Capítulo 11 "Adiós"

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Recuerdo que horas antes de que mi padre recibiera la llamada de tía Cami, informándole el accidente de tío Lalo, pensaba que tomaría ese avión con una sensación de felicidad enorme en mi cuerpo. Fueron días intensos de vacaciones, llenos de emociones, rabia, felicidad, reencuentros y reconciliaciones. Pero, sobre todo, momentos que jamás olvidaría, sobre todo en la casa de lago. Estaba tan agradecido por haber llegado allí, los tíos eran personas tan agradables, que entendí inmediatamente porque mi padre los amaba tanto.

La sensación que tengo ahora, es totalmente lo contrario. Sentado en esta silla, mirando de frente el ataúd que tiene dentro a una persona increíble como lo fue mi tío Lalo. Un hombre que no merecía morir, menos así. Aún le quedaban cosas pendientes aquí.

Su esposa, su hija, sus padres, su mejor amigo, todos destruidos. Y toda la gente que lo amaba que vino a despedirlo. Mi madre llegó al otro día que murió, a penas supo, se vino a despedir al que fue su amigo también. Lazulita lo llamaba.

Todos dieron un discurso muy hermoso, yo, aunque hubiese querido, no podía decir nada. cuando pensamos que nadie tenía nada que decir, mi padre nos sorprende levantándose, se acerca al ataúd y lo abraza llorando. Se para frente al podio y toma el micrófono.

- Te conocí cuando estábamos en la guardería... un pequeño asustado porque sus padres no estaban a su lado, pero te prometí que te cuidaría, que siempre estaría a tu lado. Y desde ese momento no nos separamos más, estuvimos lejos, pero nuestro corazón siempre fue uno solo. Por lo mismo, nos enamoramos de la misma mujer – mira a tía Cami, ella le sonríe llorando – pero ni siquiera eso nos separó, porque éramos más que amigos, porque éramos hermano de corazón, que es más fuerte que llevar la misma sangre. Hermano, yo te amé con mi alma hasta el último respiro de tu cuerpo, y sé que tú también lo hiciste, así que este no es un adiós. Nos veremos en la otra vida, donde nos juntaremos a pescar y no sacarás solo ramas, yo te esperaré en el muelle y tu llegarás silencioso, como lo hiciste tantas veces a buscarme. Ahora dame fuerzas, por favor Lalo, porque no sé cómo mierda lograré mantenerme en pie hasta que vuelva a abrazarte – se quiebra y llora. Yo me levanto y lo abrazo mientras no dejan de caer mis lágrimas – te amo hermano. Te amaré siempre. Gracias por regalarme los mejores momentos de mi vida a tu lado. Nos veremos pronto...

Pasa por el lado del ataúd y le da beso con su mano. Tía Cami se levanta y lo abraza fuerte. Ambos lloran, pero mi padre llora fuerte y me desarma. Jamás lo había escuchado llorar así, a gritos.

Nicolette está como en shock, solo mira el ataúd y sus lágrimas caen. Así que me acerco y le tomo su mano. Ella la aprieta fuerte.

Comienzan a bajar el ataúd. Fue fuerte, oír los gritos, sentir ese dolor de saber que ya no lo volveríamos a ver más. Suena de fondo la canción "Yo te extrañaré de Tercer Cielo" la había escuchado varias veces, pero nunca me dolió tanto como escucharla ahora. Me abracé a Nicolette, tratando de calmar sus gritos y levantarla para que dejara ir al ataúd. Mi padre de rodillas al frente tomaba su cabeza con las manos, mientras mi madre trataba de calmarlo. Y los padres del Tío junto a la Tía Cami abrazados llorando.

- ¡¡¡Papá!!! ¡¡No me dejes papito por favor!! – gritaba Nicolette, cuando logro levantarla se desmaya en mis brazos.

Mi padre se levanta y me ayuda a dejarla sobre una silla con la ayuda de la Tía Cami, sabe que mis costillas aun no sanan y no puedo levantarla. No la hicimos reaccionar porque la tía no quiso, dijo que la dejáramos para que no viviera todo esto tan horrible.

Cuando ya terminó se marcharon poco a poco despidiéndose de nosotros. nos quedamos un momento y luego nos fuimos a los autos. Nicolette ya había reaccionado y estaba un poco mejor dentro de su tristeza. Nos iríamos en el auto con mi padre y mi madre. Tía Cami, iría en el auto con los padres del Tío y Nicolette. Cuando ya estábamos acomodados, miro hacia donde quedó sepultado y veo a mi padre de pie mirando las flores. Cuando me iba bajar, noto que Tía Camila, camina hacia él y se para a su lado.

En el muelle de la LagunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora