Acoso

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Hace días que había sentido que alguien me estaba observando mientras caminaba u/o volaba entre la paz del reino. Como si me estuvieran acosando, y eso no me gustaba nada. No le había dicho de esto a nadie, pero me sentía muy debil y indefensa.

Por otro lado, la duquesa, estaba muy pegadisa con Cassius, y se que solo lo hacía para ahcerme enojar, y lo estaba logrando, gravemente. Por lo cuál solo provocaba celos y peleas con Cassius, me tenía realmente harta de esa situación. Cassius siempre me decía que no era nada, que solo eran amigos, pero claro esta que ella lo veía como algo más y no podía soportar la idea de que ella estuviese cerca de él.

Estabamos en una cena, solo los tres, la serviduembre al lado y nosostros comiendo. 

—Oye Cassius...— dijo ella.

¡Argh!

Voltee los ojos mientras tragaba el pollo asado.

Era una delicia verdaderamente y hacía que mi boca estuviera muy saciada y mi gusto igual.

—Si, duquesa— dijo Cassius y noté que ya estaba harto de la situación tambien.

—Sigo pensando en pferta que le hice y de verdad— se levantó de la mesa y camina hasta Cassius provocandome unos celos aterradores—, enserio me atrae— entonces, solo entonces, estuvo a centimentos de besarlo, solo a centimentros. Pero Cassius se apartó de golpe y me observó.

Me levanté enojada de la mesa y caminé hasta la puerta de salón y salí furiosa. Posiblemente me delataría con ese comportamiento de lo que Cassius y yo teníamos, pero estaba cansada. Volé hasta la torre donde ahora me pasaba viendo la luna y suspiré con profundidad. Entonces volvío esa sensación otra vez. 

Me estaban vigilando nuevamente. Observé mi alrededor, pero nada, no veía nada. Fue entonces donde unas manos me atraparon por atrás. Rápido supe que no era Cassius, reconocería el olor de Cassius a donde fuera, pero este era muy diferente, muy violento. 

—Lady Elian, no sabe como desee que por fin estuvieramos solos— dijo la persona que me atrapo y traté de zafarme. 

—¡Suelta...!— pero la palabra se quedo en el aire cuando esa persona puso una mano en mi boca. 

Con la otra mano aguantaba mi cuerpo y apretaba. Me era imposible safarme, así que resistí, todo lo que pude para poder evitar que eso se convirtiera en violación. No dejaría que abusaran de mi. Su labios rozaron mi cuello y lo sucsiono provocandome dolor. Luego lo mordió. Lo que me dió la idea de morderle la mano para que me soltase la boca para poder gritar. 

Lo mordí.

Me soltó.

—¡Ayuda, Cassius!— grité con todas mis fuerzas. Sin importar que llamé a Cassius como si fuéramos algo más.

Ese hombre me estaba besuquiando totalmente y me sentía sucia. Muy sucia... Puso otra vez la mano en mi boca y me golpeó la espalda.

Empecé a llorar, a tratar de zafarme de ese asqueroso agarre y solloce. Traté y traté con todas mis fuerzas de zafarme pero nada.

Paró.

Escuché a alguien atrás pero no pude moverme, estaba en shock cuando por mi hombro le cayó sangre. Di unos pasos atrás pequeños, con miedo y me volteé, un hombre igual a Cassius y a mi había atravesado con una espada a ese hombre.

Vi como el cuerpo de la persona caer varios pies de donde nos encontramos y me bloquee. Mi corazón se aceleró y me hizo falta el aire.

—¿Estas bien?— dijo aquel hombre con alas grises.

El rey sombra {#1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora