Tras el desayuno, Joaquín llevó a Valentina de vuelta al hotel donde se alojaba la modelo. Lucía acompañaba a Will durante las clases, y cuando terminó las actividades escolares del día, la pelirroja llevó al chico a organizarse para que pudieran subir al avión.
El programa era almorzar antes de regresar a Argentina. Joaquín tras dejar a la modelo en el hotel, fue a una tienda a comprar un regalo para su hijo, sin saber qué comprar, el abogado eligió algo sencillo, pero que sabía que le gustaba a su hijo, un oso de peluche.
Toda la casa estaba en silencio, a Joaquín le pareció extraño así que buscó a Marta, responsable de cuidar de la casa de Miami.
- Marta, ¿dónde están Will y Lucía? - preguntó el abogado, entrando en la cocina.
- Están en el jardín. - Marta respondió.
- ¿Ya está listo el almuerzo? - preguntó Joaquín antes de salir de la cocina.
- ¡Sí, señor! - confirmó Marta, mirando a su jefe.
- Puedes preparar la mesa, voy a buscar a mi hijo y a Lucía. - El hombre dijo, saliendo de la habitación.
Al llegar a la puerta, Joaquín atravesó el pasillo del salón que daba al jardín de la casa, vio a Lucía sentada en la hierba mientras Will jugaba con el pelo rojo de la mujer.
En silencio, se acercó a los dos y se rascó la garganta, haciéndoles notar su presencia en el lugar.
- Joaquín, no te vi llegar. - Lucía se levantó de la hierba, pasándose la mano por la ropa.
- No llevo mucho tiempo aquí. - Joaquín contestó, mirando a la mujer, estaba extremadamente hermosa, su pelo teñido de naranja contrastaba increíblemente con su piel blanca.
- He traído a Will para que respire el aire fresco del jardín. - La pelirroja explicó.
- Lo has hecho bien. Hijo, ven aquí. - Joaquín se agachó esperando que su hijo se acercara a él.
- ¡Will, querido! ¿Recuerdas lo que hablamos ayer? - Lucía se agachó para estar a la altura del chico.
- Sí, pero no quiero hacerme más daño. - La voz de Will salió en un susurro.
- Querido, dale una oportunidad a tu padre, sobre todo, es tu padre y sólo quiere tu bien. - Lucía acarició las mejillas infantiles y se levantó. - Los dejaré solos para que puedan hablar.
La pelirroja salió del jardín, dirigiéndose al interior de la casa, Will todavía dubitativo se dirigió a su padre. El abogado suspiró y reveló el oso de peluche, Will dio una débil sonrisa, y sostuvo el oso.
- Will, sé que me he equivocado contigo esta mañana. - dijo Joaquín.
- ¿Sólo hoy? - La pregunta salió involuntariamente de la boca del chico. - Lo siento, no quise decir eso. - dijo Will tras ver la expresión de sorpresa de su padre.
- Está bien, tienes el derecho y debes hablar de mi comportamiento. - El hombre tranquilizó al niño. - Quiero ser mejor para ti, hijo mío. - El abogado suspiró.
Mientras padre e hijo hablaban, Lucía observaba todo a través del cristal de la puerta. A pesar de que Joaquín parecía tan frío y distante de su hijo cada día, ella sabía que el hombre amaba y era capaz de darlo todo por ese niño.
Cuando se da cuenta de que Joaquín se levanta y le tiende la mano a Will, la pelirroja se aleja de la puerta, y se sienta en el sofá a esperar que ambos entren en la sala. Padre e hijo pasaron por la puerta, y Lucía fingió notar su llegada y se levantó sonriendo.
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Reconstruyendo Sueños
AcakJoaquín Roberto Galán de Santoro, viudo hace dos años y padre de un niño rebelde de nueve años. Will Galán de Barone, hijo único del prestigioso abogado Joaquín Galán y de la médica Viviana Berco de Barone. La médica falleció hace dos años de un ata...