~Aviso: Violencia física, verbal y sexo agresivo.~
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Acomode todo en la mesa, vino, cena, postre y unas velas que romantizaran la escena, se veía todo perfecto ya quiero ver su cara al ver está sorpresa que le prepare, camine a la habitación para mirar mi atuendo, el vestido rojo se pegaba bien a mi cuerpo, mi cabello caía en ondas por mis hombros, tome el labial rojo y lo coloque en mis labios, me veo sensacional, miro el reloj son las 10 de la noche así que no tardará en llegar.
Salgo a la sala para sentarme en la mesa a esperar que el llegué, los minutos pasan y se convierten en horas, las velas ya casi se acaban y el aún no llegaba de quién sabe dónde estaba, estaba enojada ahora, me levanté de la mesa y serví mi comida para empezar a come sola, el reloj ahora marca las 3 de la mañana, la puerta se abre y me mira con un gesto de confusión.
-Pense que estarías dormida ¿Qué es está payasada? - Se burla.
-¿Dónde estabas? - Me levanto de la mesa quedando frente a el.
-Ya te dije que no andes preguntado cosas que no te incumben - Me mira de abajo hacia arriba - ¿Qué promocionas o qué?
-¿Con quién mierda estabas? - No puedo evitar pensar que estuvo con otra mujer.
-Que dejes de preguntar - Voltea la cara dejándome a la vista el labial que tiene en el cuello.
-Tienes labial en el cuello, ni para engañarme sirves - Trato de calmarme pero su gesto de desigualdad me molesta.
-Okey.
-¡¿Dónde carajo estabas?! - Está vez mi voz no es tranquila.
-¡¿Quién mierda te crees?! - Me toma del cuello cortándole la respiración - Recuerda tu lugar idiota.
-¡Sueltáme imbécil! - Trato de quitar su mano de mi cuello lográndolo.
-Eres tan dramática, me aburres por eso busco diversión en otro lado - Me mira con asco y sigue su camino a la habitación, camino hacia la mesa tomando la botella de vino y la tiró a su lado -¡¿Estás loca?!
-¡Jodete maldito animal! - Tomo las cosas que están en las mesa y comienzo a tirarlas contra el, desgraciadamente las esquiva todas.
-Me haces salir de mis casillas - Pasa su mano por el pelo, comienza a caminar hacia a mí y trato de escapar pero consigue tomarme del brazo - Me das asco.
-Deja de decir eso y sueltáme - Lo miro a los ojos, su expresión se mantiene fría.
-¿Te duele que te digan la verdad? - Hace un gesto de tristeza falsa - Deja de llorar que no lo solucionará.