–Súbete por favor – Sinichiro me mira esperando a que me suba a su coche.
–No me voy a subir, vete a tu casa ya – Trato de ignorarlo caminando pero si carro me sigue lentamente.
–No te puedes ir sola a tu casa, te puede pasar algo – Sigue insistiendo.
–Que no, yo me puedo defender sola – Me arropó con mi abrigo, son tiempos de invierno y el frío es insoportable.
–Mira tus labios están todos morados, en mi auto te dará calor – Lo miro y por fin subo al auto mirando a otro lado tratando de evitar su mirada.
Hace unos meses conocí a Sinichiro en una tienda de motos, fui a ver los precios en la tienda resultando que el es el dueño, me ayudo a elegir una y me pidió mi número, desde ahí me empezó a coquetear intensamente.
No soy de pasar mi número a cualquiera pero el es un chico muy atractivo por lo que me cautivo a dárselo, pero me descautivo lo intenso que es.
Salimos varias veces y realmente fue muy caballeroso conmigo, pago todo, paso por mi y me fue a dejar, hizo todo lo que está bien pero me siento extraña, realmente no se que sea está sensación tan rara en mi, tal vez siento que es muy bueno para ser cierto, al final de cuenta lo hace para llevarme a la cama.
El silencio reina en el auto mientras mi mirada evita verlo y comienzo a tratar de distraerme pero mis pensamientos están revueltos, ¿Seré yo la mala? Mierda esto es malo, por fin me atrevo a verlo y quedó perpleja cuando veo como con su mano cambia las velocidades del auto, el como su mirada está centrada en la carretera, su cabello negro contrasta con lo blanco de su piel y por un momento quedó deslumbrada hasta que suelta una pequeña sonrisa y gira a verme, me pongo roja y rápidamente miro a otro lado.
–Me pones nervioso con tu mirada – Una sonrisa se escapa de el y yo sonrió.
–Disculpame, no fue mi intención – Miro nuevamente hacia la ventana y el camino lo siento más lento de lo normal, mi cuerpo me traiciona y nuevamente vuelvo a verlo y me deleitó.
No negaré que es bastante atractivo pero tal vez sea yo la del problema, a final de cuentas no tiene nada de malo ¿No? Esta vez no me avergüenzo en mirarlo y recorro todo su cuerpo, viste una playera blanca ajustada a su cuerpo haciendo notar sus brazos, mi mente comienza a maquinar miles de escenas eróticas y no puedo evitar sonreír al imaginar cada escena en mi mente.
–Debes aprender a ser más discreta – Me mira y suelta una risa, está vez es coqueta.
–No lo pude evitar – Bajo la mirada y el carro se detiene, miro alrededor y está completamente solo, las escenas en mi cabeza aparecen nuevamente.
–Perdón, está fallando el auto tengo que revisarlo – Sonríe y baja del auto mientras comienza a ver qué es lo que le pasa pero después de unos minutos lo cierra y entra nuevamente.
–¿Que pasa?
–Necesito unas herramientas, llamaré a alguien – Toma su teléfono y marca pidiendole a alguien que venga a ayudarle pero al parecer tardarán por la hora que es.
Termina la llamada y el silencio reina entre nosotros, miro al rededor y caigo en cuenta que la carretera está bastante sola y oscura, no hay rastro de gente por aquí, volteo a verlo y me topo con la sorpresa de que el igualmente me está viendo y mis mejillas se encienden al momento de que una sonrisa se muestra en su rostro.
Siempre he sido una persona que si siente que tiene que hacer algo, lo hace, por eso ahora mismo estoy tomando por la cara al hombre que tengo enfrente para darle un beso caliente sin miedo al rechazo sobre este, mis labios se mueven ágilmente sobre los suyos llevando todas las riendas sobre la situación y al parecer el también lo quiere porque no siento ningún tipo de rechazo sobre este.
–¿Puedo? – Hace una pequeña pausa el beso para pedirme autorización sobre tocar mi cuerpo, estos mismos detalles son los que derriten un poco mi corazón.
–No me pidas permiso, tu hazlo – Sus manos viajan hacia mis pechos tocandolos suavemente y con delicadeza.
No pierdo el tiempo y me subo a ahorcadas de el, mi cuerpo está súper caliente ya y tal vez no sea mala idea hacerlo en el auto, mi cadera comienza con movimientos circulares sobre su miembro mientras sus manos tocan mis pechos y mis glúteos, el vestido que traigo puesto agiliza la situación así que lo subo dejandolo en mi cintura, entiende rápidamente la situación así que comienza a desabrochar su pantalón para dejar a la vista la gran erección que posee, mis ojos lo miran con total morbo y mi mano baja para sacarlo del boxer.
Lo tomo entre mis manos y comienzo a ubicarlo en mi entrada lubricandolo con mis fluidos, sonrió mirándolo a la cara y comienzo moverme de arriba hacia abajo rozando con el pequeño botón rosa dándome más placer y provocandolo más a el, me acercó a darle otro beso caliente y los bajo regandolos por su cuello, tomo nuevamente su miembro y lo introduzco por fin en mi entrada.
–¡Joder! – Suelta un gemido tan varonil que simplemente deleita a mis oídos.
Bajo lentamente mientras mis paredes le abren paso al gran mienbro que entra en ellas, echo la cabeza hacia atrás pero el me toma del cuello.
–Mirame – Tiene la mirada fija en mi, sus ojos se ven completamente oscuros – Mírame a los ojos mientras follas conmigo.
Eso basta para excitarme aún más y hacer que mis caderas comiencen a moverse más sobre su miembro haciendo movimientos circulares, su mano sube a uno de mis senos bajando el vestido y dejándolo al aire mientras lo estruja, los gemidos se hacen presentes y no para de pensar en lo sexy que se ve mientras lo monto en su carro.
Siento el orgasmo venir así que mis movimientos se intensifican junto mis labios a los de el, sus manos rodean mi cintura moviéndome más duro sobre el y llegó al orgasmo, la ola de calor se siente por todo mi cuerpo, el espasmo se hace presente, siento su líquido caliente recorrer todo mi ser y recuesto la cabeza en su hombro dejando que toda está ola de placer pase, suspiro con cansancio y sonrió.
–Sinichiro – Mi cuerpo de queda helado al escuchar la voz de un niño pequeño y giro hacia la ventana para encontrarme con su hermano, Mikey.
–Mierda – Suelta Sinichiro y rápidamente me hago a un lado acomodando el vestido y mi teta de fuera, la cara se me caerá de la vergüenza – ¿Mikey cuánto tiempo llevas ahí?
–5 minutos creo – Solo está serio y me mira de reojo.
–¡¿Y por qué no me dijiste nada?! – Exclama Sinichiro arreglando su pantalón.
–Es que te vi muy ocupado, lo siento – Sube su mano a la cabeza y sonríe apenado, Sinichiro baja del auto y me toma por sorpresa ver a otro niño de pelo un poco largo, negro.
–Eso es todo mi Sinichiro – Le estira la mano para chocarlas pero Sinichiro se queda serio – Ah perdón, no es momento.
Me quedo tiesa y avergonzada de haber sido encontrada en esta escena, pero pues ni modo que pida disculpas, comienzan a arreglar el auto y no tardan tanto tiempo en solucionarlo así que vuelve al carro pronto
–Lo siento, ahora mismo te llevo a tu casa – Deposita un beso en mi mejilla y encoder el carro.

ESTÁS LEYENDO
卐 𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬: 𝐓𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐑𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬 +𝟏𝟖
Genç KurguOne shots: Tokyo Revengers. -Acepto pedidos.