•Amor Confuso• [True beauty🍄]

•03•

Caminé hacia la escuela por poco arrastrando los pies y frotando mis ojos, el día anterior tuve que limpiar mi casa por lo del castigo y además me dolían las piernas ya que había corrido un maratón por haber ayudado a esos tipos.

Me tambaleaba por el sueño cuando dos motos me rozaron, una después de otra, haciendo que pegue un salto y apriete los puños tratando de no maldecir en voz alta, no estaba de buen humor por el cansancio y me irritaba escuchar las conversaciones de Joo-kyung y sus amigas que se encontraban caminando delante mío.

Se empezaron a escuchar murmullos de parte de los estudiantes y miraditas a los dos chicos.

-Han Seojun y Baek kyung están de vuelta- escuché decir a Soo ah.

-¿Porqué están de vuelta?- resopla Soo-jin.- Ya estoy viendo las peleas que se van a venir con Suho.

-¿Quiénes son ellos?- pregunta mi hermana.

-Te explico- sigue Soo ah- La tierra tiene el Triángulo de las Bermudas, el espacio tiene el agujero negro y nuestra escuela tiene a tres chicos que son como puertas giratorias sin salida, una vez que entras nunca sales. Por un lado tienes al frío y distante Suho, por otro al rudo y salvaje Seojun y por el otro tienes al chico malo e indiferente Baek Kyung. Es mas difícil elegir entre ellos que un sabor de helado, las tres bellezas de Saebom.

Una risa salió de mi boca y me las adelanté caminando hacia la escuela, me sonaban parecidos los nombres pero mi cerebro no funcionaba por el sueño.

Me adentré a la escuela, entré al aula, me dirigí a mi banco y recosté mi cabeza sobre la mesa para descansar por lo menos un minuto.
A todo esto entra el profesor con los dos chicos nuevos, aunque no me molesté en levantar la vista y ver quienes eran, me sentaba al final de todo así que el profesor no me alcanzaba a ver muy bien.

-Han Seojun y Baek kyung por fin volvieron- habla el profesor- Es lindo volver a verlos ¿no?

-Si- responden los alumnos al unísono acompañado con un aplauso.

-Seojun, te puedes sentar al lado de Suho.

-¿Qué?- exclamó y lo miró como si de una broma se tratase.

Estaba de lo más cómoda cuando siento que alguien golpea mi mesa.

-Eh tú, muévete- ordenó.

-¿Eh?- dije levantando la cabeza y tallando los ojos.

-Ya me escuchaste, este era mi escritorio.

Dirigí mi vista hacia Seojun y mi cara cambió al reconocerlo a él y a su amigo.

-Pues consíguete otro, no me molestes a mí- giré mi cabeza mirando hacia otro lado pareciendo tranquila, pero en realidad me estaba muriendo por dentro y apretaba mis labios para no maldecir.

Seojun puso sus manos en su cadera y miro hacia otro lado con indignación.