No podía creer que el tiempo volara tan rápido así.
Quedaba menos de un mes para que me trasladara a la Academia de Kratier.
Ha sido un buen tiempo, adiós.
Te voy a extrañar, vida holgazana.
Durante dos meses, usé mi clase de manejo de la espada como una excusa para incluso llamar a Franz para entrenar a [Shitsuro].
—Hermana, ¿no podemos tomar un descanso hoy? Seguiré trabajando duro incluso cuando mi hermana no esté aquí.
—Piensa y recuerda, Franz, si alguna vez has entrenado por ti mismo.
—No.
—Entonces cierra la boca y cámbiate de ropa.
Franz no era particularmente atlético, pero sus caderas eran pesadas.
Él preferiría sentarse en su escritorio y leer libros durante mucho tiempo, así que no había forma de que pudiera practicar usando [Shitsuro] por su cuenta.
—Nunca antes había entrenado tan duro con [Shuette].
Mientras gruñía, Franz se quejaba.
Todo esto es por ti. ¡Este chico! ¡Es una forma para que tú vivas, nuestros padres también vivan y yo viva!
Incluso si Franz tenía a [Shitsuro], no serviría de nada a menos que se convirtiera en el maestro.
Franz sólo puede estar a salvo cuando se convierta en el maestro de [Shitsuro], así que haré entrenar a Franz para convertirlo en el maestro de [Shitsuro].
—[Shitsuro].
Cuando Franz besó el patrón del escudo en su muñeca izquierda, un círculo mágico en forma de escudo flotó en el aire.
—Guau, eso es increíble.
Se escucharon gritos de todas partes.
Se sentía como si fuera 10 veces más grande que la última vez que vi a [Shitsuro].
Como esperaba, su crecimiento fue aterrador.
Puede hacerlo bien, pero no quiere entrenar, así que se alejó. También fue una tarea atrapar a Franz, que se estaba escapando, y ponerlo en el campo de entrenamiento.
Te haré entrenar duro hasta que me vaya a la Academia de Kratier, Franz.
—¡A sus posiciones!
Cuando mi padre miró a los caballeros, un caballero perteneciente a la familia Vesta lanzó una espada de madera.
