America
1...2...3...
Tomo el encendedor de mi armario y prendo fuego en la cortina, me coloco mi mochila y espero a que entre alguien y atacarlo, el fuego comienza a consumir rápido la tela, y seguido de esta se va contra la fina madera.
Con un cacho de tela tapo mi boca y nariz para que el humo no entre en mi sistema, la manija comienza a moverse y me coloco detrás de la puerta.
—Apúrate— Se escucha un grito.
Tres tipos entran por la puerta y to me cuelo por detrás, bajo las escaleras y me meto en el baño, en toda la casa se escucha mucho movimiento, están tratando de apagar todo.
Me ha sonó por una pequeña rendija que se crea al habría un poco la puerta, cuando por fin el pasillo queda solo, corrí para la puerta de la cocina la cual es la única que se encuentra abierta.
Salgo y la brisa del mar se escucha, a lo lejos veo la luces de algo pero lo ignoro y sigo corriendo donde se encuentra una barca escondida, he tenido demasiado tiempo en este lugar que he encontrado bastantes cosas.
Llego hasta ahí, me escondo, desde lejos veo la casa y como llegan personas para tratar de apagar la lumbre, y entonces a mi lado aparece Jack.
—Tengo que felicitarte— Me toma del brazo.
Comienza a caminar junto con migo hacia el mar.
—Te diría buena estrategia, pero a sido lo más tonto que has hecho durante todo esté tiempo—saco de su chamarra una arma.— Sospechaba que algo de esto podía pasar....Tu falsa actitud sumisa me cansaba...
Continuamos la caminata por la fría noche mientras me apretaba más contra sí y su fría arma.
—Por una parte me gusta que aún tengas la ilusión de que puedes salir de aquí cariño, porque créeme que si lo aras...
Lo mire al rostro para buscar alguna señal de burla, pero no encontré nada, solo su rostro más serio que de costumbre.
—Sube— Me empuja hacia el interior de lo que es un yate.
Yo aún tratando de comprender todo lo que estaba pasando camine hasta llegar a una silla, me quede sentada frente de él, siguiendo con la mirada casa uno de sus movimientos, cargó el arma y la coloco en mi cabeza.
—Créeme cariño esto me dolerá más a ti que a mi—Hablo por lo bajo.
—No te atreverás.
Lo reté, mientras por dentro sentía el calor de mi sangre recorrer mis venas.Sin despegar el arma dejó un beso en mis labios...
Tres días antes de esa noche.
—Joder América— Gemía Jack.
Cada vez que él quería estar conmigo me drogaba o me dormía, pero estos últimos días yo había estado invitándolo.
Es parte del plan.. me recordaba para no sentirme mal.
Cuadrando por fin termino, salí de la cama para meterme en la ducha y no mirar del asco, me quedaba horas hasta que me sentía limpia, y cuando salía, actuaba.
Esos días para él fueron un paralizó, ya que yo hacía lo que él me pidiera, ya no peleaba simplemente me convertí en una maldita sumisa.
Dos noches antes había, sacado unas pastillas de la agitación de Maria, las cuales le pondría en su café a Jack para poder sacar un arma y tener conque defenderme.
La hora de la cena estaba por acercarse, mientras secaba mi cabello y me encontraba sola en mi habitación, mandaba unas coordenadas al número que tenía en el teléfono.
Cuando recibiera la respuesta de lo que yo sospechaba se tratara, podría salir de ese lugar, mientras me tendría que obedecerlo y hacerle creer que por fin él había ganado.
Salí de la habitación y me dirijo a la cosí a, María se encontraba preparando la cena, y cuando por fin me quede sola en la cosita saqué las pastillas ya molidas y las agregué en el café.
Prepare otra taza, la cual sería para mi y no sospechará nada, lleve la charola y le entregue se taza.
No tardo mucho para que él subiera a dormir, yo me quede en la sala leyendo un libro, cuando escuché la puerta de la habitación serrarse, camine sin hacer ningún ruido a su cuarto donde se encontraban varias armas y tome una, la cual fuera una no muy grande ni se notará su falta.
Seguido de eso entre al despacho, busque por todos lados la foto de él con esa niña, y me encontré con algo más importante y que me aria tenerlo atado de manos.
La copia de su disco duró, lo guarde entre mi ropa, escuché pasos y corrí al baño.
—America— La fastidiosa voz de Maria me nombraba.
Baje la manija del baño y salí como si nada hubiera pasado.
—¿Que quieres?—Pase por su lado.
Volví a la sala solo esta vez para recoger mi libro,
Ella me seguía muy descerca con la mirada, volví a pasar por su lado esta vez para dirigirme a las escaleras.Al llegar a la habitación, Jack se encontraba profundamente dormido ya que el azoriniano de la puerta no lo despertó, fui directo a mi closet donde en una mochila metí lo que había recaudado.
Me acosté a su lado como si nada hubiera pasado....
Dos horas antes....
Me sentía como un completo payaso ya no podía seguir con esta farsa y papel de sumisa, cuando lo único que quería era atravesar su cabeza con un solo disparo.
Me volvía loca de solo ver su estupida sonrisa de victoria, me daban ganas de torturarlo hasta que muriera y más se alimentaban esos pensamientos estando en esta casa.
Llevaba dos días revisando el teléfono en espera de una respuesta, pero no llegaba, haya hoy que mis ojos se llenaron de venganza absoluta.
"Todo humano tiene una debilidad y Jack no es la excepción"
Todos pensarían que yo sería su peor tragedia, pero eso es porque realmente no saben nada de él, a mi le importaría una mierda perderme pero a ella no, por eso la tuvo este momento oculta, como si no existiera.
—Las coordenadas nos llevaron hasta un pueblo alejado, y una sola persona, o más bien una pequeña niña.
—Necesito que la saquen de ahí—
—Descuida, ya lo hemos hecho.
Después de ese mensaje donde todo lo que pensaba se confirmó era momento de salir de aquí...
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Deseo más oscuro [En proceso]
Teen FictionAmérica reúne todas sus fuerzas para comenzar la venganza contra quienes mataron a su amado, y ara todo lo posible para descubrir donde está su hijo.