Sara desde muy chiquita supo de que ella no era una Humana cualquiera, desde muy chiquita siempre fue un espíritu libre, era muy alegre, positiva, extrovertida y muy suelta, no le gustaba tener ataduras y daba la mejor sonrisa cuando todo era oscuri...
-Eres un gran bastardo sabes?-dice Yeison con un tono de voz escalofriante, con mucho odio, rencor y repulsión por la persona a la que tenía al frente suyo.
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Yeison jamás exageraba cuando Decía que el cuidaba con su vida a su amada Sara, a pesar de que ellos ya no eran una pareja romántica el la seguía viendo como tal y estaba totalmente seguro que ella iba a volver a ser suya y regresar a sus brazos como su fiel novia.
Cuando él presencio la aberrante escena de su amada siendo mordida "ferozmente" por aquel lobo desgraciado mientras él la estrechaba fuertemente de sus brazos y gritaba a todo pulmón la palabra "MÍA" Fue toda una alerta roja para él sin mencionar que ver a su amada en brazos de otro hombre fue algo que puso sus celos a mil haciéndolo enloquecer y culminando la junta en ese preciso momento, ignorando totalmente a los reyes de las razas que ellos protegían y poniendo en total prioridad a su mujer sobre todo.
Los demás Elementales quedaron aturdidos por las raras acciones de aquel hombre que con tanta desesperación tenía en su pecho a su amiga mientras les gruñía a todo aquel que se acercaba a ella mientras era acompañado por esos dos sujetos, nadie comprendía nada en su mayoría, pero a cierto personaje no le interesaba ni un bledo saberlo, su único objetivo era Sara, y no iba descansar hasta alejarla de las manos de ese hombre.
Por supuesto que Yeison con su poder pudo separar a el cuerpo inconsciente de su amada de las garras de esa bestia, dejándola al cuidado de Luis y dejando a cargo a Amaya para controlar la situación, eran claros sus objetivos de ir a la tercera Sala con aquellos Lobos que solo mostraban bastante odio a el pero un lobo a comparación de un elemental no podía hacer mucho y dejándose llevar por sus instintos "convenció" con una amenaza a los demás Elementales y se llevo a esos tres Lobos a sus dominios.
Después de llevarlos a su peor Sala los lleno de torturas, horrores, suplicios, martirio, tormentos y mucho sufrimiento, quemando, arrancando, partiendo y hasta electrocutando a sus "fieles invitados"; pero nada de eso pudo hacer que consiguiera lo que el quería, ni una palabra, ni un gemido, ni un lamento salía de su boca, solo simples gruñidos complementados con miradas matadoras y una aura que el aun no lograba comprender.
Quería que ellos les duplicarán, imploraran y hasta llorarán por piedad, el quería eso y aunque jamás les daría tal cosa el aun lo buscaba y también quería que le dijera que es lo que le izo a su amante pero ellos en ningún momento dejaron ese maldito silencio que estaba carcomiendo a Yeison.
-Ya te e echo mucho a ti y a tus amigos, y debo admitir lo, de todos los que han estado en tu lugar no han podido resistir como tu,-hace una pequeña pausa-o siquiera resistieron unos segundos- dice lo último en un susurro viendo fijamente a el hombre que estaba encadenado a grandes cadenas de hierro puro pero aun así con el inmenso dolor del fierro caliente propasando sus guesos el no a bajado la mirada ni un momento ante el.
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