V.- CARTA A MEDIAS

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"Vanessa y Finral, espero que estén muy bien. Nosotros estamos tranquilos, conseguimos una nueva casa hace un par de semanas, por eso decidí escribirles"

Noelle dejó su escritura, cuando los gritos de Liebe y el relincho de Midnight la distrajeron. Con una sonrisa se puso de pie y observó por la ventana de la cocina hacia el exterior.

Asta montaba a la yegua con genuina destreza y el animalito se veía feliz de cargar con él. Detrás de ellos, Liebe en su forma normal intentaba atacarlos.

"...Ser mesera no resultó tan mal, además con ello podemos comprarle zanahorias a Midnight, espero algún día puedan conocerla, es preciosa"

Liebe cayó al suelo alegando estar cansado, y la yegua brincaba de felicidad al verse victoriosa de aquella persecución. Sí ponías atención, una imperceptible sonrisa adornaba el rostro del cenizo.

"He tenido mucha suerte, nos topamos con gente muy amable y fantástica... gracias a ellos sobrevivimos"

Asta bajó de Midnight y le acarició el lomo con suavidad, la misma empezó a restregarse en él recibiendo gustosa aquellos mimos.

".... Por ahora me he dedicado a leer, me pone de nervios pedirle a Asta que me ayude a entrenar, además con el trabajo en el Restaurante llego bastante agotada. Sin embargo me impresiona lo ágiles que son esos dos, entrenan con tanto entusiasmo que no quisiera quedarme atrás"

Liebe y Asta empezaron a discutir, así que la yegua se alejó unos pasos para poder comer algo de pasto.

La bruja negó con diversión ante tal escena. Suspiró y volvió a tomar asiento, retomando su escrito.

"De verdad que no la hemos pasado tan mal; al principio estuve asustada, pero sea como sea, Asta y Liebe han sido muy amables y pacientes conmigo. Por cierto, le escribí una carta a Yusuke, no quiero entrar en muchos detalles con él... pero si lo ven díganle que lo extraño mucho y que pronto trataré de ir a visitarlo..."

― ¿No crees que deberías poner en práctica tus hechizos en vez de sólo escribir? ―

Noelle sonrió entre sus apuntes al reconocer la voz. Tal parece que por fin habían decidido tomar un descanso. ― No estoy estudiando, le estoy escribiendo una carta a Vanessa y Finral ― Alzó la hoja con un par de párrafos escritos. ― ¿Quieres decirles algo? ―

Asta bufó y del refrigerador saco una jarra de agua. ― No... ¿qué podría decirle? ― Se sirvió el líquido en un vaso y lo bebió al instante. ― Además, de seguro ya le dijiste de todo ―

Ella sonrió con algo de pena. ― Bueno, eso es cierto ― Intentó ahogar un bostezo, pero no tuvo éxito. ― Disculpa ―

El cenizo alzó una ceja y volvió a dejar todo en su lugar. ― No has dormido últimamente ― Acotó y después se cruzó de brazos. ― ¿por qué? ― Exigió saber.

Noelle se enderezó en su asiento visiblemente asombrada de verse descubierta. ― Tengo pesadillas... es todo ― Murmuró, con la vista hacia ningún lado.

― ¿Pesadillas? ―

― Sí, ya sabes... ¿malos sueños? ― Intentó explicar. Asta frunció el ceño, pero entendía aquella explicación. ― De seguro no has pasado por ello ― Murmuró para sí. ― En fin, de las últimas veces Vanessa me recomendó un té para ayudarme a conciliar mejor el sueño ―

― Bien ―

― Gracias por preocuparte ― Sonrió la joven con notoria felicidad.

Asta avanzó a la puerta y se detuvo. ― No hagas eso ―

Entre espadas y varitas|AstelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora