Y tal cómo lo prometió. Desde esa cena, me soltó. Ya no estaba encadenada, ya no tenía mi pie tan lastimado. Pero eso no fue lo único que cambió, Cassius tambien lo hizo. Me empezó a tratar de una forma mas bonita y amable. Me trataba como una princesa.
Habían pasado unas semanas, ya no sabría decir cúanto fue, pero se que han sido semanas, y unas largas. Comia como debía, me mantenida hidratada, me matenía firme y siempre positiva, en algunas cosas.
Cuando llegué aquí, le temí a Cassius, me sentía como si fuera a morir pero no fue así. Cassius, no era la persona que yo creía que era. Bueno, yo me imaginaba a un rey egocéntrico, orgulloso, sin sentimientos, sin piedad o incluso misercordia. Me imaginaba que su reino era un lugar de muerte, pero no era así. Las personas que habitaban aquí—que eran cientas de personas—, no parecían estar deprimidos por estar aquí, incluso parecian felices de estarlo. Pensé que moriria el primer día que llegué aquí, o mejor dicho noche.
Estaba en el techo de la habitación contemplando el paisaje y viendo la luna. Esta era mi parte favorita de la noche, estar aquí, en medio de la noche, con el silencio de la noche, con la luna subiendo y con las estrellas a su alrededor.
—Supuse que estabas aquí— dijo una voz bastante conocida.
Cassius alias el rey sombra.
Me quedé pensando en su título, "El rey sombra", ¿Por qué lo llaman así?...
Observé como se poso a mi lado. También note que no tenía camisa lo que hizo que mis mejillas se sonrojaran tremendamente. Pero habia que admitirlo, Cass era muy apuesto, pero demaciado y no solo por qué no tenía camisa, si no por qué tenía buen físico, y ni hablar de como me trata, creo que tendría a cualquier doncella detrás de él. Suerte que yo no.
—Veo que no te molestaste en ponerte una camisa, la noche esta muy fría— dije con un tono calido.
—No me importa, es decir, si me emfermo, ya podré descansar del agotador día...— menciona.
Lo ví a los ojos.
—¿Día agotador, su magestad?— pregunté.
Él solo asiente con la cabeza y me dedica una sonrisa trsite.
—Nesesito mucha ayuda, en especial en las nesesidades del reino, ahí escasez de comida— lo dice con agotamiento.
—Yo te puedo ayudar si quieres...solo es una sugerecia— le dije— conozco un lugar aquí donde puedo recolectar una flor y con sus semillas hace que todo se multiplique— él me observó.
—¿Hablas de la flor que fuiste a buscar cuando escapaste?— y sentí otra clavada al corazón.
—Si, esas— Pero era muy mala mintiendo, así que él lo notó.
—Elian...— me hace ponerme nerviosa, más de lo normal.
—Puede que te haya mentido, pero no quiero que enojes sobre lo que pasó— aseguré.
—¿Acaso viste a alguien?— parecía enojado, así que solo asentí leve con la cabeza— ¿Quién?
—¡Fue a mi padre!— dije cuando vi que literalmente se estaba imaginando cosas que no eran. Así que cuando me escucho decir que era mi padre se tranquilizó, pero no por mucho cuando lo captó.
—¿Tu padre? ¿Te has vuelto loca?— me reprocha enojado.
Me puse nerviosa a su lado. Su expreción cambio a enojada y no pude evitar suspirar profundo antes de hablar.
—No quiero que te enojes, tenía que verlo, tenía que saber como estaba, es mi padre...además, me ha pedido que no lo vuelva a visitar, esta en la prision del pueblo, posiblemente ya este en el calabozo del castillo de rey Félipe, aunque lo haya perdonado....— dije con voz quebrantada.
Este me obserba por unos momentos hasta de abrazarme. En sus brazos, por una extraña razón, me siento segura.
Sin darme cuenta estaba llorando otra vez.
—Vamos por esa flor.
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Habíamos llegado en la noche al jardín de rosas blancas. Yo las llamaba rosas salvadoras. Una vez, mi madre estaba muy enferma y me había pedido acompañarla aquí. Era un lugar hermoso. Pero estas flores eran peculiares. Sólo una persona como yo podía ver y cosechar. Una vez allí, mi madre me había dicho que había algo en mi, como una magia. Una aura, y sí, tenía razón. Había magia en mi, así que cuando lo intenté por milésima vez, lo logré hacer y salvar a mi madre.—¿También las vez?— Me dijo Cassius detrás de mi.
—Si, dame mi espacio, nesesito hacer algo— Él asiente y cierro mis ojos.
—Repite conmigo, Florent flores, volo semina, salus mihi das desiderium meum. — el recuerdo de las palabras de mi madre se hizo presente.
Suspiré hondo y me agaché a una flor. Abrí mis ojos, puse mis manos alrededor de la flor y cerré los ojos otra vez.
Hoy era luna llena, así que, como dijo mi madre, podía hacer mi magia, no podía cuando no había luna.
—Florent flores, volo semina, salus mihi das desiderium meum.— Susurre.
Sentí como en el primer intento, una sensación única había pasado por mis venas. Posandose en la yema de mis dedos y salir a la superficie.
Pero esto no era nada fácil. Esto me debilitaba por ser la segunda vez que lo había hecho. Era como sacar un órgano de mi cuerpo. O no tanto así. Pero era como sacar sangre. Tardaría horas en restaurarme.
Mi madre había estudiado de mi caso, yo era un hada de la luz y sanación. Por eso, en la noche, con la luna, mis alas brillaban.
Abrí mis ojos, estaban brotando semillas de la flor. Entonces las recogí y miré a Cassius.
Estaba débil. Puse las semillas en un pequeño saco que traje para ellas y mire con Cassius se acercaba a mí.
—¿Cúanta-cu¿áantas personas son?— pregunté.
—¿Estas bien?, eso ha sido...
—¿Cúantas personas ahí en el pueblo?— lo interrumpi.
—Miles, alrededor de dos mil— ¡Dios, eso es mucho poder!
Me levanté y me aguanté de Cassius.
—Nesesito que recogas las semillas, no te preocupes por mi y no me reproches— él solo asiente.
Apunté mis manos las rosas, me preparé para lo que vendría. Posiblemente, podría morir allí o más mínimo, desmayarme.
—¡Florent flores, volo semina, salus mihi das desiderium meum!— dije en voz alta y sentí como todo mi cuerpo se iba debilitando poco a poco. Pero me mantuve firme.
Abrí mis ojos lentamente para ver a Cassius recoger todas las semillas que brotaban de las flores. Ignorando toda la magia alrededor. Sentí mis piernas fallar. Mi corazón acelerarse.
Cuando Cassius recogió todas las semillas y las guardo en el saco pequeño. No pude más.
—Ca-Cassuis— fue demaciado para mi. Me había desmayado o no sé si había muerto.
Autora: Dlb/am!! Espero que estén bien. ¿Dejan su voto y comentario?
Significado de "Florent flores, volo semina, salus mihi das desiderium meum" es "Flores florecen, quiero semillas, me das mi salvación, mi deseo." en latín.
L@S AMOO! bai <3 ♡
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El rey sombra {#1}
RomanceTrilogía Reyes: Reyes 1: El rey sombra. Se dice que las personas iluminan los caminos de los demás y para el rey sombra eso es más que cierto desde que la vió. Igual a él, tan ella misma, sin nesesidad de ocultar cosas, solo siendo ella. Pero, tamb...