- ¿Camilo, Estás bien? Estás pálido. – me pregunta la profesora.
- No – trago saliva con mis ojos llenos de lágrimas. – necesito salir a tomar aire.
- Claro, ve con cuidado. – me contesta.
Ella me toma mi brazo. Con su rostro preocupada.
- ¿Quieres que te acompañe? – me dice mirándome a los ojos.
- No, gracias. Necesito estar solo.
Salgo de la clase y corro hacia la salida. Cuando llego afuera tomo aire, intento calmar mi respiración y froto mis manos en el rostro.
¡Ella no me recuerda! Tenía razón Antonio. Está aquí, y no me recuerda. Ni siquiera sabe quién soy. Y yo todos estos años soñando con el día que nos volviéramos a ver, pensando que sería como una estúpida película, nos abrazaríamos y nos besaríamos. ¡Pero no! a diferencia de eso, después de años la vuelvo a ver, en una fiesta, borracha y besándose con otro chico, y peor aún, ¡no tiene idea quién carajos soy yo!
Me siento en la escala y cubro mi rostro con las manos. Tengo una sensación de amargura, estoy claramente decepcionado, pero no sé si de ella, quizás es mas de mí, porque esperar tanto. Después de todo son 10 años creo que yo soy el único que espera 10 años a una chica que solo vio una vez.
Mis lágrimas caen. Me quedo toda la hora, sentado, pensado. Ahora no sé cómo reaccionar con ella, no puedo decirle todo lo que esperé a que nos viéramos, y ahora tampoco puedo hacer cuentas que nunca paso nada.
Cuando los chicos comienzan a salir de clases, limpio mi rostro y sigo sentado donde mismo. Una mano toca mi espalda.
- ¿Estás bien? – pregunta Tony sentándose a mi lado.
- No – le contesto.
- ¿Qué pasó?
- Ella está aquí... y no me recuerda. - lo miro con mis ojos brillosos.
Él toma aire, no parece sorprendido.
- ¿Lo sabias? – le pregunto mirándolo con curiosidad y molestia.
- Si, bueno, lo supe hoy.
- ¿Qué? ¿Y no me lo dijiste?
- Fue a penas se marcharon de la cafetería. Le pregunté el nombre de la chica a Sara, y ella dijo que se llamaba Niky, ósea que le decían así pero su nombre real era Nicolette. Y me dijo de donde venían.
Yo respiraba agitado mirando a Antonio con su rostro afligido.
- No podía ir tras de ti para contarte, solo esperé a que salieras para poder decirte, pero cuando fui a tu clase, ella me dijo que no te sentías bien y que saliste. Ahí me di cuenta que ya te habías enterado.
- Si, y de la peor forma.
- ¿Le dirás?
- ¿Qué? ¡No! por ningún motivo. Y tú tampoco lo harás. – le digo frunciendo el ceño.
Después nos fuimos cada uno a sus clases. Solo rogaba que ésta última no me tocara con ella. Pero lo cruel de destino seguía y allí estaba sentada cuando entré. Peor aún, el asiento disponible estaba a solo un puesto de ella y Sara.
Les sonrío y me siento mirando hacia adelante. Se agacha a mi lado y con su mano me acaricia el rostro.
- ¿Estás bien? - me pregunta y el contacto su mano me hace temblar. – estas temblando.
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En el muelle de la Laguna
RomanceCamilo prometió volver por Nicolette cuando cumpliera los 18 años a la cabaña del lago... no la veía desde que tenía 9 años ¿Se puede cumplir una promesa así después de tantos años? ¿Estará Nicolette aún esperando? Esta es la tercera parte. 1- Seren...