11 | Déjà vu

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Capítulo dedicado a DianaGutierrez502

11| Déjà vu

Alice

Mientras tecleo inspirada en mi habitación, la música suena a alto volumen por toda la estancia. No puedo escribir sin música. Eso ya está más que confirmado. Siempre suelo formar diferentes tipos de playlist en Spotify que mis lectoras suelen seguir para entrar en ambiente con la lectura. Justo ahora estoy escribiendo una escena +18 que las dejará con ganas de más.

Me encanta la tensión sexual que hay entre mis personajes. Y sé que a ellas también les encanta.

Justo ahora no puedo detenerme. Bendita sea los momentos dónde mi inspiración está al tope.

Después de una semana donde no pude escribir absolutamente nada, me encuentro realmente feliz al poder superar mi pequeño bloqueo.

Le subo volumen a la música, y sigo con lo mío:

" Sus ojos verdes no se apartan de mi cuerpo mientras me toco frente a él. Tengo las piernas bien abiertas para darle una exelente visión de mi mano acariciando ese punto en específico que me hace gemir de placer. Está exitado. Puedo notarlo. El bulto en su pantalón me llama, me pide que lo toque, y yo no dudo cuando me levanto de la cama y me acerco a él. Jared me espera de pie, con la respiración agitada. Sin dejar de mirarlo a los ojos, me dejo caer de rodillas frente a él y estiro mi mano para bajarle la cremallera del pantalón. "

Apenas poner el punto final a ese párrafo, me detengo y releo lo que he escrito para corregir cualquier error. Justo entonces me doy cuenta de uno. Y uno bien grande. Menuda estupidez. Mi protagonista no tiene los ojos verdes, los tiene color café.

— Deja de pensar en el idiota de Blake, Alice. Por tu salud mental, elimínalo de tu mente.

Borro y corrijo, un poco molesta conmigo misma por volver a caer en este círculo del que he estado tratando de salir desde hace una semana.

Pero por más que me repito esto último, no puedo dejar de pensar en él. Es realmente imposible a pesar de que, claramente, él y yo hemos estado evitándonos el uno al otro desde que me fui de la reunión en casa de Ben, el amigo tatuador. Es difícil, porque Daniel y Michelle ahora no parecen tener intenciones de alejarse, y dónde está Daniel está Blake. Aún así, hacemos un esfuerzo increíble. Aunque normalmente siempre es él el que se termina por alejar, inventando cualquier escusa, cosa que le agradezco. Aún así, sé que es solo cuestión de tiempo para que no nos quede más remedio que enfrentarnos. Y esto es completamente inevitable.

Sus palabras siguen clavadas en mi cabeza desde que me las dijo el lunes en la noche, y hoy, miércoles en la tarde, se siguen reproduciendo en mi memoria como si fuera una de esas música pop adictivas del momento. Y, para empeorar las cosas, hoy es la maldita mudanza. De ahora en más lo voy a tener metido en mi casa. En mi territorio. Voy a dejarle claras un par de cosas. Si bien es cierto que su madre y mi padre ahora están en una relación, Blake no es bienvenido en este lugar. Por lo menos no por mi parte.

Tal vez debería hacerle la vida imposible, como se la hace Lily, mi protagonista, a Jared, mi otro protagonista. Recuerdo una escena que escribí y no puedo evitar echarme a reír. En la escena en cuestión, Lily cambia la azúcar por la sal, y Jared termina por poner salado su café antes de tomarlo. Me encantaría ver la cara de Blake si yo llego a hacer eso. Sería genial. Ya hasta me lo puedo imaginar escupiendo todo el contenido en el piso, con su cara contraída en una mueca de asco.

Todo lo que juntos podemos ser ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora