Joaquín Roberto Galán de Santoro, viudo hace dos años y padre de un niño rebelde de nueve años. Will Galán de Barone, hijo único del prestigioso abogado Joaquín Galán y de la médica Viviana Berco de Barone. La médica falleció hace dos años de un ata...
Después de permanecer en silencio durante unos minutos observando a Lucía y a Will, Joaquín finalmente hizo que ambos notaran su presencia. El niño se levantó y corrió a los brazos de su padre, que lo recibió con un cálido y apretado abrazo. Lucía se levantó tranquilamente, pasándose la mano por la ropa.
- Has tardado demasiado, pa. - dijo Will tras separarse de su padre.
- La reunión se alargó más de lo previsto y el tráfico no fue el mejor. - Joaquín respondió con calma. - ¿Has comido ya?
- Todavía no, Will insistió para que te esperábamos. - Lucía habló por primera vez.
- No era necesario. - Joaquín miró a su hijo. - Vamos a comer, es tarde. - dijo el hombre.
- Ve a lavarte las manos, Will. ¡Te esperamos en la mesa! - Lucía dijo y el niño corrió a hacer lo que le había dicho.
En cuanto el niño se fue, Joaquín observó a Lucía con atención, no había visto a la mujer antes ya que él tenía prisa, y ella no había bajado cuando él aún estaba en la casa. La mujer llevaba unos jeans ajustados al cuerpo con un cinturón y una camiseta negra, era simple pero por alguna extraña razón la hacía extremadamente bella y parecía mucho más que que simple. Pero ¿en qué estaba pensando? ¡Era la niñera de su hijo, y él tenía a Valentina!
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Y hablando de la modelo, tendría que decirle a Will que la mujer dormiría en la casa esa noche. Estaba seguro de que este hecho no agradaría a su hijo, pero no había mucho que pudiera hacer, ya había hecho la invitación a Valentina y no la desharía, Will tendría que hacerse a la idea de que que su padre tenía a alguien.
- Lucía, necesito de tu ayuda. - Dijo el hombre mientras caminaban hacia el comedor.
- Si está en mi mano, te ayudaré. - La pelirroja respondió con calma, pero en su interior se produjo una agitación.
- Creo que ya te han hablado de Valentina, ¿verdad? - preguntó Joaquín, inmediatamente recibió un asentimiento positivo de Lucía. - Ella va a venir a casa conmigo después de la fiesta, y necesito díselo a mi hijo.
- ¡Joaquín, no sé cómo puedo ayudarte! - dijo Lucía con sequedad.
- Necesito tu ayuda para decírselo a Will, a él no le gusta Valentina y probablemente hará un berrinche. - dijo Joaquín mientras se sentaban.
- ¿Y quieres que se lo diga? - Lucía parecía desconcertada.
- Sí. - respondió Joaquín mientras miraba hacia la puerta.
- Lamento decir que no puedo ayudarte con eso. - Lucía habló sin rodeos.
- ¿Y por qué no? - Joaquín la miró, confundido.
- Joaquín, no llevo ni una semana aquí, el mero hecho de que le guste a Will no significa que le pueda seguir gustando si yo se lo digo. - Lucía respondió con una cara muy poco amigable. - Will es un chico inteligente y muy, muy sensible. No quiero perder el cariño de tu hijo por culpa de tu mujer.
