― Te gustan mucho las zanahorias, ¿no es así, Midnight? ― Murmuró Noelle con voz dulce, acariciando la cabeza de la yegua, quien gustosa se restregó en ella.
El cuarteto caminaba a paso lento para adentrarse a la Ciudad, era un nuevo día y como parte de la rutina acompañaban a Noelle hacia el Restaurante de Rebecca.
Liebe bostezó, conservaba su forma pequeña y se posó en el hombro de Noelle. ― Es muy temprano... tengo mucho sueño ―
La bruja sonrió. ― Yo creo que ya no es necesario que me acompañen ― Anunció, mirando por unos breves segundos a Asta. Sí su relación no iba avanzar más a ser unos simples conocidos, entonces no tenía caso que intentaran pasar más tiempo juntos.
¿Le dolía actuar de esa forma? Por supuesto; Pero también estaba cansada de intentar.
― Sí es lo que quieres, es buena idea ― Secundó al instante, el oji verde sujetando la cuerda de la yegua para jalarla a su lado.
Liebe los miró a ambos, uno y después al otro. Repitió la acción un par de veces, intentando descifrar sus gestos, pero no encontró nada, simplemente se estaban ignorando entre sí.
― Lady Noe... no creo que... ―
Ella lo sujetó y lo bajó de su hombro para poder verlo a la cara. ― Ya me sé el camino de memoria, ha pasado un mes... confía en mí ¿sí? ―
― Vamos Liebe, así tendremos más tiempo para entrenar ― Anunció Asta desde su lugar, acariciando distraídamente a Midnight.
No estaba segura sí la estaba apoyando o realmente sólo quería deshacerse de ella. ― ¿Ves? Aprovechen este rato, yo los veré en la cena ― Mantuvo lo mejor que pudo el tono dulce de su voz, para lograr convencer al peli blanco.
Mismo que no podía sentirse más irritado con la escena que esos dos estaban formando. Creyó haber dejado las cosas claras con Asta, pero tal parece que al cabeza hueca sólo le gustaba hacer todo al revés. Mientras tanto Noelle parecía que se había rendido y ya no iba intentar dar más.
Suspiró derrotado. ― De acuerdo, nos vemos después Lady Noe ― Y se alejó volando, dejando incluso atrás al cenizo.
― Que les vaya bien ―
Asta sólo asintió y se alejó junto a la yegua oscura.
Viéndose sola, Noelle resopló, como una forma de armarse de valor y con una sonrisa más recompuesta y realista avanzó por las calles.
― ¡Buenos días, Noelle-san! ―
La joven inclinó su cabeza a forma de saludo para la dueña del carretón de verduras.
― Señorita Noelle, gracias por las semillas que me regaló ―
La chica le sonrió al señor de complexión robusta que se le acercó con un gesto amable. ― Me alegra que le sirvieran, conmigo hubiera sido un desperdicio total ―
Un par de chicas se acercaron también tirando de los brazos de la bruja para guiarla hacia el Restaurante, felices hablaban de los preparativos para una cena familiar y que requerían de sus servicios.
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Entre espadas y varitas|Astelle
FanfictionSecuela de la historia "Hilo del destino".- Acompañen a Asta, Noelle y Liebe en sus aventuras para descubrir por qué el destino ha decidido unirlos.