II.- EMPEZAR DE NUEVO parte 2

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Y así pasó una semana en la Base de los Toros Negros. Guiado por las emociones que delataba la bruja de magia acuática, Yami no permitió contacto entre los tres, al menos no en los entrenamientos; cosa que ponía a Asta de mal humor.

El panorama cambió un día, cuando escuchó de Charmy que Noelle se había desvanecido en uno de los entrenamientos o lo que sea que ese par de Capitanes la ponían a hacer.

El ardor de su marca no se comparaba con lo que se estaba acumulando en su pecho. Una especie de ira y desesperación que parecía que le humearía en cualquier instante.

― No te dije que podías subir, mocoso ― Alertó Yami casi frente a la puerta de Noelle.

Asta frunció el ceño. ― No me interesa, necesito saber cómo está ― Intentó pasar, pero Yami le bloqueo el paso.

― Te he dicho que no, sí es importante te lo reportaré ―

El cenizo alzó su muñeca, mostrando su marca con señales de irritación. ― ¿Esto no le parece importante? ―

El mayor le miró con aburrimiento. ― ¿Te duele el corazón? ―

― ¿Ah? ―

― Ahí está uno de tus problemas, aún no has aprendido a diferenciar las consecuencias de tener la marca del familiar ― Se acercó un par de pasos. ― Cuando duele el corazón, es peligro de muerte, mocoso ― Indicó tocando dicha zona de su propio cuerpo.

Asta parecía calmarse por aquella explicación.

― Cuando son discusiones o situaciones de menor grado, es cuando la marca sólo se irrita ― Agregó en el mismo tono desinteresado.

Lo miró de arriba abajo con sospecha. ― Dijo que ese era "uno" de mis problemas, ¿cuál es el otro? ―

Yami le miró con intensidad. ― Que no sabes acatar órdenes, sigue así y dejaré que Charlotte te mande a la calle ―

Ligeramente apenado, Asta desvió la vista y su cuerpo se relajó.

El peli negro resopló sonoramente. ― Sólo tuvo un poco de desgaste en su magia, la comida de Charmy le ayudará a recuperar energía ―

El menor sólo asintió, sintiéndose aliviado por la respuesta.

― Ahora que ya sabes, vámonos... necesito ver qué tal va tu progreso ― Le invitó a avanzar, con un movimiento de su mano.

Por fin, Asta se dignó a acatar aquella indicación y salió por delante de su Capitán; ya después tendría la oportunidad de echarle un ojo a Noelle.

Finalmente ambos llegaron afuera, más específicamente al espacio que Asta usaba para entrenar.

― Entiendo que te estás esforzando por enmendar la cagada que hiciste ― Habló Yami, observando a Asta que empezaba a lanzar ataques al aire con su confiable espada. ― Pero ni siquiera tú, eres capaz de descifrar lo que sientes ―

― Soy un demonio, las emociones no van conmigo... o al menos eso creía ―

En un descuido, el mayor ya estaba encendiendo un cigarrillo. ― Toda esta cosa del Familiar va ligada a las emociones, por mucho que nos desagrade ― Le dio una calada al cigarro y después de sacar el humo añadió. ― Aunque sí te soy honesto, es la primera vez que veo ligados a una bruja y un demonio ―

Asta agitó el arma en sus manos, lanzando dos cortes al árbol más cercano. ― Quizás el estúpido que se encarga de asignar los gatos, se equivocó conmigo ―

― Y aun así estás aquí arrepentido, tratando de ser perdonado por esa bruja de cabello plateado ―

El demonio bufó sonoramente y clavó el arma en el suelo, dejándose caer sentado. ― Fui un imbécil... y enserio quiero arreglarlo ―

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⏰ Última actualización: Aug 23, 2023 ⏰

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Entre espadas y varitas|AstelleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora