08 | Wonderland

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Capítulo dedicado a SisoyDios
¡Espero te guste!

Advertencia: Este capítulo posiblemente te haga sufrir varios infartos. Leer con precaución.

08 | Wonderland

Alice

No puedo creer que me haya traído a este lugar.

No puedo creer que, después de tanto, él se siga acordando que existe.

No puedo creer que, aún con todo lo que ha pasado entre nosotros, me siga emocionando tanto como lo hago, con solo estar aquí.

¿Y cómo no? Este sitio significó mucho para mí. Para nosotros. Lo bautizamos como "Wonderland". Sí. El país de las maravillas. Le pusimos así porque, cuando lo descubrimos, justamente estábamos escuchando Wonderland de Taylor Swift.

Nuestro "Wonderland" se trata de un pequeño lugar en lo alto de una colina. Fácilmente se puede llegar a ella en auto. Aquella primera vez venimos a pie. Tardamos bastante en subir, pero valió la pena. Está escondido tras un montón de árboles enormes que parecen tocar el cielo. Desde aquí arriba se puede ver la ciudad. De noche la vista es aún más impresionante que de día.

Blake y yo solíamos venir mucho. Solo los dos. Era nuestro secreto. Ni siquiera Michelle sabe de esto. Nunca lo hablé con nadie. Me pregunto si Blake ha traído a otra persona. Espero que no. Siento esto muy… nuestro. Y, aunque nunca lo admita en voz alta, reconozco que me dolería mucho si le hubiera mostrado esto a alguien más. A otra chica. No lo soportaría. En el fondo guardo la esperanza que, al igual que yo, él siga teniendo lindos recuerdos de lo que entre nosotros existió.

Con un nudo en la garganta me bajo del auto. El sitio está hermoso, tal y como lo recuerdo. Hace dos años que no vengo, la última vez fue con él. Nos quedamos hasta que oscureció, solo tirados en el césped, hablando, riendo; buscando formas en las nubes y, finalmente, cuando el sol caía y el cielo se ponía oscuro, mirábamos las estrellas.

— ¿Por qué me trajiste a este lugar? — Le pregunto, sintiendo como el nudo en mi garganta se hace aún más grande y se aprieta, asfixiando.

— Dijiste que te trajera adónde fuera — me recuerda, haciendo énfasis. Su voz se escucha a mis espaldas, muy cerca — Me pareció buena idea venir a nuestro Wonderland.

Suspiro y me paso una mano por el cabello. Nuestro. Le sigue diciendo nuestro.

— ¿Has traído a alguien más a este lugar?

— Absolutamente no — me responde de inmediato — ¿Y tú?

— No vengo desde hace dos años.

Lo siento colocarse a mi lado.

— Yo vengo seguido — sus palabras me sorprenden. Lo miro. Tiene la vista clavada en el frente, en la imponente ciudad que se ve, desde aquí, diminuta — Es un lugar tranquilo, me trae buenos recuerdos y… vengo a pensar.

— Vaya, ¿tú piensas? Eso es novedad.

Ante mis palabras, Blake se echa a reír. Su risa siempre me ha gustado. Y me encuentro sonriendo como tonta, con la vista fija en su perfil izquierdo.

— Pues sí, McFloyd. El cerebro no solo lo tengo de adorno.

Me mira, con esa sonrisa de medio lado capaz de dejar sin aliento a cualquiera. Pero no a mí.

Todo lo que juntos podemos ser ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora