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Capitulo 12 - 3,4 Toneladas

Mientras le apuntaba su cabeza le ordenaba que se montará en el vehículo, no contaría con que rápidamente en un movimiento rápido y habilidoso el hombre lograría arrebatarle el arma, pero a pesar de ello no iba a dispararle, sólo le apuntó para poder salir de allí ya que no quería causar un alboroto.

-Que caraj.... -Fue bruscamente interrumpida por el arrebató del arma-

-¡Al suelo ahora! -Dijo mientras le apuntaba-

No había notado que el secuas de sombra también le apuntaba con un arma, cual era de mayoe calibre, dejándolo casi sin opciones este optó por dejar el arma en el piso, ya que mientras ellos se confiaban de haberlo capturado el estaba pensando una manera de salir de allí, no era una forma convencional y tal vez se arrepentiria de aquello pero con tal de salir vivo de este problema la llevaría a cabo, acató las órdenes antes mencionadas y subió al vehículo, cuando entró se encontró con 4 secuaces, el que iba conduciendo, el que iba de co piloto y dos que iban atrás, esto para asegurar que no saliera, uno de ellos se bajó y le dio el paso para que así esté quedara entre ambos hombres, el que iba de co piloto sacó un sobré de su bolsillo y de este sacó un fajo de billetes el cual le entregó a la mujer que se había encargado de capturar al hombre, esta misma se monto en una moto y se fue en dirección opuesta a los secuaces, se sentía un ambiente pesado y hostil en el vehículo, acompañado de un silencio incómodo, esto duró así hasta que uno de los secuaces rompió el silencio.

-El jefe va a estar feliz de verte... Tal vez no te mate al principio pero tampoco creas que estarás a salvo antes de que lo haga

-Yo también estaría feliz de verlo, que lastima que me tengo que ir...

Rápidamente golpeó fuertemente con sus manos al secuaz que tenía a su derecha, lo golpeó con su mano dorada, eso aproximadamente equivale a un golpe con un lingote de oro, esto causó que el hombre quedara inconsciente, notó como el otro secuas sacaba una navaja para intentar apuñalarlo, algo que no logró ya que el de tatuajes agarró con sus manos el arma cortopunsante, algo que no le causaba dolor ya que como ya sabíamos no sentía nada al tener oro en sus manos.

-¡Hijo de puta, por qué sencillamente no te mueres! -Mencionó el de traje negro-

El forcejeo se vio interrumpido cuando el secuas que iba de co piloto le apuntó con un arma con la intención de dispararle, pero no contaba con que pasaría algo... Peculiar... la piel del de tatuajes comenzó a tornarse de color dorado brillante, se extendió a todo su cuerpo, esto dejó desconcertados a los presentes los cuales veían con asombro pero a la vez miedo por lo estaba pasando, el secuas que iba de conductor freno en seco el vehículo y bajó a dispararle sin remordimiento alguno, pero las balas no le hacían ningún tipo de daño y este aprovechó para golpearlo y noquerlo al instante, mientras que los otros dos se armaban con armas más pesadas y letales, uno de ellos lo intentaria golpear con un martillo, pero obviamente no la haría ningún daño, el otro le seguía disparando pero tampoco logró dañarlo, ambos al ver que no habían logrado nada decidieron alejarse corriendo de allí, algo que aprovecho el de manos doradas para volver al bar con sus amigos, los cuales se estaban preguntando que había pasado con el mismo.

-Donde estas Midas? -Dijo el gato-

-No lo sé, se fue con aquella mujer y no ha regresado

-Tu crees que tal vez están... Ya sabes... Mhmm...

-No creo, Midas respeta la integridad de las mujeres, así sea que esta se le esté ofreciendo, no creo que se esté metiendo con ella, tal vez solo están charlando

-Tienes razón, pero quien sabe, yo creo que... -Interrumpió sus palabras al ver a su amigo entrando bruscamente al bar, el cual claramente se veía mal entrando así al baño del sitio-