Capítulo 11

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Mientras pasaba el tiempo, Astaire se fue haciendo cada vez más dependiente mentalmente de Ritaus.

Debido a que no tenía padres, ni hermanos, ni amigos, Ritaus era el único que estaba allí para él.

Sin embargo, también aquel tiempo llegó a su fin cuando Ritaus cumplió 14 años e ingresó a la Academia Kratier.

¿Por qué ya no vienes a la mansión?

Ahora me admitieron en la academia. No vendré tan a menudo como antes.

La apariencia de Ritaus con su uniforme de Kratier le resultaba extraño.

Astaire se molestó.

Él seguía estando solo aquí y él iba a salir al mundo.

Dejándolo solo...

Entonces, yo también iré.

Ritaus suspiró.

Ya lo sabes, Astell. No puedes salir al mundo oficialmente, todavía.

Mi nombre es Astaire. ¡No Astell!

—Sí, te puedo llamar Astaire cuando estemos los dos solos. Pero no se debe saber afuera que eres Astaire Lische.

—¿Por qué?

—Todavía no. Es peligroso.

El pequeño Astaire no podía entender.

No sabía por qué tenía que vestirse como una niña y actuar como una niña, el por qué siempre tiene que usar una capucha para ocultar su cabello rosado que ni siquiera se tiñe, o el por qué no podía usar su nombre real.

Y la razón por la que no puede salir al mundo...

—¿Cuándo podré salir?

—Cuando Su Majestad, el Emperador te encuentre...

—¡Ni una sola vez me buscó!

—Su Majestad, el Emperador amaba a tu madre. No hay forma de que no sea consciente de la existencia de su propio hijo.

Ritaus lo dijo, pero Astaire lo sabía vagamente.

Su padre se había olvidado de él.

Puede haber momentos en que no lo olvide y pensaría en él de vez en cuando, pero probablemente no tenga mucho interés en ello.

—Entonces, ¿es verdad que la emperatriz fue quien mató a mi madre?

—Tu madre... Murió de una enfermedad.

Ante la vacilante respuesta de Ritaus, Astaire se convenció de que sus palabras eran falsas.

—¡Está mintiendo! ¡Está mintiendo!

Los espíritus también estaban hablando en voz alta al mismo tiempo.

La gente que no suele mentir, tiene un rostro muy diferente cuando dicen algo que no es cierto.

Tal como una mirada evasiva, fruncir el ceño y cuando suelen decir mentiras, su voz se hace más fuerte.

Era algo que sabía sin que los espíritus tuvieran que decírselo.

—Y entonces, ¿por qué no puedo mostrar mi cabello?

El cabello rosado de Astaire fue heredado de su madre biológica, Lydiana. Y 'Lydiana' lo había heredado de 'Kali', Duquesa de Lische, que murió hace mucho tiempo.

El que le tiene ganas a la ex de su primoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora