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                                           Adán.

Mi padre siempre obtenía  lo que quería  no le importaba que tuviera que hacer o sobre quien tenía que pasar para lograr su cometido.

Todo había pasado tan rápido, él como fue aceptado, por obligación y ahora que se cree el jefe y nos habla para  hacer algunas cosas como hoy, que fuimos convocados a una comida para conocer a alguien muy importante.

Mientras termino de alisar mi cabello para salir al lugar indicado, reviso unos papeles que necesitan de mi aprobación.

Cuando por fin termino. Salgo de casa subo al auto, el día esta despejado,y me hace pensar en cómo estoy y me encuentro cansado pero no de manera física, esto es de una forma mental todo esto me resultaba fastidioso y un tanto molesto lo cual me hacía plantearme si realmente esto me llenaba por completo.

Desde muy pequeño tuve que pasar por toda esta mierda y desde entonces no he salido de esto, ni espero salir.

¿Realmente tendré toda la fuerza para lo que suceda?

Tratare de que sea así.

Estar en casa ya no es lo mismo, Axel vive su vida, Asher y Biel Viven en su búsqueda constante de America y el pequeño, ¿pero a mi que me queda?, mi único amor me traicionó, mi padre nunca fue un verdadero padre solo fue un espejismo y mi madre se fue sin más.

Estoy tan solo que esto es una mierda, mis hermanos a quienes juré proteger les fallé.

El sonido de mi celular me distrae de mis pensamientos caóticos.

—Adán—El tomó frío pero con un toque de angustia de mi padre inunda todo el auto.

—¿Que?— Me escucho desconcertado.

—¿Está Axel contigo?

—No está en casa, si quieres hablar con él solo llámalo— Colgué la llamada.

Fije mi vista en los edificios en los cual me doy cuenta que solo estoy a dos cuadras de mi oficina, deje el auto en mi lugar de parqueo y baje deprisa ya que tenía una junta importante.

Tomamos un descanso de veinte minutos ya que la junta comenzaba a extenderse, entonces saqué me teléfono el cual tuve que poner en ni radie ya que mi padre no dejaba de llamarme, cuando todos volvieron a la sala apagué mi celular y respiré profundo porque se venía otra negociación más larga.

Cuando salí de la junta el sol comenzaba a meterse, fue más tardado de lo que tenía previsto ya que los socios no llegaban a ningún acuerdo y eso nos hizo de morar más.

Fui directo a mi oficina, al estar dentro me senté en el pequeño sofá y encendí el celular, años minutos de prendes este de lleno de llamadas y mensajes.

Mi padre se podía volver un fastidio  cuando quiere...
Me escuché decir.

Revise los mensajes y en todos decía que le llamara, pero antes de eso bebí un poco de agua, marqué si número y contesto a los dos tonos.

—Carajo Adán— Gruño al otro lado de la línea.

—¿Que quieres?— mi voz era mas fría.

—¿Está Axel contigo?— Pregunto más calmado.

—Te he dicho que si quieres hablar con él que lo llames, es más que obvio que no está conmigo.

—Maldición—Se escucho un ruido de algo cayendo al otro ladeo de la línea.—Escúchame —Su tono se cambio a uno más serio y frío.

Deseo más oscuro [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora