3. Primer encuentro
—¡...!
Con el estallido, la atención de la multitud en la plataforma se dirigió a un solo lugar.
El tren mágico que corría a lo largo de la vía para teletransportarse, se rompió.
—¡Aaaaaaaaaaaaaah!
El tren mágico apenas colgaba del riel en el aire, al mismo tiempo, un enorme monstruo estaba parado al lado del tren mágico.
Era un monstruo demonio de sangre bípedo, con una piel abultada y musculosa que era de color rojo brillante, como si estuviera empapada en sangre.
—¡Graaaaaaaaarr!
El gigantesco demonio de sangre comenzó a rugir.
—¡Es un demonio de sangre! ¡Un demonio de sangre ha atacado el tren mágico!
Debido a que la estación de tren es un área densamente poblada, siempre ha sido un lugar donde se activó la barrera mágica.
Estaba desconcertado por la repentina situación y corrí apresuradamente con la gente.
¿Por qué de repente hay un monstruo? ¿Hubo algún incidente importante en esta época?
Traté de recordar la historia original, pero solo recordé todo lo que sufrió Franz y no me vino nada a la mente.
Ahora que lo pienso, cada vez que aparecía un monstruo en los alrededores, recuerdo que Kratier enviaba un grupo de caballeros cadetes.
Franz solía ir a los sitios de los incidentes después de convertirse en caballero.
—¡Por favor evacuen hacia el interior de la estación, es una emergencia!
Las campanas comenzaron a sonar al unísono con la voz urgente del guardia.
Los guardias estaban haciendo sonar todas las campanas de emergencia cercanas.
—¡Grrrr, graaar!
El demonio rojo una vez más golpeó el tren mágico con sus enormes patas delanteras.
El tren mágico que colgaba del riel terminó estrellándose contra el suelo.
—¡Cómo llegó aquí el monstruo!
—¡Ahhhhhhhhhh! ¡Sálvenme!
El sonido de los gritos desgarradores junto con el fuerte rugido irrumpió en mis oídos.
La gente comenzó a huir, y el demonio de sangre comenzó a golpearlos uno por uno con los puños.
¡Puñetazo!
La sangre brotó en el suelo con un sonido sordo.
Las personas murieron horriblemente una por una debido a los ataques indiscriminados del demonio de sangre.
También corrí rápidamente hacia el interior de la estación para escapar.
Pero vi a la chica de la capucha negra que había visto antes colapsar en el suelo, incapaz de escapar.
Las sirvientas y escoltas que servían a la niña fueron aplastadas por el monstruo, por lo que la sangre salpicó por todas partes.
« ¿Por qué no se escapa? ¿Tiene las piernas débiles? »
Fue entonces, cuando el demonio de sangre comenzó a notar a la niña.
—Grrr...
¡Idiota, huye!
