Capítulo 19

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La mitad de los estudiantes de los salones de los dormitorios de chicos, aspiraban a convertirse en caballeros.

Una vez que eran nombrados caballeros, no estaban muy inmersos en los estudios porque estaban ocupados trabajando.

Por eso, era difícil para Franz pedirles ayuda a sus superiores.

— Aun así, Sir Ritaus lo ayudó cuanto pudo, por lo que el joven Franz pudo aguantar más, gracias a él.

Podía ver como los ojos de Marian se llenaban de agradecimiento por Ritaus.

Quitando de lado lo que verdaderamente él sentía por Franz, tenía que reconocer que estaba agradecida con Ritaus.

Regresé a la sala de entrenamiento, porque se había acabado la hora del receso, mientras contemplaba si unirme o no al salón.

— ¡Lo siento!

— ¡...!

Alguien me gritó fuerte al oído, a propósito.

Mis piernas tropezaron por la sorpresa, entonces, escuché risas maliciosas.

Eran Nicolás y su pandilla.

— Hermana, debes fijarte bien por donde caminas.

Nicolas simuló que me ayudada a pararme y pasó su mano por mi cintura.

Mi piel tuvo una asquerosa y desagradable sensación.

Después él, sus seguidores pasaron, empujándome por la espalda, cada uno.

Rápidamente, miré a mi alrededor para ver si alguien los había visto.

Pero todos los demás estaban ocupados con sus cosas.

Lo hicieron porque nadie miraba.

No podía soportar más la desagradable sensación que me recorría la espalda.

Sin darme cuenta, me dirigí hacia Nicolás.

— Oye, ya basta.

Me cansé de usar honoríficos con Nicolás.

Porque supe que ya no había necesidad de ser cortés.

— Pero ¿qué hice?

— Me tocaste la cintura. ¡Y todos tus amigos me empujaron!

Señalé con el dedo a Nicolás y al grupo detrás de él, peor él se encogió de hombros.

— ¿La estudiante Kayla se cree hermosa?

— Perdona. ¡Pero la hermana no es de mi gusto!

Cuando Nicolás habló, un chico incluso lo apoyó.

Apreté los puños y los dientes, pero no podía golpearle.

Si me voy a pelear, tengo las de perder.

— Será mejor que dejes de provocarme. No seré tan blanda como Franz.

Entonces, Nicolás se me acercó.

— ¿Qué puedes hacer? ¿Usarás a [Schuette]? Si usas herramientas mágicas en la academia, te quitarán 30 puntos por mala conducta. No es nada comparado con las sanciones menores que tendrás en las clases.

¿Me quitarán puntos?

Sentí que la furia me nublaba la cabeza.

Sabía que había un sistema de sanciones y que el uso de herramientas mágicas estaba prohibido en las reglas de la academia, pero no esperaba que quitaran tantos puntos.

El que le tiene ganas a la ex de su primoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora