Pasado

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No había muerto.

Aún respiraba.

Aún podía moverme.

Aún sentía sus olores al lado mío.

Abrí mis ojos lentamente sin hablar hasta encontrarme con mi tío y mi tía hablando casi a gritos con Cassius quién sostenía un libro. Uno muy gordo. Mi tía tenía la misma vestimenta, no se cuantos días había pasado pero seguía con la sangre mía en su vestido. Mi tío se había cambiado. Cassius no, Cassius seguía igual.

—¡No se la puedes llevar así, morirá! ¡A penas pudo deternerle para que no matará a la señora Jones y se desmayó!— dijo mi tía aterrada.

—Mi esposa tiene razón— dijo mi tío.

—Es seguro, yo estaré con ella en todo momento— dijo Cassius tranquilo.

—¡No la conoce!— siguió protestando mi tía.

El dolor de mi cuerpo seguía presente, pero supuse por los medicamentos a mi lado que me estaba calmandon dolor. Mis alas están a un costado de la habitación, cerca de la ventana.

—La conozco, ya hemos hablado anteriormente— dijo Cassius.

—¿Qué sucede?— pregunté adolorida.

Mi tía fue la primera en venir a correr a verme, mi tío fue el segundo y Cassius ni siquiera se movió.

—¿Cómo estás, mi niña? Tranquila, arreglaremos esto. —dijo mi tía y sonreí triste.

—Me siento adolorida— dije tratando saliva.

—Mi niña, nos diste un buen susto— dijo mi tío poniendo un beso en mi frente.

—Quiero hablar con Elian a solas— interviene la voz de Cassius.

Mi tío y mi tía asienten antes de dejar un beso en mis mejillas y se van de la habitación.

Él se me quedo observando, viendo con tristeza, pero a la vez felicidad de que estuviera viva. Entonces, me sentí culpable, porque, si no hubiera sido, que yo me fui de su castillo hace un año, esto no hubiera pasado. Pero a la vez, no me podía sentir así, le estaba haciendo daño y no quería eso para él.

—Bien, estaba tarde iremos a un lugar, podemos arreglar esto, Elian, solo necesito que me digas cuando estes preparada, y luego nos iremos, que bueno te levantaste, luego de que arreglemos esto, te podrás ir con tus tíos yo no te voy a obligar a hacer nada— dijo seco y me sentí mal.

—Cassius... ¿por qué estas así conmigo? — apenas pude decir eso sin tartamudear.

Él no dijo nada, solo caminó hasta una punta de la cama y me miró sutilmente.

—Jamás te obligaría a algo más, por mi culpa estas donde estas y no puedo soportar esto, lo más que puedo hacer es arreglar esto...— dijo sin mirarme.

—No, no Cassius, yo no-no tú no tienes la culpa, enserio— traté de levantarme, pero solo logré sentarme porque el dolor se volvía peor.

Él se levantó, camino hacia mí y me dejo un beso en la frente para luego irse y dejarme muy dolida. Me sentía verdaderamente mal.

Entonces me lo volví a preguntar, ¿Cómo una persona que ha estado poco en tu vida te puede marcar tanto? Cassius sin duda era una de esas personas.

Me acosté de nuevo y la puerta de la habitación se abrió dejando ver a Eric. Un Eric muy cambiado. Se veía triste y camino hacia mi para después sentarse al lado, me acarició mi mejilla y suspiro con pesadez.

—Lo siento, todo esto es mi culpa, jamás debí haberte dicho que te fueras, tal vez si no...— pero no le dejé terminar.

—Esto no estu culpa, es mía por aparecer en la vida de Cassius hace un año, pero supongo que algunas cosas pueden cambiar con tan solo unas palabras, aunque te duela, aunque te duela aceptarlo...— tragé grueso— Cassius...¿ya no siente nada por mi, cierto?...

El rey sombra {#1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora