Caminaba rápidamente entre las calles y mirando mi teléfono para ver la ubicación del hotel, mis ojos se iluminarme al ver el gran hotel, sonreí y entre rápidamente cuidando de que nadie me viera aunque tenía una peluca y lentes me podrían reconocer.
Pase a la recepción para que me dieran la tarjeta de acceso y subí al elevador ansiosa, aunque nos veíamos una vez por semana para mí era una eternidad esperar rato para poder pasar una simple noche con el, me sentía por otro lado triste, el ser completamente de mundos diferentes lo hacía todo difícil.
Paso la tarjeta por la puerta abriéndola, cerré la puerta rápidamente y comencé a observar la habitación, era grande y lujosa mire en la esquina de la habitación y ahí estaba el, con un traje negro entreabierto, su rostro se iluminaba por las luces de la ciudad gracias al ventanal que daba a gusta todo y sostenía una copa de champagne en la mano, se veía tan bien.
–Llegas tarde – Le da un trago a su copa y yo me acercó a el.
–Perdón me ordenaron algo así que tarde un poco más de lo normal, pero estoy aquí – Quedó frente a el y me quitó el abrigo que tenía puesto.
–Nueva peluca eh, te queda el rosa – Sonrió y me siento encima suyo quedando frente a frente, su mano acaricia mi peluca.
–¿Debería quitármela? Siento que no soy yo – Quitó el gorro de mi cabeza seguido de la peluca, mi pelo cae enseguida.
–Me gusta más así – Se acomoda para poder besar mi cuello, tiro mi cabeza hacia atrás dejando que me bese.
–Estas muy romántico hoy ¿Qué tienes? – Me río un poco y por un momento la idea con la que tanto he soñado llega a mi cabeza – ¿Acaso me pedirás matrimonio y escaparemos de la ciudad juntos?
Su respuesta no llega y eso me hace que la ilusión se valla por completo de mi mente, se que está mal traicionar a la pandilla pero lo amo y quiero pasar el resto de mis días junto a el aunque me cueste la vida.
Sus manos quitan mi camisa dejando a la vista mi senos desnudos, sus besos paran y mira mis pechos, una mueca de disgusto aparece.
–Ese tatuaje no me gusta – Su mano acaricia entre mis pechos señalando el tatuaje de Bonten.
–Sabes que no puedo quitarlo – Lo miro sonriendo.
–Desearía que no fueras parte de esa pandilla – Sus ojos se ven tristes.
–Algún día podremos ser felices, lo sé – Mis labios por fin rozan los de el comenzado un beso, no lujurioso o intenso, era con cariño.
Sus manos bajan a mi cadera sosteniéndola mientras mis manos sostienen su cuello, el ambiente cambia a caliente, deseo que estemos piel a piel, sin pesar en los problemas de cada uno.
El beso se detiene para que podamos tomar aire, mis manos bajan a su pantalón y comienzo a desabrochar el cinturón seguido de los botones, su miembro está completamente duro y el fluido preseminal está en la punta.
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卐 𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬: 𝐓𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐑𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬 +𝟏𝟖
Novela JuvenilOne shots: Tokyo Revengers. -Acepto pedidos.