Ashton
Estaba llegando tarde a mi primer día de trabajo, todo por culpa de mi pésimo sentido de ubicación.
Revisé mi reloj cuando estuve a una cuadra del restaurante mi turno comenzaría en cinco minutos, cuando llegué había un chico rubio sentado y a su lado un chico moreno de espalda ancha.
Ambos se movieron a la vez observandome.
— ¡Hola! —el rubio me saludo con entusiasmo— ¿Tú quién eres? ¿Eres el nuevo, cierto?
A veces las presentaciones me ponían incómodo, en especial cuando eran fuera de la escuela, por eso reducía todas mis salidas con amigos de mis amigos.
Afortunadamente Emma llegó al rescate, o algo así, porque solo me indicó con la mirada que la siguiera y eso hice.
Una vez adentro los dos chicos no dejaban de mirarme, parecía que me estuvieran estudiando. Su acto solo me puso nervioso y mis manos comenzaron a sudar.
— Saben que por lo general ni mi madre ni yo solemos venir aquí, a menos que sea estrictamente necesario; pues bien, está es una de esas ocasiones —inició Emma.
Ninguno de ellos dijo nada, solamente asentían de vez en cuando.
— Bueno, hoy vengo a presentarle a su nuevo compañero de trabajo Ashton, quiero que lo hagan sentir cómodo y que lo apoyen en todo lo que él necesite. También quiero mencionarles que su compañero tomara el turno nocturno los fines de semana, eso es todo —ella se dirigió a mí— ¿Tienes alguna duda?
Negué sin decir nada.
— Felix, enséñale a tú compañero dónde están guardados los uniformes.
— Claro que sí, con permiso —se despidió el rubio— Ven, Ashton. Sígueme.
Lo seguí en silencio hasta que llegamos a unos vestidores (que no eran vestidores, más bien era un cuarto con muchos lockers, aunque no supe para que necesitaban tantos si solo estaba Felix y el otro chico moreno) que estaban medio abiertos.
Del otro lado de la pared se encontraban los baños separados por cubículos de metal.
— Como ya te habrás dado cuenta aquí está el área de lockers dónde puedes dejar tus pertenencias y para cambiarte pues en los baños. Ahora, el celular puedes sacarlo sólo para emergencias familiares, es decir, cuando tengas que irte por una situación especial y si estás en horario laboral deberás informarme antes ¿de acuerdo?
Asentí.
— Yo soy Felix, el encargado principal de esta sede, Emma y la señora Bernard solamente vienen de vez en cuando para supervisar que todo este en orden. Mi tarea es ayudarlas con la facturación del dinero y a tomar las respectivas ordenes. Los cocineros normalmente están del otro lado del restaurante y aun no contamos con mixólogo definido, ¿alguna duda, Ashton?
Que pronunciara mi nombre de forma tan hostil como si no valiera nada me hizo sentir pequeño y fuera de lugar. Como si de alguna manera no perteneciera aquí.
Negué despacio.
— Tus tareas van a depender del área en la cuál necesitamos que nos apoyes, por ejemplo: un día tendrás que lavar los baños; otro, limpiar las mesas; o de repente, te pediré llevar las órdenes a los comensales, según lo que se requiera es lo que harás, ¿estás de acuerdo?
Asentí tragando saliva. Al parecer todos en este espacio debían ser intimidantes conmigo.
— Una última cosa, la dueña es muy estricta así que debes cuidar tu empleo —asentí— Además, escuché que hizo una excepción contigo ¿cierto?
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Conectados || En Edición.
Ficção AdolescenteDos opciones, un solo ganador. Ashton y Emma están conectados (por el destino, Dios o lo que sea que los haya puesto en el mismo camino) por eso sus caminos coinciden, cuando ambos ingresan a la universidad de Toronto. Las tardes de los protagonis...