar de que había logrado hacerle unos chupetones y morderle el brazo como signo de pertenencia no habían pasado a más, aunque ambos lo hubieran deseado.
Regulus y Severus tardaron mucho más en despertar, se perdieron el almuerzo y aún así no querían levantarse o abrir los ojos en su defecto, estaban demasiado cómodos y calentitos.
Severus empezaba a asfixiarse, había demasiado calor, removió un poco a Regulus despertándolo en el proceso, este se apegó un poco más al mayor y luego lo soltó para levántense también, empujó la mano que estaba en su cintura y se apresuró a ir a su cama y sacar ropa de su baúl, aun veía todo borroso o doble, no quería recordar nada por el momento hasta que comiera algo, tomó su toalla y fue directo al baño, necesitaba una ducha.
Los leones en la habitación solo se sentaron sobre los colchones observando el resto de cortinas esmeralda y plateado, observaron a Severus buscar entre su baúl, no hicieron preguntas sobre las cicatrices de su espalda, en cuanto salió Regulus del baño Severus entró corriendo, la molestia en su estómago no le hacia pensar en otra cosa mas que correr al baño y vomitar todo el alcohol que había bebido.
Regulus soltó una pequeña carcajada viendo el rostro de su hermano y Potter.
Severus salio luego de diez minutos con una toalla alrededor de la cintura, Regulus seguía ahí y el partido de leones no estaban enterados de nada, Severus observó sus rostros y soltó la misma carcajada reprimida de Regulus.
—Buenas tardes Picasso— saludó el menor a su hermano arrojándole un espejo, este lo tomó y no podía creer que tuviera la cara pintada, observó a James y estaba del mismo modo.
Le pasó el espejo y trató de limpiarse la cara, la tinta tardaría en perderse.
Las serpientes abandonaban la habitación con un par de sonrisas en el rostro, todas las camas estaban vacías así que no se molestaron en ir a ver si había alguien por ahí o en la sala pues todo estaba limpio y ordenado a esas horas.
Decidieron ir a las cocinas ya que aun no era hora de la cena, esperaban que el resto hubiera despertado mejor.
Jamás y Sirius intentaron de todo con los jabones que había en el baño, la tinta no salía ni tallando con fuerza, tendrían que vengarse de quien fuere que les hizo aquello, decidieron tomar sus cosas, vestirse y marchar hacia la torre de Gryffindor donde Lily tomaba un vaso de chocolate caliente, deseamos tener su autocontrol pues parecía que no le había afectado la bebida.
A la hora de la cena todos bajaron a sus mesas, Rosier estaba demasiado pegajoso con Lovegood, al igual que Barty con Peter que lo había jalado a la mesa de las serpientes para cenar juntos.
Era demasiado tarde para que llegara el correo y aún así llegó, a la mayoría de serpientes les llegó una carta, una invitación, a Severus por otro lado le llegó la invitación y un paquete de la tienda de túnicas de Madame Malkin.
—Bien, están... Oficialmente invitados a la cena de año nuevo de mi familia— dijo Lucius comiendo algo de ensalada y puré, no estaba entusiasmado para nada y aún no se recuperaba de la resaca de ese día, si bien había despertado a gusto el dolor y sensación de vacío en el estómago lo habían puesto de mal humor.

En la mesa de los leones todos con una cara de muertos observaban la mesa de las serpientes, no entendían como lograban siquiera leer, el dolor de cabeza era intenso y la luz casi los cegaba, Lily aun seguia tranquila observando a todos pues aparte de una cara de pocos amigos parecía que querian enterrarse bajo sus ensaladas.
—¿Por qué tan serios? —Preguntó tomando un poco de jugo de calabaza.
—Porque... No recordamos todo lo que hicimos anoche aparte de que amanecimos con la cara pintada.
Le recordó Sirius a la pelirroja, era cierto que no recordaba mucho, pero si lo más importante, recordaba a Severus riendo y siendo acorralado contra un muro, recordaba haberle hecho algunas marcas en ese pálido cuello, eso podría atribuirlo a la bebida pero el hecho de casi llevarlo a la cama, no, recordaba haberlo recostado sobre una cama y continuado con los besos más intensos que había dado jamás, recordaba haber caminado por la habitación quitándole la ropa a su enemigo y eso lo tenía pensativo, si no fuera por James y sus estúpidos celos de hermano mayor, pues también recordaba que su mejor amigo estaba en la misma situación con su hermanito.
Lo hubiera matado ahí mismo si no hubiera estado tan ebrio y si James no le hubiera suplicado por su vida.
Su mejor amigo, con su hermanito, primero muerto.

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Este fue corto, perdón, tengo un pequeño bloqueo creativo, perdooooon.
Bueno ya no sé qué más decir, abriguense o cuidense, estoy que me muero porque me enfermé, fuera de eso... Nada, qué rayos anda haciendo Horace fuera de la escuela? En fin eso es todo disfrutenlo, abriguense, coman bien, usen protección si van a tener relaciones y cuidado con las malas amistades. Perdonen si hay faltas ortográficas y pierde el sentido en algún punto.

MaleficioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora