Domingo - 6:30 p.m
Un día de descanso era todo lo que Lucía necesitaba para renovar por fin sus energías, el domingo, su último día de descanso, la pelirroja apagó el móvil, durmió hasta el mediodía, vio una película y meditó durante unos minutos. Cuando llegó a las cinco de la tarde, la mujer volvió a organizar en su maleta todo lo que llevaría a casa de su jefe, se duchó, se vistió y llamó a un taxi.
El coche se detuvo frente a la casa de la familia Galán y Lucía pagó al conductor. Esta sería su segunda semana en el trabajo, habían pasado tantas cosas en su primera semana que parecía que ya llevaba un mes trabajando allí.
Entró en la casa por la puerta de la cocina, Clara estaba en el lugar hablando con Paulo, la pelirroja sonrió y observó en silencio a las dos personas que estaban allí. Ambos no habían percibido la presencia femenina todavía.
- ¡Buenas noches! - La voz de la mujer sonó tranquila.
- ¡Lu! Me alegro de que estés aquí, te he extrañado. - Paulo sonrió y fue a abrazar a la mujer.
- Basta, Paulo. Sólo han pasado unos días. - Lucía sonrió.
- ¡Lo suficiente para extrañarte! - El conductor sonrió, todavía abrazando a la mujer.
- Paulo, deja de ser un adulador. - Clara sonrió y negó con la cabeza.Lucía se rió de unos chistes de Paulo, y en ese mismo momento entró Joaquín en la cocina. El hombre se dirigía a su despacho para coger el teléfono móvil que había olvidado en el lugar, cuando oyó voces y risas en la cocina.
- Buenas noches, señorita Cuervo. - La voz ronca de Joaquín sonó en la cocina.
- ¡Buenas noches, Joaquín! - respondió Lucía, soltándose del abrazo del conductor.
- Hoy llegas muy temprano. - dijo Joaquín.
- Pensé que sería mejor llegar temprano. - La pelirroja respondió.
- ¿Cómo pasaste del día de ayer? - El hombre preguntó.
- Bien. De ayer a hoy, he dormido como una roca. - La mujer sonrió mostrando sus dientes.
- ¿Y tu amiga? - Preguntó el abogado.
- Está bien, pero no creo que quiera volver a subirse a una montaña rusa. - Lucía dijo
recordando cómo Patricia se bajó del juguete.
- Clarita, prepara algo saludable para la cena. Will ha comido mucha comida no saludable estos últimos días. - Joaquín miró a la señora que tenía delante.- Sí, niño. Empezaré a preparar. - La señora respondió.
- ¿Quieres ayuda, Clara? - preguntó Lucía.
- Si quieres ayudar, acepto. - Dijo Clara.
- Voy a poner mi bolsa en mi cuarto y vendré a ayudarte. - La pelirroja respondió.Lucía se dirigió hacia las escaleras cuando una voz conocida la detuvo, haciendo que una sonrisa se dibujara en sus labios.
- ¡Hola, mi vida! - Lucía abrazó al niño.
- Me alegro de que estés aquí, pensé que ibas a llegar más tarde. - dijo Will, subiendo las escaleras con la niñera.
- ¿Cómo pasaste del día de ayer? - preguntó Lucía cuando entraron en su habitación.
- Bueno, mi padre y yo vimos una película antes de irnos a la cama. - El chico dijo.
- Hmmm, ¡eso es bueno! Me alegra ver que tu padre está comprometido contigo. - La pelirroja sonrió y tocó la mejilla del niño.
- Eso fue gracias a ti. - Dijo Will.
- Sólo hago mi trabajo. - La mujer sonrió sin mostrar los dientes. - Vamos abajo, voy a ayudar a Clara a hacer la cena.
- ¿Puedo mirar? - Preguntó el chico.
- Creo que sí, preguntémosle a Clara. - respondió Lucía, dirigiéndose de nuevo a la cocina.Después de que Clara le diera permiso a Will para quedarse en la cocina, Lucía comenzó a ayudar a la señora hacer la cena de la familia Galán. El niño observaba todo lo que se hacía, a veces preguntaba y una de las dos mujeres le explicaba.
Joaquín estaba en la sala bebiendo un vaso de whisky con hielo, cosa rara en el abogado, sobre todo antes de la cena, pero aquel acontecimiento tenía motivo, o mejor dicho, tenía nombre y apellido, Lucía Cuervo. De hecho, era patético que estuviera tan enojado porque la niñera de su hijo estuviera con tanta intimidad con Paulo, quién también era su empleado, el conductor de la familia. Por supuesto que él ni siquiera tenía nada que decir, después de todo, la relación que tenía con Lucía era solo de jefe y empleada.
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Reconstruyendo Sueños
De TodoJoaquín Roberto Galán de Santoro, viudo hace dos años y padre de un niño rebelde de nueve años. Will Galán de Barone, hijo único del prestigioso abogado Joaquín Galán y de la médica Viviana Berco de Barone. La médica falleció hace dos años de un ata...