Capitulo 11

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El pueblo y sus alrededores se encuentran totalmente custodiados, guardias de diferentes reinos por todos lados

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El pueblo y sus alrededores se encuentran totalmente custodiados, guardias de diferentes reinos por todos lados. Casi fue una misión imposible entrar al bosque, tuvo que mantener un perfil bajo hasta que finalmente diviso su palacio. Entro por la parte de los calabozos, estos se encontraban vacíos.

Dentro del palacio el revuelo ayudo a no llamar la atención.

Servidumbre y soldados de un lado a otro, la noticia de que el Príncipe donghae, traidor del siglo había sido finalmente capturado y traído de vuelta a su reino era la alegría para las personas de los reinos enemigos. Preparaban un enorme festín y las mucamas corrían presurosas con prendas de seda y lino de colores vivos y vibrantes. Toda una celebración de victoria.

Si curiosidad fue tal que decidió echar un ojo en su antigua habitación. Está se encuentra tal y como la dejo, dentro de ella se encuentra la princesa de reino del oeste, mirando con pesadez y tal vez un poco de culpa la celebración próxima.

Su cabeza le dice que la ignore y vaya en búsqueda de los traidores, pero su corazón herido se niega a ceder a lo más lógico y decide entrar, cerrando tras de sí la puerta.

—¿Sabías que esto pasaría?

—Príncipe donghae.—se sorprende por su presencia.—Yo no...

—¿Lo sabías?.

—Si.—susurra.

Sabia que podía ser una posible respuesta, sin embargo la confirmación de su pregunta cala en su corazón lastimado.

Pensar que en diversas ocasiones se imaginó al lado de esa mujer, teniendo hijos, viviendo una eternidad felices y gobernando ambos reinos a su lado. Su respuesta fue tan letal que no pensó dos veces antes de atacar con su espada.

—¿Por qué?.

—Mi reino se estaba yendo a la ruina, perdíamos poder y dinero. Y ustedes, su reino era un país próspero y seguro de ganancias jugosas, no había mejor candidato que su reino.—explica con suavidad.—Al inicio, el matrimonio arreglado era un hecho. Me encontraba feliz, eras un hombre bueno y justo, pero luego mi padre, no más bien, el rey, fue envuelto por la avaricia y decidió aliarse con el reino del sur y tener una riqueza mayor.

La princesas se nota afligida por las decisiones de su padre. Más eso no la excluye o le quita la culpa de haber solapado los planes de su padre y no haberle advertido en su momento.

—¿Me matarás?.

—No lo se.

—Ya veo.—suspira avergonzada.—Siento mucho mis acciones y la de mi reino. No diré nada a los guardias sobre tu presencia en el castillo, mi padre y el rey del Sur se encuentran en la biblioteca.—La mujer es una belleza, desde su piel pálida y apetecible hasta los tenues y delicados rasgos faciales. La belleza en ella y el porte la hacen lucir como un verdadero ángel, alguna vez deseo que fuera su esposa, es una lástima que las cosas fueron de esa manera. La hubiera hecho la mujer más feliz del mundo.

Doncella Lee | EUNHAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora