Desacuerdos| Capitulo VI

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Tras unos minutos en silencio, Will se volvió hacia la niñera que estaba a su lado. La cara del niño estaba manchada por las lágrimas, Lucía le miró y vio que el niño necesitaba más que nunca la presencia de su padre. presencia paterna, pero en ese momento era difícil.

- Luchy, mi padre ya no me quiere? - Preguntó el chico tras devolver la mirada a la fuente de agua.

- Will, mi amor, tu padre te ama. - La pelirroja respondió.

- Creo que soy una carga para él. Sería mejor que no hubiera nacido. - El niño dijo.

- Oye, no vuelvas a decir eso, ¿me oyes? - Lucía sujetó la barbilla de Will, haciéndole mirar a los ojos.

- Extraño a mi madre. Era cariñosa, atenta, vos eres una versión de ella. - Will dijo con una débil sonrisa.

- Will, querido. Tu papá, él, bueno, cómo puedo explicarte? - Lucía se arrodilló quedando cara a cara con el niño. - Tu padre, se convirtió en este hombre frío que ves ahora, debido a todos los eventos de los últimos años, así como te duele perder a Viviana, para él también. - La pelirroja acarició la mejilla del chico.

- Sólo quería a mi mamá de vuelta. - Will suspiró.

- Pequeño... - Lucía abrió los brazos para que el niño pudiera acurrucarse en su abrazo.

Después del momento en el jardín, Lucía llevó a Will a la casa, las actividades que el niño hacía por la tarde, no las haría en aquel día. Las horas pasaron rápidamente, y a las 7:30 de la noche, Joaquín estaba terminando de arreglarse, mientras Will y Lucía cenaban.

El abogado bajó las escaleras y apareció en el comedor, ya que desde todo lo que paso en el almuerzo, no había vuelto a ver a su hijo. Cuando miró al niño sentado en la mesa, sintió que el corazón latía más rápido, sabía que estaba cometiendo varios errores como padre, y tenía que arreglarlo.

- ¿Qué te parece si después vemos una película? - preguntó Lucía, ella no había visto a su jefe todavía.

- Eso está bien. - Will respondió desanimado.

- Will, anímate. Me gusta más cuando estás sonriendo y charlando. - Lucía sonrió.

- Lo siento, Luchy. Es que no quiero molestarte hablando tanto. - El pequeño de pelo rubio respondió.

- No me molesta para nada, cariño. - La pelirroja sonrió.

- ¿Ha pensado alguna vez en tener hijos? - preguntó Will.

- Sí, lo he pensado varias veces, te diré un secreto, ser madre una vez fue uno de mis mayores sueños. - dijo Lucía en un tono bajo.

- ¿Y por qué ya no lo es? - Will la miró confundido.

Cuando Lucía iba a responder a la pregunta del niño, Joaquín les hizo notar su presencia en la sala. La pelirroja se enderezó en su silla y Will volvió a comer, ignorando la presencia del padre allí.

- He venido a decir que ya voy a ir. - El hombre dijo.

- Todo bien, señor Galán. Que tengas una buena fiesta. - Dijo la pelirroja en tono cordial.

Joaquín esperó a que su hijo hablara, pero sin éxito. Will no dijo nada, sólo continuó con la cabeza gacha, comiendo o fingiendo comer lo que había en su plato. Sin decir nada más, el abogado se fue y salió a buscar a Valentina.

El hombre prefirió conducir, después de todo, no tenía intención de quedarse demasiado tiempo en la fiesta y tampoco excederse en la bebida, porqué después del almuerzo, se subiría a su avión privado para volver a Buenos Aires.

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