Primero Contacto | Capitulo I

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Con el papel de la dirección del edificio en la mano, Lucía entró en el edificio. Le sudaban las manos, estaba nerviosa, ansiaba un trabajo y ese trabajo de niñera del hijo del gran abogado Joaquín Galán sería perfecto, tanto para adquirir más conocimientos como para que se le abrieran nuevas puertas. Su área de formación era la pedagogía y la especialización en niños menores de doce años, pero no había encontrado un ningún empleo en el que pudiera trabajar y lo que le quedaba era adaptarse a los pequeños trabajos que se le presentaban.

La secretaria le indicó un lugar en el cómodo sofá para que Lucía se sentara. La pelirroja se sentó, su mirada se dirigió a la sala de espera del despacho de abogados, era uno de los más grandes de Argentina, no había un rumor de que ningún abogado del despacho hubiera perdido un caso, y menos el jefe, Joaquín Galán.

En la sala de Joaquín, el hombre dejó caer otro currículum sobre la mesa, seguido de una profunda respiración. Ya estaba perdiendo la paciencia con todo ese momento de selección de una nueva niñera para su hijo, perdía el tiempo, un tiempo que podría utilizar para leer y encontrar soluciones al montón de procesos que tenía en su escritorio. Libera una candidata más, sería la última del día y y después de eso no iba asistir más.

- ¡Siéntate, por favor! - Joaquín indicó la silla que tenía delante sin levantar la vista. - Señora Lucía Cuervo Mazza, ¿cuál es su especialidad con los niños?

- ¡Señorita! - corrigió Lucía en un tono suave. - Tengo una licenciatura y un diploma de postgrado en pedagogía. Trabajé en una escuela donde sólo había niños de tres a diez años.

- ¿Eres consciente de que si te contratan tendrás que pasar toda la semana en mi casa? - preguntó Joaquín, aún revisando el currículum de la pelirroja.

- No lo sabía, pero no tengo problema en pasar la semana en su casa, señor Galán. - Lucía respondió con sinceridad.

Joaquín permaneció en silencio, mientras Lucía recorría con la mirada al serio hombre sentado en la silla frente a ella. Tenía la mirada concentrada en el papel que tenía en sus manos, aún no había mirado el rostro femenino. Necesitaba conseguir ese trabajo, dependía de algo grande como ese servicio. Joaquín levantó por fin la mirada, cuando los ojos femeninos entraron en contacto con el par de ojos masculinos de color miel, sintió que un escalofrío le recorría la espina dorsal, el hombre tenía una misteriosa y profunda mirada, sería fácil sentirse intimidado por él.

- De todas las personas que conocí ayer y hoy, tú fuiste la que más me llamó la atención. Su currículum es impecable, tiene buenas indicaciones y aquí encontré un papel extra que habla de su profesionalidad y el cuidado con los niños que has trabajado. - dijo Joaquín mientras se arreglaba la camisa. - Te propongo un periodo de prueba de unos días, si lo haces bien y de la forma que espero, te contrataré. - El hombre finalmente dijo.

- ¿Qué día quieres que empiece? - preguntó Lucía, tratando de ocultar su infelicidad.

- Si es posible, hoy mismo. Mi hijo estudia desde las siete y media de la mañana hasta el mediodía. Acompañas a mi chófer a recoger a Will del colegio, en casa tiene obligaciones. - Joaquín tomó una hoja de papel con algunas cosas escritas en el. - Will se ducha y baja a almorzar, yo no suelo almorzar en casa así que no debe esperarme y puedes almorzar con él en la mesa. Después del almuerzo, tiene que hacer los deberes y luego tiene clase de italiano.

- ¿Tiene su hijo tiempo libre? - preguntó Lucía con expresión interrogante.

- ¡Sí! Después de cumplir con todo lo que tiene que hacer. Una vez a la semana tiene piano y guitarra. - respondió Joaquín, entregando una hoja con las tareas de su hijo durante la semana. - Toda la semana necesitas estar en mi casa, tienes tu propia habitación y durante el fin de semana puedes quedarte en tu casa.

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