⌗ Roses | Jenlisa

🌸 01 🌸

Como toda mañana Jennie se encontraba tomando una caliente ducha donde cada gota tenía la bendición de poder recorrer cada parte de su cuerpo (hasta en lo prohibido de tocar).

— Punch my face, do it cause i like the pain, every time you curse my name~ — cantaba emocionada.

Sin razón alguna se levantó con buen humor, a pesar de sus diecinueve años aún no encontraba a su pareja destinada.

— Por que nunca vas en busca de nuestra Omega — dijo su Alfa interior.

— Cállate. — regaño Jennie.

— Nada más decía.

En las horas transcurridas la castaña ya se encontraba lista para ir hacia su Universidad donde llevaba estudiando durante tres años, hoy probablemente se transfieran nuevos compañeros porque eso sucedía cada año.

Al llegar estacionó su motocicleta y dejó su casco en ella para entrar, como siempre obtuvo las miradas de unos Omega encima suyo, tanto hombres como mujeres han intentado más de una vez ser su pareja pero Jennie siempre los rechazaba ya que su Alfa sabía quién será la indicada.

— Hey amiga — un abrazo por los hombros la recibió y una cara bastante conocida se visualizó delante suyo.

— Irene. 

— ¿Acaso estoy en el olvido? — preguntó otra chica más de cabello rubio.

— No me invitaste de tu carne — se quejó Jennie.

— ¿Vez Rosé? — preguntó Irene culpandola — te dije que debiste hacerlo

— ¡Tenía hambre! — gritó la rubia.

El timbre sonó y las tres amigas supieron que debían irse a sus clases por separado.

— Nos vemos en la hora del receso — dijo Jennie y fue a su salón.

Una vez llegó se sentó al final y esperó "durmiendo" a que su profesor llegara, sin embargo un olor demasiado fuerte a Rosas la dejó en blanco.

¡Nuestra Omega! ¡Ese olor es de nuestra Omega! — gritó la Alfa.

— Mierda — se quejó y salió disparada del salón sin importarle si el profesor ya llegó y le gritó que entrara.

Buscó y buscó por todos lados pero no pudo encontrar nada, pensó que seguramente su Omega ya habrá entrado en clase.

El problema sería...¿Quién es?

༺🌸༻

En otra perspectiva, como en toda mañana Lisa tuvo que preparar el desayuno para su mamá ya que años atrás sufrió un accidente y debido a que un tubo traspaso sus piernas rompiendo todo hasta los huesos la dejó completamente en silla de ruedas, su padre murió en ese accidente ya que al no ponerse el cinturón de seguridad su cuerpo se impulsó hacía adelante con fuerza y cayó en un vacío provocando un gran golpe en su cabeza donde perdió bastante sangre. 

Su madre lucho bastante y a pesar de casi morir al ver que su marca desaparecía y su Omega también muriera en el proceso recuperó sus fuerzas para cuidar de su hija Lisa aunque gracias a su familia y la de su Alfa pudieron salir adelante.

Ella sólo esperaba el momento ansiado donde su pequeña hija de ahora dieciocho años pudiera encontrar a su Alfa. Una que la ame, cuide y aprecie, así podría sentirse tranquila e irse de este mundo, habría cumplido la misión de estar con ella hasta verla feliz junto a su pareja destinada. 

Si desde arriba lograba ver algún maltrato hacia su hija, sin duda arrastrará a la Alfa por sus pies para darle un buen susto, estaba segura de eso. 

Volviendo al presente, Lisa llevó el desayuno a su madre y le dió un beso en su frente con una sonrisa.

— Ya me voy mamá, dentro de unos minutos llegará nana para cuidarte, si necesitas algo puedes llamar a Nana 

— Gracias hija, cuidate bastante ¿Si? — agarró su cara y acarició las mejillas de Lisa con adoración.

— Lo haré mamá, tu también cuídate 

En el momento que bajaba las escaleras vio a su nana terminando de barrer, feliz se acercó y abrazó a la beta.

— Cuidas a mi mamá Nana, te la dejo en tus manos — habló.

— No te preocupes Lisa, siempre la cuidaré 

— Gracias, ahora si debo irme 

Justo en el momento que abrió la puerta una chica baja de cabellos negros tenía la mano alzada para tocar la puerta.

— Menos mal, me ahorre el tiempo de tocar la puerta — dijo su amigo.

— Jisoo Unnie eres una floja — se quejó cerrando la puerta.

Empezaron a caminar hasta llegar a la parada de autobús y subieron en ella para llegar a su destino. La nueva Universidad, gracias a las notas altas de Lisa pudo entrar a ella sin problema alguno.

— ¿Nos tocó en el mismo salón? — preguntó Lisa viendo la hoja junto a la mayor.

Sin embargo no pudo escuchar nada ya que un olor bastante fuerte pudo percibirlo, era de menta, lluvia y tierra. Muy fresco y rico.

— ¡Lisa! — gritó su amiga sacándola de su nube.

— Perdón Unnie. 

Para la suerte de ambas les tocó en el mismo salón así que empezaron a buscar todo salón y nuevamente sintió el olor de hace unos minutos pero no pudo detenerse a saber de quién era ya que se haría tarde, casi corriendo llegó al salón junto a su amiga y entraron.

— Oh, ustedes deben ser los nuevos alumnos, preséntese — habló una profesora.

— Un gusto, soy Lalisa Manoban — me presenté.

— Kim Jisoo — fue lo único que dijo recibiendo un pequeño golpe en su brazo izquierdo.

— Pueden sentarse

Ambas se sentían alegres por que habían encontrado una mesa para sentarse juntas, sacaron sus cosas necesarias para empezar la clase.

Durante su estadía casi la mayoría de sus compañeros eran muy amables y atentos, en especial los alfas. Lisa había llamado la atención de todo Alfa y solo podía resguardarse de su amiga gracias a que esta era beta.

— Parecen necesitados — habló Kim.

Ya era la hora del receso y fueron a buscar la cafetería, ahora mismo se encontraban comiendo algo ligero para sus estómagos.

— Me hubiera gustado ser beta, así no tendría a nadie detrás mío 

— Ser beta tampoco te beneficia tanto