En el muelle de la Laguna

Capítulo 13 "Un Nuevo Comienzo"

Nicolette

Extraño tanto a Camilo, otro mes más sin él. Ya van cuatro meses desde la última vez que nos vimos. Ósea, lo veo por videollamada, pero no puedo tocarlo, ni besarlo. Cada día lo extraño más. Aunque mi madre me ha insistido que vuelva a la universidad, no la quiero dejar sola.

Extraño a morir a mi padre, aunque hemos hecho una rutina para no sentir tanto su ausencia, y es que cada vez que pasamos por "su rincón" le hablamos a su fotografía. Se que no es lo mismo, pero por lo menos podemos sentir de alguna forma que está aquí. Tal como lo dice la frase que escribió Tío Nico bajo la fotografía, "No se muere quién se va... sólo muere quién se olvida" y a mi papá jamás lo olvidaremos, así que sigue aquí, junto a nosotras.

Mi madre, es una mujer muy fuerte, sé que le duele, pero se da fuerzas a diario y cuando siente que se va caer, se acerca a la foto de mi padre y le pide fuerzas. Se también que habla con el tío Nico a diario, eso también la ha ayudado mucho. Yo no me niego a la posibilidad que pueda rehacer su vida, ella tiene derecho a ser feliz y yo no soy quién para impedirlo. Solo depende de ella cuando esté lista.

Decidimos armar nuestro árbol de navidad, quedan a penas 2 semanas, sé que será difícil porque es nuestra primera navidad sin él, pero quiero pensar que nos vendrá a visitar esa noche. Camilo me dijo que no estaba seguro si podría viajar, su padre también está solo y quizás no pueden venir por su trabajo. Me entristece mucho, pensé que la pasaríamos juntos. Pero igual entiendo que no pueda.

Estoy aprendiendo a conducir, todos los días salgo un rato con mi madre, quien me está enseñando. Aprovechamos de visitar a mis abuelos, aún están muy tristes con lo de mi padre, siento como que estos meses han envejecido más, quizás donde veo a mi abuela tan triste, sin arreglarse. A pesar de que cuando me ve, se sonríe y no deja de abrazarme. Dice que es como si mi padre la visitara cada vez que me ve entrar.

Cada día me siento en este muelle y le canto una canción, con la guitarra que me regalo cuando tenía 12 años. Y cuando lo hago, es como si estuviese sentado a mi lado, como solía hacerlo hasta antes de irme a la universidad. Cuando me enseñó a tocar la guitarra y luego yo cantaba, y él era feliz solo con escucharme cantar.

Hoy le cantaré una canción que ha dado muchas vueltas en mi cabeza. "Wish You Were Here de Avril Lavigne" corren mis lagrimas pensando en él y en Camilo, que también desearía que estuviera aquí.

Cuando termino de cantar, dejo la guitarra al lado y seco mis lágrimas. Unos aplausos me hacen voltear. Y allí estaba, sentado en el césped en la orilla del muelle, sonriendo con sus ojos achinados, tan bello, Mi Camilo. Me levanto rápidamente y corro, mientras se pone de pie. Llego a su lado y salto sobre él, tirándolo de espaldas al césped los dos abrazados. Nos besamos durante mucho rato, hasta que tosen a nuestro lado. Levanto la cabeza y estaba el Tío Nico.

- ¡Tío! – me levanto rápido y lo abrazo fuerte. Él me abraza y besa mi cabeza. – ¿por qué no nos avisaron? A mi madre le dará un infarto cuando los vea.

- La idea es que fuese una sorpresa – me dice Camilo abrazándome por detrás y poniendo su cabeza en mi hombro. Yo lo beso.

- Te extrañaba tanto, mi amor.

- Yo también, ni te imaginas cuánto. – me dice poniendo su rostro triste.

- Si por eso ya no tuve más opción que traerlo, ya no lo soportaba más con tanto lloriqueo – dice Tío Nico bromeando.

- No le creas, él era el más interesado en venir – se ríe Camilo.

Decidimos darle la sorpresa a mi madre, ella estaría en el cuarto de lavandería. El tío entró y se paró a mira el "rincón" de mi padre se sonríe con tristeza y acaricia la fotografía. Nosotros nos quedamos afuera, desde la ventana miraríamos el encuentro.