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Mi vista desde el balcón era impresionante se podía ver toda la ciudad, y el amanecer era simplemente magnífico, ahora todo estaba adornado de luces.

El pequeño bebe dormía muy tranquilo en su cuna, nunca me había imaginado vivir esto o qué alguien tan pequeño estuviera metido en problemas desde antes de nacer.

Camino hasta donde está él pasó mi mano por su pequeña cabellera dorada, me recuerda un poco a America de bebe.

El sonido de la puerta de la entrada, me saca de mis recuerdos y salgo a toda velocidad de la habitación.

—Tenemos un mensaje de ella— Me enseña una imagen con dicho mensaje o más bien unas coordenadas.

—Investiga que es eso— Le ordenó.

—Descuida ya estamos trabajando en eso.

Aveces me sorprende lo eficaz que es, no me imaginé que a qué niño se convertiría en un excelente socio, y amigo.

—Respóndele hasta que sepamos de lo que se trata.

—Es lo que tenía pensado.

Nos dirigimos al pequeño bar de la casa y nos serví una copa de vino, mientras él tenía los ojos fijos en la   tableta.

Nos quedamos así  por varios minutos, haya que yo hable.

—Creo que es momento de que tenga una pequeña reunión, con un antiguo amigo.

—Aún no es el momento— Me corto, porque él sabía a quien me refería.

—¿Cuando será?, lo que feo que hacer, ya no soy la misma decir de antes

—Lo sé y créeme que soy el que más claro tiene eso que lo eres la misma, solo digo que esperes que ella esté aquí.

—La familia reunida— Bufé sin gracia.

—"Familia"...— Arrastró la palabra entre sus dientes con un toque de molestia.—La familia no te abandona.

—Yo fui quien los abandonó— Defendí.

—"Claro"— Su tono fue burlón.— Me iré a trabajar...

—¿Es por el no?— Trato de Indira los ojos en la tableta para ignorar el tema.— Lo matare si vuelve a tratar de lastimarte.

—Créeme, no soy el mismo bicho que el mando a matar, si él me ataca recibirá lo mismo.

—Solo quiero que vea el hombre que es su hijo, Asher  ha sido testarudo, pero muy en el fondo te quiere.

Su risa con un todo agrio adorno todo el salón.

—Nunca me quiso, solo fui un bastardo— Sin mirarme comenzó a salir del bar— Te informaré cuando tenga todo.

—Agni..— Le hable pero el siguió caminado hasta desaparecer.

Me termine todo el vino y quede dormida en la sala, aún recordaba esas noches que ose con él en esa vieja casa, apenas si tenía malos para comer, como empezamos y estando ahora es una locura.


Al siguiente día los rayos del sol y el servicio haciendo limpieza me despertaron, subí a mi acotación me ase, salí de casa directo a serrar un contrato o más bien una nueva alianza.

Deseo más oscuro [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora