Capitulo 14: Final

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La reconstrucción de su reino y sus alrededores le tomaron varios meses, el otoño estaba próximo y con ello su cumpleaños

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La reconstrucción de su reino y sus alrededores le tomaron varios meses, el otoño estaba próximo y con ello su cumpleaños.

La prosperidad y abundancia iba creciendo con velocidad conforme un nuevo día pasaba. La gente se incorporaba a sus tierras nuevamente, y la calma fue un hecho en su país.

—¡Rey donghae, hemos encontrado a la reina!.

No hubo necesidad de una palabra más, fue hasta el convento de monjas donde la reina madre se encontraba resguardada y escondida.

El reencuentro conmocionó a su madre quien lloró por horas y horas, realmente orgullosa y a la vez resignada, orgullosa por qué habían logrado sobrevivir y ganar la pelea de su trono, y resignada al enterarse que su padre había fallecido en batalla.

—¡Hijito mío!

Se sintió como un niño de cinco años nuevamente, rodeado de besos y mimos de su progenitora.

—Regresemos a casa, madre.

—Amado hijo, el Palacio ya no lo siento como mi hogar, mi hogar es aquí. Dónde puedo rezar y estar aislada de toda carga.—explico con dulzura.—Deseo quedarme aquí su majestad.

Le duele, pero comprende que su madre ya no siente como propio el palacio que antes fue su hogar, ahora que ya no estaba su padre para estar a su lado y guiarse mutuamente.

—Comprendo.

—No dudes en venir a visitarme cada que lo desees, niño mío.

Su madre acaricia su cabeza con dulzura.

—Su majestad.

Hyukjae, el nuevo general encargado de sus tropas llega hasta ellos y los reverencia.

Su mirada es tan delatadora que su madre no tarda en notar la relación que llevan. La mirada de Hyukjae es tan clara y abrasadora, lo hace sentir cálido y tímido.

—Madre te presentó al general Hyukjae.

—Un gusto conocerte cariño.

La mujer se muestra confundida y un poco renuente a la idea, sin embargo su mirada cambia cuando nota la pasión y veneración que profesa el guardia a su hijo.

El amor que siente por el rey es tan evidente que no hacen falta las palabras para saber que es amado y venerado como si de una deidad se tratará. Y como no, si para Hyukjae, donghae era su adoración. Sin importar el cargo que tenía, para el era solamente Donghae, el hombre que amaba más que el sol y la luna juntos.

—El placer es el mío, reina madre.

La mujer sonríe llena de gozo al notar el beso que quema en los labios de ambos.

—Me siento muchísimo más calmada ahora que se que hay alguien cuidando de mi pequeño, general Hyukjae.

Hyukjae se sorprende por las palabras dichas, sabe que no se refiere solamente a la protección, sino también a la seguridad de que su hijo es amado.

—No debe preocuparse de nada, su majestad está en buenas manos.

—Se lo agradezco joven Hyukjae.

—No es nada, lo hago desde el fondo de mi corazón.

Prometiendo volver cada que aparezca la oportunidad, se retira.

De vuelta al palacio se encuentra con la grata sorpresa de que sus amigos los fuertes guerreros los esperan.

Se siente nostálgico, antes eran cinco valientes guerreros y ahora eran cuatro, ya que Hyukjae había decidido quedarse a su lado y amarlo hasta el final de su ser.

—¡Donghae!.—kyuhyun es el primero en saludarlo.

—¡Te he dicho que no le hables con tanta familiaridad!—lo reprende Hyukjae, mientras Kyuhyun lo abraza.

Los seis entran al castillo.

—Tiene bastante tiempo que no nos venían a visitar.—les reprocha.

—Hemos estado viajando por todo el país, su majestad.—toma la palabra Leeteuk.—Fuimos convocados por el emperador antes de venir aquí.

—Ya veo, finalmente los cinco valientes, están siendo reconocidos como lo merecen.—se alegra el castaño.—Aunque insisto en qué podrían quedarse permanentemente en mi reino y no tendrían que dormir en el bosque.

—Nuestra vida está viajando, donghae.

Lo comprende, ellos aman la libertad y el conocer nuevos lugares y gente. Atarlos a un solo lugar es como robarles el deseo de vivir, es como mantener a un pequeño canario que toda su vida estuvo libre, y de un momento a otro sea obligado a vivir en una pequeña jaula.

Una jaula de oro.

—Lo sé.

—Como sea, nos encontrábamos cerca del reino y decidimos pasar a saludarlos.

—¡Claro, en Busan que está como a diez horas de aquí!—delata Kyuhyun.

—¡Kyuhyun, cállate!—lo reprende Kibum.

—¿Qué? Toda la noche nos la pasamos cabalgando para llegar temprano y darles la sorpresa.—se encoge de hombros.

Leeteuk se soba el entrecejo, agotado por tener que lidiar con tres hombres que parecen niños.

Su relación con siwon aún se encuentra un poco tensa, en reconstrucción. Al menos ahora ya le hablaba y no lo miraba con odio, era un gran paso.

—Ya que Kyuhyun nos ha delatado, supongo que no estaría mal quedarnos unos días a descansar.

—¡Genial!

Aún hay mucho por mejorar y otras por cambiar. Aun está aprendiendo a ser rey y también a ser solo Lee donghae, sin embargo, sabe que mientras Hyukjae y sus amigos permanezcan a su lado, no habrá nada que no pueda hacer.

De ser la doncella Lee, se volvió a ser el Rey Lee. Sin duda sería una historia que le contaría a sus futuros hijos.

Su futuro sería feliz mientras el amor de su vida estuviera en el.












Yo lo considero como final abierto, da pie a muchos finales.

Les agradezco por acompañarme en esta historia y espero su apoyo para futuros proyectos.

¡Muchas gracias!

Doncella Lee | EUNHAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora