Lo que Kayla trajo fue un palo de madera envuelto alrededor de una delgada placa de metal.
Era solo de la longitud del mango, y había una placa de metal que lo recubría.
— Pero ¿qué es esa cosa brillante?
Un estudiante miró el arma que Kayla había traído y analizó lo que había cubierto en ella.
— ¿Qué es lo metálico que lo cubre? Es brillante. ¿Será cristal?
— No, parece de piedra. Se ve opaco.
Había algunos estudiantes que desconocían qué tipo de arma extraña llevaba Kayla.
— O debe ser que envolvió el palo de madera con hierro. Pero para luchar contra un espada, será demasiado pesado.
— Pero, ¿cómo vas a lidiar con Nicolás con eso?
— ¿Por qué simplemente no trajo una espada? ¿En qué está pensando?
Independientemente, de lo que todos los demás estuvieran hablando, Kayla envolvió sus manos en el arma.
Todos notaron que ninguno traía un equipo de protección en el traje de entrenamiento.
— ¿Lo hará todo, sin protección?
— ¿Qué intenta hacer?
Un estudiante masculino refunfuñó, al ver el atuendo de Kayla.
Sonaba molesto, pero en realidad estaba preocupado.
— Esa es una de las condiciones de la estudiante Kayla Vesta. Venir al duelo sin equipo de protección.
Cuando la hermosa pelirroja que tenía a su lado lo interrumpió, el estudiante se sobresaltó.
La pelirroja era una estudiante de tercer año, Marian Dmiroff.
— Tsk...
El estudiante, que sabía que no podía ser grosero frente a Marian Dmiroff, simplemente, chasqueó la lengua.
Los rumores de lo que acontecía llegaron a los trabajadores del campo de entrenamiento, rápidamente, llamaron a un sanador mágico, prepararon una camilla y medicamentos con primeros auxilios.
Toda esa preparación era para Kayla Vesta.
Todos en el campo de entrenamiento ahora tenían su mirada puesta en Kayla.
El hombre que retó, Nicolás, la ignoraba y alardeaba deliberadamente, pensando que toda la atención estaba puesta en él.
— Él estará en buena forma, ¿no?
Incluso sus compañeros, que observaban, podían darse cuenta de que no lo estaba.
— ¿Nicolás no se estaba preparando para convertirse en caballero?
— El padre de Kayla Vesta es el comandante en jefe de los Caballeros Guardianes. ¿Cómo piensas que ahora será posible?
Incluso si no estaban en la misma clase, todos los estudiantes de segundo y tercer año lo sabían.
Nicolás había acosado a Franz y este, al no poder soportarlo, se había retirado.
También sabían que su hermana había ingresado a la academia y que ella se había convertido en el nuevo objetivo de Nicolás.
Para cualquiera que no lo conocía, la sonrisa de Nicolás parecía brillante y de buena fe.
Sus rasgos inexpresivos y afilados se transformaban en una mirada benévola y traviesa cada vez que sonreía.
